A la hora de
fijarnos en un automóvil, nos fijamos mayormente en su diseño, potencia,
asientos, llantas, color, entre otros. Lo menos a que le damos importancia es
al cristal que separa el exterior con el interior del coche, un elemento
crucial para la seguridad de sus ocupantes ante cualquier objeto contundente
que pueda causar daños significativos a la salud de las personas, además de
protegerlos contra el polvo, lluvia o insectos indeseados. El parabrisas
también influye en el rendimiento del coche, ya que su forma afecta la
aerodinámica del mismo.
Aunque durante muchos años fueron fabricados de vidrio templado, los
actuales parabrisas de vidrio laminado, que constan de dos hojas de vidrio con
una capa de policarbonato laminado de seguridad entre ellas, y que en el
momento del impacto estallan sin desprender partículas peligrosas para los
ocupantes del vehículo, dan una mayor garantía de seguridad. Cada año los
desarrollos para mejorar la seguridad en los autos son cada vez más exigentes.
Anteriormente, los parabrisas al momento de recibir un fuerte impacto,
estallaban frente a sus ocupantes causándoles graves daños, algo que
actualmente ha mejorado de forma significativa.
Su nacimiento
Aunque el químico francés Édouard
Bénédictus había inventado el vidrio laminado en 1903,
no lo patentaría hasta 1909. En 1911, estableció la Société du Verre Triplex,
empresa dedicada a la fabricación de vidrio para reducir las lesiones causadas
por accidentes de tráfico. En 1912, The English Triplex Safety Glass Company
obtuvo la licencia para su fabricación, y poco después Libbey Owens-Ford y Du
Pont de Nemours también obtuvieron las licencias para producir Triplex en los
Estados Unidos. Por otra parte, en Inglaterra, in 1905, John Crewe Wood había
patentado el vidrio laminado con una membrana de celuloide, para uso como
parabrisas.
Sin embargo, no sería hasta 1927, cuando los químicos canadienses Howard W. Matheson y Frederick W. Skirrow inventaron el
butiral de polivinilo que se utiliza como una lámina que, gracias a sus
propiedades de adherencia y transparencia, es idónea para la unión de hojas de
vidrio. Permite la transmisión de esfuerzos entre los vidrios, absorbiendo la
energía derivada de la propagación de la grieta y uniéndolos como uno solo,
aunque el propio material carece de resistencia mecánica elevada. La lámina de
butiral se utiliza para impedir el desprendimiento de fragmentos de vidrio si
se produce una rotura, lo que gracias a esto se superaron los fallos existentes
de los inventos anteriores.
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