El vídeo de esta entrada es una demostración visual, rápida y muy esclarecedora, sobre la
importancia que tiene la distribución de la carga en un vehículo; en este caso
se refiere a la carga transportada en un remolque. Esta recomendación se
complementa con la importancia de sujetar correctamente el equipaje en el maletero. Los objetos y el
equipaje suelto pueden causar lesiones a los ocupantes en caso de accidente o
al realizar una maniobra brusca, como una frenada intensa. En el vídeo se compara el comportamiento del conjunto
formado por un coche y un remolque en movimiento.
Para demostrarlo, primero se
coloca el peso cerca del centro de gravedad de ambos vehículos, situado en el
punto más próximo al enganche del remolque. Al ejercer una fuerza externa sobre
el remolque el conjunto resulta bastante estable, lo que permitiría al
conductor mantener el control. En la segunda parte del vídeo se coloca el
mismo peso en el extremo exterior del remolque, donde aplicar la misma fuerza
externa provoca una inercia mayor que desestabiliza el conjunto. A escala real
esto dificultaría al conductor mantener el control.
En la práctica esa fuerza
puede deberse a una sacudida provocada por una racha fuerte de viento, por un bache, un golpe
o un pinchazo o por el desplazamiento de la carga en el interior del remolque,
entre otros motivos. El mismo principio físico es aplicable también a la carga
colocada en el interior de un coche sin remolque, aunque a menor escala. Por
ese motivo el equipaje y la carga más pesada debe ir colocada al fondo del
maletero, tan cerca del centro del coche como sea posible. Y dejar los bultos
más ligeros en el extremo exterior, cerca del portón.
Esto mejora el
comportamiento del vehículo reduciendo las inercias asociadas al movimiento del
coche; al tomar una curva, por ejemplo. Lo mismo sucede con la distribución vertical de la carga.
Idealmente los bultos de mayor peso irán en la parte más baja del vehículo, en
la parte inferior. Esto adquiere más importancia cuando se utiliza una baca de
techo o un cofre. Llevar carga sobre el techo hará que el coche se vuelva más
inestable en caso de maniobras o giros bruscos, y también lo hará más sensible
a las rachas de viento. Al colocar la carga en el interior y lo más bajo
posible, cerca del suelo, se rebaja el centro de gravedad del coche,
contribuyendo a un comportamiento más estable.
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