Entre los recambios de auto que
más se deben cuidar para contar con garantías máximas a nivel de seguridad vial
se encuentran las pastillas de frenos, debido a que literalmente las mismas
representan la vida útil de todos los sistemas de frenado de disco. Y la
importancia de éstas llega a ser tan característica como la de los mismos
neumáticos del coche, que en el presente pueden ser fácilmente adquiridos
mediante proveedores online.
Durante los años noventa se desarrollaron diferentes innovaciones en la
fabricación de las pastillas de frenos, que llevaron a la sustitución de sus
elementos tóxicos por opciones de mejores prestaciones, que además son
completamente amigables con el medio ambiente. Y entre los
principales ingredientes que fueron erradicados destaca el amianto, un
componente que, a pesar de ser muy certero en los procesos de fricción, después
de ser sometido a diferentes investigaciones científicas se corroboró que el
mismo cuenta con propiedades cancerígenas, a pesar de haber sido un gran aliado
en seguridad vial.
Composición actual de las pastillas de frenos
Antes de
pasar a detallar los componentes, es importante destacar que los diferentes
fabricantes en este campo automotriz, entre los que destacan nombres como
Bosch, Zimmermann, TRW, Ferodo, ATE y Mintex, generalmente utilizan los mismos
componentes en sus productos, con variaciones que dependen de las técnicas
correspondientes de cada marca.
- Cargas minerales: éstas se utilizan para generar una consistencia mecánica a todo el conjunto, aportando resistencias tanto a nivel de abrasión, así como a nivel de cortaduras.
- Materiales orgánicos: tienen la misión principal de combinar todos los materiales que están incluidos en las pastillas de frenos, mediante un efecto de polimerización que alcanzan a ciertas temperaturas.
- Fibras: constituyen principalmente el armazón general de todo el conjunto, ya que a través de sus variadas ramificaciones van conectando los diferentes elementos.
- Componentes metálicos: tienen la finalidad de homogeneizar de forma detallada el coeficiente de fricción, además de canalizar la transferencia de calor de las pastillas de frenos.
- Lubricantes y abrasivos adicionales: los primeros hacen variar los niveles del coeficiente de fricción, mientras que los segundos se encargan de la limpieza constante de la superficie del disco.
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