
Calentar comida en los asientos. Cuando se utiliza el coche
para ir a por comida para llevar a casa un problema suele ser que llegue fría
y pierda parte de su encanto. Un truco que recomiendan es activar los asientos calefactados con los que
cuentan muchos modelos de coche. De ese
modo esas cajas de pizza o esas bolsas de comida asiática llegarán en perfecto
estado de conservación.

Proteger las escobillas limpiaparabrisas con medias o pantis. Cuando
las escobillas limpiaparabrisas se gastan es normal que se despeluchen o
directamente pierdan las gomas, quedando libre el metal de soporte que si no se
reemplaza en ese momento puede llegar a dañar el cristal. El truco es enrollarlos en unas medias o pantis de mujer; una
solución extraña pero que permite aguantar hasta que se puedan comprar unos
nuevos.

¿Cerraduras congeladas? No hay problema. Si durante el invierno la
cerradura se congela una técnica es calentar la llave pero esto no siempre es fácil ni recomendable. Una alternativa es
untarla con gel limpiador de manos,
un producto suave y fácil de extender que además lleva alcohol, suficiente para
deshacer rápidamente el hielo de esas ranuras.
Churros para protegerse de los golpes de chapa. Una
forma barata de proteger la carrocería en las plazas de parking de demasiado
estrechas o incómodas es clavar en lugares clave de la pared algunos churros de piscina, esas piezas
de gomaespuma que pueden tener uno o dos metros de longitud y resultan mullidas
y gracias a sus llamativos colores fáciles de ver. Si se les da un toque no
habrá mayor problema.
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