Si bien Mercedes-AMG se ha caracterizado siempre por sus berlinas potenciadas hasta cifras salvajes, más dignas de un muscle car americano que de un refinado europeo, lo que propone la casa de Affalterbach con los nuevos Mercedes-AMG E 63 4Matic+ y Mercedes-AMG E 63 S 4Matic+ es lo más bestia que se ha visto nunca en la familia E, con potencias de hasta 612 CV, nada menos. Lo veremos en el Salón de Los Ángeles, aunque se pondrá a la venta en enero y llegará en marzo.
El nuevo motor 4.0 litros V8 biturbo, estrenado en otros productos AMG como el GT o el C 63, convierte al E 63 S en el Clase E más potente de todos los tiempos y, además, gracias a la tracción total 4Matic+, promete una aceleración de 0 a 100 km/h en sólo 3,4 segundos, una cifra espectacular para una berlina de su tamaño y peso. Veamos todos los secretos de estos nuevos Clase E de AMG.
Para empezar, el aspecto exterior de marcado músculo deja claro que Mercedes-AMG ha metido mano a estos Clase E. El frontal luce un capó con marcadas nervaduras, generosas entradas de aire, splitter, parrilla AMG de doble lama o pasos de rueda 1,7 centímetros más anchos en el eje delantero para acomodar las vías ensanchadas y los neumáticos, más generosos. La zaga es sin duda lo más brutal del modelo gracias al prominente labio de la tapa del maletero en el color de la carrocería, las agresivas salidas de escape cromadas o el difusor.
La variante S, por cierto, se distingue de su hermano pequeño por detalles exteriores en plata cromado. De serie, las llantas de aleación en diseño de 10 radios y pintadas en gris titanio con acabado en alto brillo montan neumáticos 265/35 ZR19 y 295/30 ZR19 en el caso del E 63, mientras que el E 63 S mantiene las medidas pero en una llanta en diseño de cinco radios, con acabado gris titanio mate y de mayor diámetro: 265/35 ZR20 y 295/30 ZR20. De manera opcional se ofrece un juego de llantas de 20 pulgadas que imita ser monotuerca.
Fuerza bruta: 571 ó 612 CV y par a raudales
El motor 4.0 litros V8 biturbo alcanza un nuevo nivel de potencia y prestaciones, especialmente en la variante S. Para alcanzar semejantes números el bloque biturbo incorpora nuevos pistones, admisión optimizada, mejoras en refrigeración y muchos cambios en la gestión electrónica. Además, este V8 estrena un sistema de desconexión selectiva de cilindros para ahorrar combustible, denominado AMG Cylinder Management, disponible en el modo de conducción Comfort entre 1.000 y 3.250 RPM. El resultado es un consumo homologado de 8,9 litros a los cien kilómetros.
La caja de cambios AMG Speedshift MCT de nueve velocidades, especialmente adaptada a estos dos modelos, ofrece cambios más rápidos y función doble embrague, así como un modo manual para cambiar mediante las levas incorporadas en el volante. Por supuesto, la suspensión, basada en la amortiguación neumática Air Body Control, también está puesta a punto por AMG y, de hecho, el eje trasero ha sido desarrollado específicamente para esta potente berlina con soluciones del GT R. Por otro lado, el E 63 tiene un diferencial trasero mecánico mientras que la variante S incorpora uno de control electrónico.
Como es habitual, también están disponibles varios modos de conducción que alteran parámetros como la respuesta del motor, la transmisión, la suspensión, la dirección, el ESP o el reparto de par del sistema de tracción total. También se incluye función Race Start para salida desde parado y hay tres niveles de intervención del ESP: conectado, desconectado y Sport Handling mode. Ambas versiones del E 63 se benefician de tracción a las cuatro ruedas 4Matic+ de nuevo desarrollo, que cuenta con un reparto de par variable entre ejes y, básicamente, envía la fuerza del propulsor al eje trasero para, cuando sea necesario, acoplar el eje delantero mediante un diferencial controlado electrónicamente.
Mercedes-AMG destaca la existencia de un nuevo programa drift disponible en el modo Race, que convierte el coche en un tracción trasera puro. El E 63 S cuenta, como algunas variantes del GT, con soportes activos del motor y la transmisión, y tanto éste S como el normal recurren a una dirección cuya dureza varía en función de la velocidad. Por supuesto, el sistema de frenos está a la altura: el E 63 monta discos de 360 milímetros en ambos ejes y el E 63 S de 390 milímetros delante. Opcionalmente está disponible un equipo carbocerámico con discos de 420 y 360 mm.
Interior de Clase E
A nivel interior ambos modelos mantienen la elegancia del Clase E convencional, aunque añaden elementos de marcada deportividad como el volante en cuero con parte inferior achatada, asientos deportivos de generosas orejas con tapicería de cuero nappa y microfibra Dinamica, o inserciones de aluminio. Como es lógico, la lista de opcionales es interminable y todos los sistemas de asistencia y seguridad que estrenó el Clase E están disponibles, así como la aplicación para móvil que permite conocer de forma remota mucha información sobre el coche. El E 63 S suma el tapizado en cuero para el cuadro de instrumentos, volante deportivo con marca en el centro y costuras en contraste, bordados AMG, costuras de los asientos en gris, reloj analógico IWC o cinturones de seguridad en el mismo tono gris.
Para los más ávidos de circuito, Mercedes-AMG ofrece una aplicación para iPhone denominada AMG Track Pace que se conecta con la información del vehículo y permite obtener y analizar datos de nuestro estilo de conducción en circuito. Por último, existirá durante el primer año de vida de modelo una versión Edition 1, muy especial, que incluye carrocería en Night black magno, llantas de 20 pulgadas en color negro brillante, detalles del mismo tono en el exterior, asientos AMG Performance en cuero con costuras de color amarillo, volante a juego o inserciones de fibra de carbono, por ejemplo.
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