
Sébastien
Buemi sigue con su reto
de dejar encarrilado el título de Fórmula E 2016-17 antes de la penúltima cita, que le
coincide con las 6 Horas de Nürburgring del Mundial de Resistencia con Toyota.
En el ePrix de París el suizo de Renault e.dams sumó su quinta victoria en seis
carreras y vio además cómo su rival directo, Lucas di Grassi, se iba totalmente
de vacío.
Como
en Mónaco, Buemi se hizo con la pole pese a tener que clasificar en el primer
grupo. Pero esta vez le puso las cosas muy difíciles Jean-Éric Vergne, que se quedó a apenas seis milésimas en
la Superpole. Tras ellos, José María López, Oliver Turvey y
Esteban Gutiérrez, que demostraba así el gran estado de forma de Techeetah,
único equipo con dos coches entre los cinco primeros, si bien falló en su
vuelta de Superpole. Lucas di Grassi debería afrontar una carrera complicada desde
el 13º puesto en parrilla, al igual que Sam Bird, tan sólo 18º.

Sólo Mike Conway se
mantuvo en pista, heredando por pocas vueltas el liderato. Las
posiciones de cabeza no cambiaron hasta que algo falló en el coche de Jean-Éric
Vergne y el francés se fue contra el muro cuando rodaba segundo, forzando la
salida del Safety Car. Pero ni esa circunstancia inquietó a Sébastien Buemi,
que se vio acompañado en el podio por Pechito y Nick Heidfeld.

Felix Rosenqvist cruzó meta cuarto, seguido del
neerlandés, que pese a la situación de Safety Car y la sanción sólo perdió un
puesto en favor
de Nicolas Prost: el maltrecho coche de Abt ralentizó al resto, siendo séptimo
Piquet, octavo Dillmann, noveno Evans y décimo Sarrazin, que partía último. La
ventaja de Sébastien Buemi al frente de la general se queda ahora en 43 puntos
con tres citas dobles por delante: Berlín, Nueva York y Montreal.
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