
Algunos de esos coches anodinos, como los Alfa Romeo 159 2.4 Q4 de la Guardia Civil no son precisamente lentos. Oficialmente de 210 CV, para la Guardia Civil venían con algo más de 250 CV. También estaban los Citroën C5 V6 con 240 CV. De todos modos, lejos de las operaciones de marketing, de forma habitual o puntual, las fuerzas encargadas de la labor de policía de tráfico han recurrido a deportivos de mayor o menor prestigio para el servicio activo. Forman o formaban parte de su parque móvil, como cualquier furgoneta de antidisturbios. Te proponemos un pequeño repaso a los más notorios de estos casos reales.
Reino Unido

La berlina de Jaguar es famosa en Inglaterra por ser entonces el coche de predilección para la huida de los atracadores de bancos. Tanto, que la policía también terminó comprado algunos Jaguar MkII. También tuvo en los años 80 unos pocos Ford Capri, pero pronto su labor cambió a coche publicitario.
Alemania
¿Cómo persigues a un infractor por las famosas Autobhanen? ¿Con un Passat diésel? No, con un Porsche. Casi todas las brigadas de autopista de la Polizei tuvieron o tienen al menos un Porsche en su parque móvil. Desde el 356 hasta el 911 pasando por los 924 y 944 o Cayenne, la policía alemana siempre contó con la producción local para los coches de intercepción rápida.
Austria
Con los vínculos que unen Austria y Porsche, la policía austriaca recibió en su día una flota de Porsche 356 equipados para las labores policiales. Curiosamente, el 356 es probablemente el Porsche que más ha servido en las fuerzas policiales, pues además de Alemania y Austria, también sirvió en Bélgica y Holanda.
Italia
La Pantera Nera. Así se conoce al coche de policía más famoso de Italia. Nada más y nada menos que un Ferrari 250 GTE Pininfarina. La historia de este coche va ligada al Brigadiere Armanda Spatafora. A principios de los años 60, en una Roma donde la criminalidad se vuelve cada vez más presente, la policía solo tiene un único Alfa Romeo 1900 blindado como coche de intervención para los casos más extremos. En una reunión con sus subordinados, el jefe de la policía de Roma escucha las quejas de sus hombres. Hasta que exasperado pregunta: ¿Qué necesitáis? El brigada Spatafora, se levanta y dice pausadamente: ¿Qué necesitamos Excelencia? Un Ferrari. Tras un tenso silencio, el jefe le responde un simple lo tendrás.

Sea como fuere, el ministerio italiano nunca desmintió ni confirmó ninguna de esas historias. Ya le está bien así. Lo único cierto es que Armando Spatafora consiguió que la policía romana comprase un Ferrari 250 GTE y lo condujo durante toda su carrera en el cuerpo policial. Ahora el coche está en el museo de la policía italiana. Ahora, de cierto modo, volverá a haber motores Ferrari en las fuerzas policiales de Italia con los Alfa Romeo Giulia QV de los Carabinieri.

Francia
Al igual que Alemania o el Reino Unido, Francia tiene una larga tradición de deportivos como coches de intercepción rápidos. Y es que siendo un cruce de caminos en medio de Europa, lidian con toda clase de infractores. Dejando aparte modelos camuflados de las fuerzas especiales, el cuerpo de Gendarmerie siempre contó con potentes coches.

El Alpine A610, sin embargo nunca formó parte de ese cuerpo. Y es que tras ver cómo los coroneles de cada zona se quedaban los Citroën SM y Alpine V6 para su uso personal, se abandonó la idea de dotarlos de deportivos. No sólo en España hay picaresca. Después de una serie de R21 Turbo y Peugeot 306 S16. La Gendarmerie recibió la década pasada 69 Subaru Impreza WRX. Tocaba a uno por brigada. A las tres semanas de entrar en acción ya se habían siniestrado dos unidades. Curiosamente, no estaban en persecución.

España
En España nunca tuvimos realmente deportivos. Pero eso no significa que no tengamos coches de intercepción rápida. Los Renault Mégane RS de la policía de Madrid son ya famosos en toda España. En cuanto a la Guardia Civil, además de los Alfa Romeo 159 Q4, tuvo en durante un tiempo unos Ford Mondeo ST220 y tiene actualmente, unas pocas unidades del Opel Insignia OPC.
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