Ir al contenido principal

Citroën SM: la debacle del mejor GT de la historia

Hubo una época en la que Citroën y Maserati no sólo llegaron a colaborar en materia técnica, sino que aquella Maserati de los ’70 fue propiedad de Citroën. Era una época muy distinta a esta, y tal era el grado de colaboración entre franceses e italianos que se animaron a crear un GT de lujo que eclipsara a la industria del automóvil vendiéndose como el coche más avanzado del momento. Volar demasiado alto entraña un notable riesgo, y así fue la historia de cómo el Citroën SM aspiró a ser el mejor GT jamás creado.
Desde que Citroën adquirió Maserati en 1968, la firma francesa estaba decidida a dar un paso adelante en pos de afianzar su posición de fabricante líder en vehículos de lujo tras el arrollador éxito del Citroën DS. Citroën contaba con el poderío económico, la experiencia y la imagen de marca para consagrar su nueva etapa premium, y la colaboración con Maserati resultaba obligada para ofrecer un necesario paso adelante en el apartado de motores.

La idea que planteó Citroën no era nada descabellada, pues tomó el chasis del Citroën DS, el cuál modificó para su nueva condición de coupé, pidiendo a Maserati ayuda para la puesta a punto y la llegada de motores de primer nivel. La colaboración Citroën-Maserati se materializó en un primer prototipo que fue presentado en el Salón del Automóvil de París de 1970, un coupé que asombró al mundo por lo avanzado de su tecnología donde podíamos encontrar suspensión hidroneumática  mejorada con respecto al DS, faros direccionales de serie, dirección asistida variable en función de la velocidad con sólo 2 vueltas entre topes, caja de cambios con 5 velocidades sincronizadas, elevalunas eléctricos y frenos de disco en las cuatro ruedas con servofreno, elementos inéditos en los vehículos coetáneos. 
Bajo el capó se había instalado un motor 2.7 V6 Maserati con 170 CV que no era más que un rediseño del V8 a 90º de Alfieri que Maserati empleaba por aquellos entonces. Todo el mundo coincidió tras probar el Citroën SM que se trataba de un coche sin rival, sin nada a lo que poderse comparar dado su avanzado equipamiento y su singular concepto. El Citroën SM se caracterizaba por un confort muy elevado y una estabilidad y agarre igualmente altos, además de por la capacidad de poder circular a muy alta velocidad sin merma en su confort. 
Su diseño y aerodinámica también rompieron moldes y ayudaron a sus buenas prestaciones, llevando un paso más allá la estética estrenada en el Citroën DS y empleando soluciones tan peculiares como el carenado de faros delanteros y matrícula mediante un cristal. Gracias a todas estas soluciones, el Citroën SM era capaz de realizar el 0-100 Km/h en 8,5 segundos y alcanzar los 220 Km/h. 
La vida comercial del Citroën SM arrancó ese mismo 1970 con un notable éxito de crítica y pedidos, pero muy pronto empezaron los problemas con prematuras averías en su motor V6 Maserati y en el chasis. Los más preocupantes siempre tuvieron que ver con la mecánica, y es que aquel V6 era un engendro que jamás debió haber visto la luz. Maserati tan sólo se limitó a eliminar 2 cilindros, rediseñar el bloque motor e integrar inyección electrónica en su mejor evolución. El resultado fue un motor que no estaba equilibrado, de diseño muy complejo y que sufría fácilmente de sobrecalentamiento llegando a provocar algún que otro incendio.
El SM se convirtió en una verdadera pesadilla para mecánicos y propietarios por culpa de sus complejas y costosas averías. Además contó con una baja producción y escasa información sobre aquel grupo motopropulsor tan particular, lo que hacía que los mecánicos temieran la llegada de un Citroën SM a sus talleres. Es justo puntualizar que el Citroën SM era un prodigio de la técnica por aquel entonces, hecho que sirvió a Citroën para volar muy alto, pero los problemas de su flamante y complejo motor V6 serían tan graves que afectarían muy negativamente a la imagen de este GT.
En 1975 sería cuando el Citroën SM finalizaría su producción, una decisión que comenzó a gestarse con la crisis del petróleo de 1973 donde cayó la demanda de coches de corte deportivo y gran consumo de combustible. El Citroën SM se movía fácilmente en torno a los 20 l/100 Km. Con Citroën ya bajo en control de Peugeot desde 1975, el experimento del Citroën SM firmó su sentencia dejando huérfana a Citroën de este tipo de proyectos arriesgados durante muchos años.
Y es que desde que Peugeot tomo el control de su principal rival del mercado francés, el riesgo y tecnología que era sello de la firma gala se vieron capados con el fin de no superar a los modelos de la marca matriz. Solo en los últimos tiempos, y tras la creación de la tercera marca DS, es cuando se ve más libertad de creación entre las marcas.

Aunque la falta de fiabilidad del motor V6 Maserati fue la condena del Citroën SM, lo cierto es que podemos considerar al SM como uno de los mejores coches jamás creados bajo el sello Citroën. Se trataba de esa idea revolucionaria que sucede cada mucho tiempo y que defiende ese concepto de coche adelantado a su tiempo, en este caso quizás demasiado, pero que trajo evoluciones al mundo del motor que incluso hoy son consideradas solo por marcas premium. Si Citroën hubiese reaccionado a tiempo o Maserati hubiese hecho mejor su trabajo, quizás el Citroën SM hubiese contado una historia muy diferente.

Comentarios

Entradas populares de este blog

LIDAR y su utilidad para el coche autónomo

Los coches autónomos no pueden conducir por sí mismos si no son capaces de ver qué sucede en su entorno. Dependiendo de la capacidad de detección de los sensores y de la capacidad de procesamiento de datos de la computadora, el coche es capaz de realizar más o menos tareas por sí mismo, con mayor o menor intervención del humano. Se distinguen así, por tanto, hasta cinco niveles de conducción automatizada. Para que un coche pueda ver se requieren diferentes tipos de sensores que de una u otra forma lo permiten: radares, cámaras de vídeo de alta resolución, GPS inercial de alta precisión, sensores de ultrasonidos y lídares. Hoy te vamos a explicar qué es un LIDAR, uno de los sensores más habituales en los coches autónomos, y en qué consiste.

Todo sobre los cuatriciclos ligeros

Se les conoce como coches sin carnet, aunque ni son coches ni es cierto que se manejen sin un permiso de conducir. Los cuatriciclos ligeros son vehículos de cuatro ruedas cuya velocidad máxima por construcción es igual o inferior a 45 km/h y cuya tara es igual o inferior a 350 kg. La cilindrada de su motor no supera los 50 cc si es de explosión, en el resto de motores su potencia máxima se queda en 4 kW, y su número de plazas es de dos ocupantes. En cuanto a la cualidad que los distingue a nivel de marketing, para llevar un cuatriciclo ligero se exige tener en vigor el permiso de conducción de la clase AM, y también se pueden llevar con los permisos de las clases A1, A2, A y B. Para obtener el permiso AM, en general, es necesario superar un examen tipo test, de 20 preguntas, y también una prueba de dos maniobras en circuito cerrado con un ciclomotor de dos ruedas: realizar un zigzag entre jalones a velocidad reducida y circular sobre una franja de anchura limitada.

La historia X de Citroën

Bellos, estilizados, vanguardistas, esbeltos. Así fueron los Citroën que exhibieron la letra X desde los años 70 a los 90. Veinte años rindiendo pleitesía a la vanguardia y a la erótica del automóvil.  Pese a que el acervo popular afirma que es más importante insinuar que enseñar, los Citroën más X no se ruborizaban a la hora de lucir sus curvas más provocadoras. Lo cierto es que rubricaron una de las épocas más gloriosas de la marca del doble chevron con coches adelantados al tiempo en que aparecieron.  Citroën se erigió en abanderado de los diseños pasionales y las soluciones técnicas más atrevidas poniendo el contrapunto a los aburridos/serios coches alemanes.  Una apuesta arriesgada que jugueteaba con la delgada línea entre el amor y el odio, pero que nunca dejó indiferente a nadie. Y es que los Citroën que lucieron la X en su nombre fueron adalides de la creatividad y fieles defensores del confort en cualquiera de sus categorías.

Hyundai Tucson by Rockstar Performance Garage

El recién llegado Hyundai Tucson ya cuenta con diferentes preparaciones extremas y hoy os traemos una de ellas de la que ya vimos un teaser a finales del año pasado. Rockstar Performance Garaje ve el nuevo Tucson con otros ojos y así lo demostró en SEMA de Las Vegas. La base es un Tucson con motor 1.6 de gasolina turbo de 176 CV de potencia, tracción 4x4 y caja de cambios DCT de siete velocidades. Como puedes ver en las fotos por fuera los cambios no son precisamente sutiles y este Tucson parece un auténtico todoterreno. En el motor también se ha trabajado para conseguir una mayor respuesta y que esos enormes neumáticos no supongan demasiado lastre.

Zenos E10 R

En Reino Unido les encanta todo lo que huela a gasolina, pero especialmente los ligeros deportivos capaces de hacerte disfrutar como un enano. En este caso es la compañía Zenos Cars, fundada por Ansar Ali, quien presenta su segundo deportivo, el llamado Zenos E10 R, que sigue la receta del anterior E10 S, aunque es más rápido y potente que éste. El nuevo Zenos E10 R, cuya estructura está fabricada en aluminio y fibra de carbono con el objetivo de conseguir un conjunto muy ligero, de sólo 700 kilogramos, esconde un motor 2.3 litros Ecoboost de cuatro cilindros, con una potencia de 355 CV y un par motor máximo de 475 Nm, junto a una caja de cambios manual de seis velocidades.