Para todos
los que hemos podido conducir un auto o incluso para aquellos que hemos tenido
la oportunidad de pilotar algún monoplaza en competencia nos es placentero
cuando sentimos el motor a tope y sabemos que debemos realizar un cambio, lo
que generalmente se traduce en más velocidad y a su vez más emoción y más
adrenalina. Pero todo esto es posible gracias a la caja de cambios, ese
elemento de vital importancia que hace más fácil la vida de los conductores,
indiferentemente de la magnitud del vehículo que estén conduciendo; pero ¿cómo llego a existir la caja de cambios? ¿Quién la
invento?
Se dice que Leonardo Da Vinci construyo lo que pudo ser la primera caja de
cambios del mundo y lo hizo de alguna manera apasionado por el avance
tecnológico de su época. Da Vinci invento un cambio de velocidad compuesto por
dos piezas, una cilíndrica y otra cónica que mediante una serie de engranajes
convertía el mecanismo en un cambio de velocidades. Definitivamente algo muy
ingenioso para la época del célebre y polifacético personaje.
En el año de 1889, un hombre muy famoso por sus contribuciones a la
industria automotriz y al campo de la aeronáutica, Fred Lanchester, inicio una investigación
sobre un tema muy interesante, engranajes epicíclicos y luego, una
vez dominado el tema pudo ponerlo en práctica en un automóvil. Hay que
reconocer que Fred utilizó este sistema porque encontró muchas ventajas con
respecto al tipo de cambios convencional; Lanchester concluyó que la
transmisión del par motor podía continuar su movimiento durante el cambio de
piñón ya que los dientes quedaban distribuidos sobre varios piñones y no
solamente sobre un par.
Al cabo de cierto tiempo la idea de Fred
Lanchester fue aceptada y probada por otros grandes de la industria
automotriz, como el propio Henry
Ford. La automotriz americana utilizó la idea de la caja de Fred en su
famoso modelo T, el cual tenía dos cambios o dos velocidades y la marcha atrás
o el retroceso. El resultado de tal inversión fue todo un éxito, ya que más de
15 millones de unidades fueron vendidas con este mecanismo. Sin embargo, hubo
otro hombre a quien realmente le intereso el tema, lo estudio más a fondo y
finalmente lo adecuó a los vehículos, este hombre fue Walter G. Wilson.
Otros que implantaron mejoras
Se dice que
Wilson desarrolló una caja de cambios epicíclica con palanca preselectora, que
se movía manualmente y que variaba las marchas al oprimir un pedal. En el año
1919, Walter ingresó a la empresa Beardmore en donde pudo desarrollar todo el
sistema epicíclico compuesto, que consistía en el uso de más de un sistema de
engranajes y el acoplamiento de varios sistemas adyacentes. Luego de esto
Wilson construyo una caja de cambios de tres velocidades hacia adelante y
retroceso. Fue en el año de 1928 cuando Walter mostró al mundo su trabajo,
presentando su mecanismo preselector que consistía en una palanca que se
ubicaba bajo el volante o timón mediante la cual en conductor podía dar marcha
al vehículo siempre que se presionara el famoso tercer pedal, que no era más
que un simple croché.
La famosa
caja de cambios también fue adoptada por el modelo Armstrong Siddeley, pero
hubo un detalle, que al iniciarse el movimiento desde cero en los vehículos se
producía un sobresalto del vehículo y un desgaste acelerado de las cintas sobre
los engranajes anulares. Hubieron soluciones, entre ellas combinar el método
mecánico con el hidráulico. Hermann
Fottinger quien laboraba en la empresa Vulcan, desarrollo en 1905
una caja de cambios de anillos huecos de sección semicircular, dentro de los
cuales, el fluido circula a modo de sacacorchos, en un movimiento espiral. Sin
embargo, estos embragues hidráulicos solo se utilizaron a nivel industrial
especialmente en maquinarias pesadas que eran de difícil arranque.
Para el año de 1926 Harold
Sinclair empezó a trabajar para acoplar estas cajas de cambios a
los autobuses, con la intención de hacer mucho más cómodo y más placentero el
viaje de los pasajeros. La empresa Daimler, que se dedicaba a la construcción
de automóviles y autobuses se interesó en el trabajo de Sinclair y empezaron a
combinar los conocimientos de Walter
Wilson con el dispositivo hidráulico de Fottinger y esto dio como
resultado la creación del vehículo Daimler Double Six, un carro dotado de una
caja de cambios con preselector y embrague hidráulico para poder transmitir la
tracción. La empresa llamo finalmente a este dispositivo el Volante de
Fluido.
Avanzaron los desarrollos
Con el pasar del tiempo, se llegó a nuevos descubrimientos y nació el
famoso reactor. Allan Coates propuso
en el año 1924 un reactor que funcionaba como dispositivo multiplicador o
convertidor de par y como acoplamiento hidráulico. En 1927 Hermann Fottinger diseño una
caja de cambios muy avanzada que no tuvo competidores y se utilizó en muchos de
los modelos de la época. Más adelante, al finalizar la década de los años 30 el
gigante General Motors dio un paso adelante al idear un sistema de cambio
rápido introducido en el modelo Oldsmobile en 1938 y algún tiempo después
en los modelos Buick y Cadillac.
En 1940
llegó el primer cambio Hydromatic-Automatic instalado en los Oldsmobile. Esta
caja tenía acoplamiento hidráulico, sin convertidor de par y 4 velocidades. En
los años siguientes este sistema se siguió utilizando y sus variaciones fueron
escasas. Luego de la segunda guerra mundial la demanda de vehículos más
potentes obligaron a cambiar a mayor eficacia y menos tecnología.
En nuestra
actualidad, las cajas evolucionaron considerablemente, ya dejaron de ser
solamente mecánicas para pasar a un mundo dominado por la tecnología
automotriz. Los avances de la electrónica han conseguido mejoras y ahora se
puede contar con cajas automáticas secuenciales que permiten realizar
fácilmente múltiples cambios sin tanto esfuerzo y a gran velocidad. Hoy, tanto
automóviles, camiones y autobuses gozan de esta gran herramienta que hacen la
vida del conductor mucho más sencilla. Definitivamente, aquellos que trabajaron
en este sistema mejoraron tanto la vida de los vehículos e hicieron que la
conducción se convirtiera en algo más placentero. Seguirán pasando los años y
continuaran los avances gracias a las nuevas generaciones y nosotros seguiremos
disfrutando del buen conducir, algunos inclinados hacia los vehículos
sincrónicos y otros con preferencia hacia los vehículos automáticos.
Información estupenda. Nosotros estamos viendo todo sobre la reparación de cajas de cambios, y nos sirve muchisimo conocer un poco de historia relacionada.
ResponderEliminarsaludos