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Rally de Argentina: Neuville marca su segunda vitoria de temporada


Tras un rally marcado por los accidentes, la falta de seguridad debido a la mala colocación de los espectadores, que pudo provocar la cancelación del evento, y un ganador final en la última jornada de la prueba, se rompe la variabilidad vista este inicio de temporada al encontrar al primer piloto y equipo que repiten victoria este año, Neuville y Hyundai. El rally comenzaba tal que así.
Ambiente frío y caminos prácticamente secos para comenzar el primer contacto de los pilotos del Mundial de Rallyes con la tierra argentina. El shakedown, celebrado sobre un tramo de apenas seis kilómetros en Villa Carlos Paz – Cabalango, ha permitido a los participantes recuperar sensaciones después del breve alto en la temporada que ha supuestos el Tour de Corse. La prueba sudamericana era la primera de cinco que se disputarán sobre esta superficie, por lo que los equipos llegaban a Argentina esperando demostrar un buen ritmo sobre los caminos cordobeses de cara a afrontar con mayor tranquilidad el segundo tercio del año.

Tras la primera pasada, en la que Dani Sordo demostraba que Argentina sigue siendo uno de los rallyes de tierra en los que más rápidamente encuentra sensaciones, el tramo de prueba debía detenerse por la entrada de la asistencia médica, la cual debía atender a un aficionado que sufría una complicación cardíaca a sólo 400 metros de la meta. Minutos después, la acción se reanudaría con Sordo volviendo a mejorar su crono en la segunda pasada y manteniéndose líder de la clasificación por delante de Hayden Paddon y Jari-Matti Latvala. Quedaba en esos momentos claro que la pista mejoraba rápidamente, gracias a esos cinco segundos de diferencia que había entre el primer paso del español y el segundo sin ni siquiera ser el primero que salía al tramo de pruebas. Obviamente el recorrido no era totalmente representativo de lo que se encontrarían los pilotos, con tramos arenosos muy rápidos y con numerosos pasos de agua, así como especiales en cotas más altas, muy reviradas y estrechas.
La tercera pasada sería dominada por Hayden Paddon, escoltado precisamente por sus dos compañeros de equipo, Dani Sordo y Thierry Neuville respectivamente en segunda y tercera posición. Un aviso claro por parte de Hyundai que ya demostró en Monte-Carlo y Suecia que tenían mejor ritmo que sus rivales, aunque no sería hasta Córcega, propiciado por la rotura de motor del Citroën C3 WRC de Kris Meeke, cuando la formación dirigida por Michel Nandan conseguiría el triunfo. Sobre la campana, Jari-Matti Latvala realizaba un cuarto intento y le arrebataba al ganador del Rally de Argentina 2016 el mejor tiempo de la jornada. Dándole a Toyota su primer mejor tiempo en un shakedown en lo que llevamos de año. Sébastien Ogier, quinto, era el mejor Ford Fiesta RS WRC clasificado, seguido por Mads Ostberg y el primero de los Citroën, el de Kris Meeke, todos ellos a menos de dos segundos del crono marcado por el piloto finlandés. 
Apenas 1,25 kilómetros por un enrevesado recorrido de tierra y asfalto situado en la ciudad de Córdoba, servían a los participantes para tomar el primer contacto con el Rally de Argentina 2017 después de las malas noticias por el fallecimiento por una afección cardiaca de uno de los asistentes al tramo del shakedown. La mayoría de los participantes afrontaban esta superespecial con el mismo objetivo; superarla sin mayores contratiempos ya que obviamente este recorrido urbano no servía ni para coger sensaciones sobre tierra, ni para modificar reglajes. Tiempos muy ajustados que tampoco iban mejorando con el paso de los coches a pesar de que pilotos como Mads Ostberg aseguraban que les perjudicaba salir justo tras los R5 ya que sería el primer World Rally Car en marcar las trazadas para el resto. Elfyn Evans y Dani Sordo, que salían tras él, mejoraban su tiempo y empataban al frente de la general con un tiempo de 1 minuto y 54,7 segundos.
Sin embargo, Sébastien Ogier se empeñaría en irse al hotel como primer líder de la prueba. El tiempo del galo, nueve décimas mejor que el marcado por el galés y el español de Hyundai, permitía al tetracampeón afrontar la etapa con una sonrisa. Le tocaba abrir pista y barrer los tramos al resto, algo que podía ser favorable en el caso de que los tramos estuvieran muy blandos y se rompan mucho con el paso de cada coche. Más desapercibidos han pasado los dos Citroën, situándose Meeke y Breen en octava y undécima posición. Especialmente curioso en el caso del norirlandés, el cual consiguió su primera victoria del año en México y que en Córcega demostró ser muy competitivo sobre el alquitrán. Como viene siendo habitual con estas especiales cortas, el rally empieza al día siguiente, teniendo más que perder que por ganar. Por su parte, Juho Hänninen se quedaba a 1,7 segundos del tiempo de su compañero, llegando a meta con un gesto seriamente contrariado en el que posiblemente haya tenido algo que ver todos los rumores vertidos recientemente en relación con su asiento. 
El rally prometía ser muy largo. Las especiales condiciones de la prueba argentina han hecho que prácticamente todos los técnicos y pilotos hayan apuntado a que estabamos ante la prueba más dura de la temporada. La fiabilidad y robustez de los nuevos World Rally Cars se pondrían a prueba después de lo visto durante el tramo de El Chocolate en el pasado Rally de México. Muchas novedades en el inicio serio del Rally de Argentina 2017, empezando por el error cometido por Sébastien Ogier en el primer tramo, algo que le condicionaría el resto del bucle. En condiciones de seco y mucho frío, los neumáticos DMACK y Elfyn Evans han demostrado compenetrarse muy bien, aprovechando que su compuesto blando aporta algo más de agarre que el de Michelín, el cual tiene mayor resistencia.
El galés de M-Sport marcaba el scratch en la primera especial de la mañana, San Agustín – Villa General Belgrano, por delante de Kris Meeke y Dani Sordo. Todos ellos aprovechaban su posición de salida para sacar cierta renta sobre sus rivales, en el caso de Elfyn, su tiempo era hasta 4,6 segundos mejor que el realizado por el piloto de Citroën. Entre los grandes favoritos se producía una primera criba en la que Hayden Paddon era uno de los principales damnificados. El neozelandés, ganador de la edición del año pasado, volcaba y dañaba ligeramente su Hyundai i20 WRC Coupé. En el lance, Paddon hipotecaba cualquier opción a reeditar el triunfo, dejándose dos minutos y cuarenta segundos respecto al tiempo de Elfyn Evans.
Las noticias para Hyundai serían aún peor sólo unos minutos más tarde, cuando los participantes ya afrontaban el tramo Amboy – Santa Monica. Dani Sordo, que se encontraba tercero de la general, tocaba una piedra y rompía uno de los brazos de la dirección. El cántabro debía detenerse para cambiarlo, tarea en la que perdía más de 11 minutos y por tanto cualquier opción de luchar por las posiciones del podio. Neuville tampoco traía buenas nuevas después de dejarse 25 segundos en las dos primeras especiales por un problema con uno de sus amortiguadores. Tanto Ogier como Paddon podían seguir en carrera. En el caso del tetracampeón, parecía únicamente daños estéticos en la parte frontal derecha, sin embargo, Sébastien aseguraba que esto perjudicaba tanto a la suspensión como a la aerodinámica. En cuando a Paddon, los problemas se centraban también en la suspensión y en la refrigeración de su motor, mientras que Craig Breen se llevaba un susto en el inicio que afectaría a su ritmo durante el resto del bucle.
Si el tercer tramo pasaría factura a Hyundai, en el cuarto correría la misma suerte Citroën Racing. Tanto Kris Meeke como Craig Breen sufrían problemas, cediendo varios minutos. En el caso del ganador del Rally de México, sería un vuelco, llegando a meta con más de seis minutos perdidos y el C3 WRC muy dañado, especialmente en la parte trasera. En cuanto a Breen, que estaba disputando su primera prueba fuera de Europa, fue un problema con la caja de cambios, lo que le hacía ceder más de cinco minutos con respecto a Evans en el tramo de Santa Rosa – San Agustín. De esta forma, Elfyn Evans terminaba el primer bucle, a falta del tramo en el Parque Temático de Villa Carlos Paz, como sólido líder con 23,6 segundos de ventaja sobre Jari-Matti Latvala. El finlandés era seguido precisamente por los tres Ford Fiesta RS WRC de Mads Ostberg, Ott Tänak y Sébastien Ogier, todos ellos en apenas 10 segundos de diferencia. Hay que bajar hasta la sexta plaza para encontrarse al primer Hyundai, el de Thierry Neuville, ya con 48 segundos perdidos.
De nuevo los organizadores del Rally de Argentina lanzaban un mensaje de aviso tras las situaciones de peligro vividas durante el shakedown: gente sacándose selfies y dando la espalda a la carrera, aficionados colocados a pie de pista e incluso otros sentados en lugares muy cercanos al paso de los coches. Tras lo visto el jueves, los responsables aseguraban que, de repetirse estos comportamientos, la FIA pondría fin a la prueba cancelándola, algo que refrendaba la propia Michel Mouton. Aun así, habría problemas en el primer tramo del día, algo que obligaría a retrasar el inicio de la TC2 en cinco minutos, y se extendería al resto de especiales de la mañana. Está claro que DMACK tiene marcada ciertas citas durante la temporada en las que se pueden permitir el lujo de plantar cara a todos y cada uno de los equipos calzados por Michelín, algo que ya evidenció el año pasado Ott Tänak. Finlandia, Polonia, Argentina o Gales presentan un terreno en el que los neumáticos de compuesto blando del fabricante británico se mueven a la perfección, recordando en gran parte a la etapa en la que los Subaru calzados por Pirelli plantaba cara a los equipos Michelín cuando aparecía el barro.
Elfyn Evans no se guardaba nada y salía a los tramos de la tarde con el firme objetivo de ampliar su diferencia sobre Latvala. Los problemas de temperatura en el Toyota Yaris WRC del finés le allanarían el camino al galés, e incluso Mads Ostberg, en su segunda cita al volante del Ford Fiesta RS WRC 2017 se permitía el lujo de encaramarse a la segunda posición del podio, a más de 46 segundos respecto al piloto de DMACK. Con más del doble de ventaja que con la que terminaba el primer bucle, Evans estaba en disposición de empezar a dosificar esfuerzos y preservar la vida de su mecánica, o continuar atacando para dilatar un poco más a la espera de las dos complicadas jornadas que todavía restaban para finalizar el Rally de Argentina 2017.
Mientras tanto, la debacle del equipo Citroën se confirmaba, con el abandono de Craig Breen con la caja de cambios rota y los daños acumulados en el C3 WRC de Kris Meeke después de su vuelco en el cuarto tramo que también significaban su retirada de la prueba. Los tramos, muy blandos, eran un terreno propicio para Elfyn Evans, algo que se transformaba en un nuevo scratch en el TC7, compartido con Hayden Paddon, y un segundo mejor tiempo en el siguiente tramo también escoltando al neozelandés. Latvala por su parte se dejaba más de medio minuto por un pinchazo, algo que permitía subir posiciones a Thierry Neuville y Sébastien Ogier, otorgando al francés una mejor posición de salida para la jornada del sábado. El piloto de Toyota caía tres posiciones, siendo sexto al final de la jornada, mientras que Elfyn Evans encaraba el paso por la superespecial con 52,8 segundos de ventaja sobre Mads Ostberg y más de un minuto respecto al nuevo tercero, Thierry Neuville. 
La jornada del sábado comenzaba con Elfyn Evans de nuevo al ataque. El galés dilataba un poco más su ventaja sobre Thierry Neuville. Apenas eran ocho décimas, pero la ventaja del piloto de DMACK sobre el segundo ascendía de esta forma hasta el minuto y 1,5 segundos después de que Mads Otsberg acumulara problemas en la undécima especial. El noruego, perdía la segunda plaza a manos de Neuville después de dejarse mucho tiempo en dicha especial. El Ford Fiesta RS WRC de Mads llegaba sin difusor trasero, con problemas de diferencial central, sin freno de mano y con el habitáculo lleno de agua al no estar asegurada la estanqueidad en los pasos por los numerosos vados. Neuville por su parte, conseguía el segundo mejor tiempo en el tramo de Tanti – Villa Bustos a pesar de una pequeña salida de pista en una zona en la que el sol afectaba a la visibilidad. Sin poder ver la cuerda de la curva, Thierry perdía la referencia de frenado y terminaba entrando muy largo y golpeando con la rueda trasera izquierda contra la cuneta. Llegaba desllantado, sin poder recuperar todos los segundos que anunciaban la proyección de tiempo en los parciales.
Mucho trabajo extra para los mecánicos. Especialmente para los de Citroën, los cuales reparaban el C3 WRC de Kris Meeke en apenas tres horas, dejando también listo para reengancharse la unidad de Breen. Una fuga de aceite antes de comenzar la jornada dejaría al irlandés de nuevo fuera de carrera. También tendrían que trabajar los de M-Sport, después de decidir cambiar la caja de cambios del coche de Elfyn Evans como precaución. El francés, al que se le sigue resistiendo el Rally de Argentina, comenzaba con el pie torcido, sufriendo un semitrompo tras el paso de uno de los vados de agua, a lo que se sumaba un incidente anterior con un perro en el que Sébastien debía frenar para evitar arrollarlo. Sin embargo, había algo más que preocupaba al tetracampeón. Ogier admitía que el coche había sido inconducible durante toda la mañana.
En cuanto a Latvala, el finlandés buscaba ya reglajes para futuras fechas, sabedor de la ventaja que contaba sobre Hayden Paddon en esos momentos. Peor suerte corría Juho Hänninen, el cual confesaba tener problemas mecánicos que le estaba haciendo dejarse hasta casi un minuto en cada tramo. Si el bucle matinal del Rally de Argentina traía grandes novedades, especialmente en la lucha por la segunda posición que mantenían Mads Otsberg y Thierry Neuville, el de la tarde ha presentado muchas variaciones, especialmente después del TC14, especial en la que la clasificación ha terminado de dar un vuelco por los problemas aerodinámicos sufridos por Elfyn Evans y después de que Mads Ostberg sufriera un toque con una roca que le dañaría la suspensión trasera.
El noruego, que perdía el difusor durante el primero de los tramos de la mañana en un vado de agua, pedía al aficionado que lo hubiera recuperado que se lo entregará en la asistencia al equipo. Para entonces, los hombres de Martin Prokop ya habían sustituido la pieza perdida y el ex piloto de M-Sport y Citroën encaraba los tramos de la tarde con fuerzas renovadas y el objetivo de tratar de retener su posición de podio. Sin embargo, el segundo tramo de la tarde terminaría prematuramente con su objetivo, abriéndole las puertas del podio a Ott Tänak y obligando a Mads a tomar el camino de la retirada. No sería el último que tendría un segundo bucle complicado. Elfyn Evans perdía el paragolpes trasero en el TC13, algo que también arrastraba la caída del difusor. El galés, que se defendía de Thierry Neuville dilatando mínimamente su ventaja en ese primer tramo tras la asistencia, veía cómo en el segundo paso por los 38 kilómetros de Los Gigantes el goteo de segundos ya era una importante fuga.
El de DMACK se dejaba quince segundos con el belga, que se quedaba a sólo medio minuto de lo que podía ser su segunda victoria consecutiva y la presentación de su candidatura al título tras perder los rallyes de Monte-Carlo y Suecia. Otros de los que en pretemporada sonaban como gran rival de Sébastien Ogier por el título de 2017, Kris Meeke, se reincorporaba a la carrera tras el vuelco con la intención de sumar el máximo número de scratchs para dedicárselos a sus sufridos mecánicos. El norirlandés de Citroën lograba dos de tres mejores tiempos esta mañana, sin embargo, un nuevo vuelco en el TC14 le obligaba a sumar su segundo abandono del rally. De nuevo las dos unidades de la firma de los dos chevrones quedaban fuera de carrera antes de tiempo y se vuelve a poner en tela de juicio la capacidad de Kris Meeke de luchar a la larga por los títulos por su ya tradicional irregularidad en su pilotaje. Incluso más que la de su padrino deportivo, Colin McRae.
Sin poder solucionar sus problemas aerodinámicos, Elfyn Evans debía encarar los 20,52 kilómetros de Boca del Arroyo – Bajo del Pungo con el objetivo de tratar de limitar los daños. No podría hacerlo, y tras realizar un primer Split muy competitivo, Evans comenzaba a ceder tiempo, hasta llegar a la meta rozando los 20 segundos perdidos. Sólo tres tramo para el final, los tres del domingo y una victoria que se jugaba en apenas 11,5 segundos, todavía con la heroica actuación realizada por Hayden Paddon el año pasado para alzarse con su primer triunfo en el WRC frente a todo un Sébastien Ogier. Los problemas de Evans también permitían acercarse a Ott Tänak y Sébastien Ogier, ambos de nuevo por debajo del minuto de diferencia aunque parecía más plausible que ambos lucharían más por el tercer escalón del podio que una batalla activa por la victoria. Por detrás, Latvala completaba el Top 5, con algún tiempo interesante, pero sin poder anotarse más scratchs en tierra, superficie en la que Toyota ha reconocido que se debe mejorar. Dani Sordo también sufría, especialmente por tener que abrir pista durante todo el día. El cántabro se metía dentro de las diez primeras posiciones que dan derecho a los puntos una vez más.
Prácticamente nadie podía predecir a la llegada de la asistencia que Elfyn Evans fuera a desperdiciar una ventaja de más de un minuto ante la que podría ser su primera victoria en el Rally de Argentina 2017. Sin embargo, tras los problemas sufridos cuando se le desprendió el paragolpes trasero y el difusor, la renta con la que contaba el galés de DMACK se situaba en apenas una decena de segundos a falta de tres tramos, la etapa del domingo. Allí, Thierry Neuville daría la vuelta a la situación y terminaría logrando su segunda victoria de la temporada acompañado por su inseparable Nicolas Gilsoul. Ya en los dos primeros tramos decisivos, el primer paso por El Cóndor y la única pasada por Mina Clavero – Giulio Cesare la carrera se dinamitaba. Neuville conseguía los dos scratchs, mientras que Elfyn Evans, ya con el difusor nuevo y la carrocería reparada, reportaba ciertos problemas de frenos y sobrecalentamiento. El belga de Hyundai se quedaba a falta de los 16 kilómetros de la Power Stage a sólo seis décimas de dar caza al piloto de M-Sport, algo que por la progresión mantenida por el belga durante la última jornada y media parecía perfectamente posible.
Paddon recordará la Power Stage del Rally de Argentina 2016 con mucho cariño, ya que allí, a pesar de los problemas que llevaba en su Hyundai i20 WRC, fue capaz de apuntalar su primera victoria en el Mundial de Rallyes, frente a todo un Sébastien Ogier, los recuerdos que le quedarán a Elfyn Evans de la segunda pasada por El Cóndor, la que hacía las veces de tramo televisado, no serán agradables. Allí perdió una de las opciones más claras de su carrera deportiva de ganar en la categoría absoluta, algo que ya le pasó en Córcega 2015 y que Ott Tänak, el anterior piloto de DMACK, ya vivió en sus propias carnes en Polonia 2016. No iba a ser sencillo para Neuville de todas formas. El belga parecía tener mejor ritmo que Evans, sin embargo, Elfyn se ponía el mono de Paddon y se lanzaba al ataque en el descenso de la primera sección de El Cóndor. Tres segundos de ventaja tenía el piloto galés llegado al primer Split, sin embargo, un error, un pequeño toque contra el característico puente de dicha especial le apartaría del primer triunfo de su carrera por sólo siete décimas. También los cinco puntos de la Power Stage serían para el belga que acudiría rápidamente a consolar a un Evans completamente destrozado a su llegada a la meta. El propio Elfyn, Tänak, Ogier y Latvala se repartirían el resto de punto.
No era una buena Power Stage sin embargo para Hyundai. A los problemas que ya traía Hayden Paddon de transmisión, se sumaba un fallo de la dirección asistida que dejaba al neozelandés sin poder luchar por la Power Stage precisamente 12 meses después de su hazaña en este mismo escenario. A ello se sumaba unos minutos antes Dani Sordo, el cual pinchaba la rueda delantera derecha y llegaba sobre la llanta al final del tramo lamentando al igual que el Kiwi la mala suerte que les ha acompañado durante los últimos rallyes. Sébastien Ogier era otro de los que no terminaba contento este fin de semana. El Ford Fiesta RS WRC sigue sin terminar de ser todo lo competitivo y fiable que le gustaría al tetracampeón, algo que se ha demostrado este fin de semana con una prueba que ha demostrado una vez más ser la absoluta bestia negra del piloto nacido en Gap. Por primera vez fuera del podio en lo que llevamos de temporada, a Ogier no sólo le está creciendo un duro rival en la figura de Neuville, sino que también Ott Tänak ha demostrado que no tiene ningún respeto a los teóricos galones del francés. Aquí cuarto y a pensar ya en Portugal que se disputará en unas semanas. Por su parte, Citroën sólo reincorporaba a Craig Breen, mientras que Toyota ha seguido con sus problemas de temperatura, especialmente en el Yaris WRC de Juho Hänninen. Lorenzo Bertelli debía abandonar por problemas de caja cambios, mientras que Mads Ostberg se reenganchaba por Rally2 y ataba una novena plaza tras Dani Sordo. 

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