
Obviamente
ha sido una decisión tomada por el Consejo del Grupo
Volkswagen, como la que se tomó hace una semana con Audi en el
Mundial de Resistencia, en busca de centrarse en la electrificación. Poco han
tenido que decir los responsables del equipo del Mundial de Rallyes en ello.
Tras casi dos años trabajando en el Polo R WRC 2017, haciendo miles de
kilómetros de test en diferentes localizaciones de Europa, quedará relegado a ser una pieza de museo,
posiblemente sin ni siquiera lucir la librea de competición oficial que
hubiera llevado la próxima temporada. Un final muy cruel para un coche que
habría tenido muy difícil mejorar el camino exitoso que ha recorrido su
predecesor durante los tres últimos años.
La
medida, que implica el cese de
actividades de Volkswagen Motorsport en el Mundial de Rallyes a finales de esta misma temporada
obligará a una reestructuración interna ya que la firma de Wolfsburgo quiere
retener a las 200 personas que actualmente trabajan en Hannover y distribuirlas entre sus otros proyectos internos activos como el Volkswagen
Golf TCR, el Beetle Supercar del GRC e incluso algunos pueden pasar a Skoda
Motorsport, que en teoría mantendrá el programa oficial ayudado por las ventas
de sus R5.

Durante las últimas horas se han dado múltiples variables y
posibilidades, llegando a deslizarse que incluso algunos equipos habrían
aprovechado la rumorología reinante para contactar con los tres espadas de
Volkswagen. La opción de
que se continúe adelante a través de un equipo satélite están más viva que
nunca y como hemos podido saber, el motor del Polo R WRC ya habría pasado
la homologación de la FIA. No sería descartable
que Red Bull quiera mantener su inversión en el campeonato y en el equipo, manteniéndolo por su propia cuenta y riesgo. Además
se ha confirmado que Volkswagen Motorsport desarrollará en 2017 un nuevo
R5 sobre la base del Polo de nueva generación y que llegará al
mercado en 2018.
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