A simple vista parece un Chevrolet Chevelle de 1969 al más puro estilo hot rod, pero en realidad se trata de un prototipo de Chevrolet llamado Slammer que sirve de escaparate para sus últimas tecnologías y que esta expuesto en el SEMA Show de Las Vegas, junto a otras tantas creaciones de la casa. Bajo la carrocería del Chevelle no vas a encontrar elementos con más de 40 años a sus espaldas, sino lo más avanzado del fabricante americano, motor incluido. Este concept sirve para mostrar el nuevo propulsor LT376/535 de inyección directa, basado en el LT1 bloque pequeño del Corvette, aunque con nuevas culatas y árbol de levas desarrollados por Chevrolet Performance para llevar la potencia de éste atmosférico hasta los 535 CV a 6.800 RPM, aproximadamente.
Por su parte, el nuevo motor se combina con una transmisión automática SuperMatic 4L75-E de cuatro velocidades, capaz de digerir un par motor de hasta 880 Nm y más ligera que las anteriores de la serie 4L80. El modelo equipa además un juego de llantas pulidas de 18 pulgadas y 20 pulgadas, así como una suspensión neumática que reduce la altura de la carrocería. Aunque conserva las líneas clásicas del Chevelle del 69, la carrocería también se ha modificado ligeramente, aunque los cambios principales no están a la vista, como todo lo mencionado anteriormente o frenos modernos, heredados del nuevo Chevrolet Camaro. En el habitáculo luce un tono rojo Adrenaline, asientos también del Camaro o cuadro de instrumentos a medida.
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