
Tras un rally marcado por los accidentes, la falta de seguridad debido a la mala colocación de los espectadores, que pudo provocar la cancelación del evento, y un ganador final en la última jornada de la prueba, se rompe la variabilidad vista este inicio de temporada al encontrar al primer piloto y equipo que repiten victoria este año, Neuville y Hyundai. El rally comenzaba tal que así.
Ambiente frío y caminos prácticamente secos para comenzar el primer contacto de los pilotos del Mundial
de Rallyes con la tierra argentina. El shakedown, celebrado sobre un tramo de apenas seis kilómetros
en Villa Carlos Paz – Cabalango, ha permitido a los participantes
recuperar sensaciones después del breve alto en la temporada que ha supuestos
el Tour de Corse. La prueba sudamericana era la primera de cinco que se
disputarán sobre esta superficie, por lo que los equipos llegaban a Argentina esperando demostrar un
buen ritmo sobre los caminos cordobeses de cara a afrontar con
mayor tranquilidad el segundo tercio del año.

La tercera
pasada sería
dominada por Hayden Paddon, escoltado precisamente por sus dos
compañeros de equipo, Dani Sordo y Thierry Neuville respectivamente en segunda
y tercera posición. Un aviso claro por parte de Hyundai que ya demostró en
Monte-Carlo y Suecia que tenían mejor ritmo que sus rivales, aunque no sería hasta
Córcega, propiciado por la rotura de motor del Citroën C3 WRC de Kris
Meeke, cuando la formación dirigida por Michel Nandan conseguiría el triunfo. Sobre la
campana, Jari-Matti
Latvala realizaba un cuarto intento y le arrebataba al ganador del
Rally de Argentina 2016 el mejor tiempo de la jornada. Dándole a Toyota su
primer mejor tiempo en un shakedown en lo que llevamos de año. Sébastien Ogier,
quinto, era el mejor Ford Fiesta RS WRC clasificado, seguido por Mads Ostberg y
el primero de los Citroën, el de Kris Meeke, todos ellos a menos de dos
segundos del crono marcado por el piloto finlandés.

Sin embargo, Sébastien Ogier se empeñaría en irse al hotel como
primer líder de
la prueba. El tiempo del galo, nueve décimas mejor que el marcado por el galés
y el español de Hyundai, permitía al tetracampeón afrontar la etapa con una sonrisa. Le tocaba abrir pista
y barrer los tramos al resto, algo que podía ser favorable en
el caso de que los tramos estuvieran muy blandos y se rompan mucho con el paso de
cada coche. Más desapercibidos han pasado
los dos Citroën, situándose Meeke y Breen en octava y undécima posición. Especialmente curioso en el caso del norirlandés,
el cual consiguió su primera victoria del año en México y que en Córcega demostró ser muy competitivo sobre
el alquitrán. Como viene siendo habitual con estas especiales cortas, el rally
empieza al día siguiente, teniendo más que perder que por ganar. Por su parte, Juho
Hänninen se quedaba a 1,7 segundos del tiempo de su compañero,
llegando a meta con un gesto seriamente contrariado en el que posiblemente haya
tenido algo que ver todos los rumores vertidos recientemente en relación
con su asiento.

El galés de M-Sport marcaba el scratch en la primera especial de la mañana, San Agustín – Villa
General Belgrano, por delante de Kris Meeke y Dani Sordo. Todos ellos
aprovechaban su posición de salida para sacar cierta renta sobre sus rivales,
en el caso de Elfyn, su tiempo era hasta 4,6
segundos mejor que
el realizado por el piloto de Citroën. Entre los grandes favoritos se
producía una primera criba en la que Hayden Paddon era uno de los principales
damnificados. El neozelandés, ganador de la edición del año
pasado, volcaba y dañaba ligeramente su Hyundai i20 WRC Coupé. En el lance,
Paddon hipotecaba cualquier opción a reeditar el triunfo, dejándose dos minutos
y cuarenta segundos respecto al tiempo de Elfyn Evans.

Si el tercer tramo pasaría
factura a Hyundai, en el cuarto correría la misma suerte Citroën Racing. Tanto Kris Meeke como Craig Breen sufrían problemas,
cediendo varios minutos. En el caso del ganador del Rally de México, sería un vuelco, llegando a meta con
más de seis minutos perdidos y el C3 WRC muy dañado, especialmente en la parte
trasera. En cuanto a Breen, que estaba disputando su primera prueba fuera de
Europa, fue un problema con la caja de cambios, lo que le hacía ceder más de cinco minutos
con respecto a Evans en el tramo de Santa Rosa – San Agustín. De
esta forma, Elfyn Evans terminaba el primer bucle, a falta del tramo en el
Parque Temático de Villa Carlos Paz, como sólido líder
con 23,6 segundos de ventaja sobre Jari-Matti Latvala. El
finlandés era seguido precisamente por los tres Ford Fiesta RS WRC de Mads
Ostberg, Ott Tänak y Sébastien Ogier, todos ellos en apenas 10 segundos de
diferencia. Hay que bajar hasta la sexta plaza para encontrarse al primer
Hyundai, el de Thierry Neuville, ya con 48 segundos perdidos.

Elfyn Evans no se guardaba nada y salía a los tramos de la tarde con el firme objetivo de
ampliar su diferencia sobre Latvala. Los problemas de temperatura en el Toyota
Yaris WRC del finés le allanarían el camino al galés, e incluso Mads Ostberg, en su segunda cita al
volante del Ford Fiesta RS WRC 2017 se permitía el lujo de encaramarse a la segunda
posición del podio, a más de 46 segundos respecto al piloto de
DMACK. Con más del doble de ventaja que con la que terminaba el primer
bucle, Evans estaba en disposición de empezar a dosificar
esfuerzos y preservar la vida de su mecánica, o continuar atacando para dilatar
un poco más a la espera de las dos complicadas jornadas que todavía restaban para
finalizar el Rally de Argentina 2017.

La
jornada del sábado comenzaba con Elfyn Evans de nuevo al ataque. El galés dilataba
un poco más su ventaja sobre Thierry Neuville. Apenas eran ocho
décimas, pero la ventaja del piloto de DMACK sobre el segundo ascendía de esta
forma hasta el minuto y 1,5 segundos después de que Mads Otsberg acumulara
problemas en la undécima especial. El noruego, perdía la segunda plaza a manos
de Neuville después de dejarse mucho tiempo en dicha especial. El Ford Fiesta RS WRC de Mads llegaba sin difusor
trasero, con problemas de diferencial central, sin freno de
mano y con el habitáculo lleno de agua al no estar asegurada la estanqueidad en
los pasos por los numerosos vados. Neuville por su parte,
conseguía el segundo
mejor tiempo en el tramo de Tanti – Villa Bustos a pesar de una pequeña salida de pista
en una zona en la que el sol afectaba a la visibilidad. Sin poder ver la cuerda
de la curva, Thierry
perdía la referencia de frenado y terminaba entrando muy largo y
golpeando con la rueda trasera izquierda contra la cuneta. Llegaba desllantado,
sin poder recuperar todos los segundos que anunciaban la proyección de tiempo
en los parciales.

En cuanto a Latvala, el
finlandés buscaba ya reglajes para futuras fechas, sabedor de la ventaja que
contaba sobre Hayden Paddon en esos momentos.
Peor suerte corría Juho Hänninen, el cual confesaba tener problemas mecánicos
que le estaba haciendo dejarse hasta casi un minuto en cada tramo. Si
el bucle matinal del Rally de
Argentina traía
grandes novedades, especialmente en la lucha por la segunda posición que
mantenían Mads Otsberg y Thierry Neuville, el de la tarde ha presentado muchas
variaciones, especialmente después del TC14, especial en la que la
clasificación ha terminado de dar un vuelco por los
problemas aerodinámicos sufridos por Elfyn Evans y después de que Mads Ostberg sufriera
un toque con una roca que le dañaría la suspensión trasera.

El de DMACK se dejaba quince segundos con el belga, que se quedaba a sólo medio minuto de lo que podía ser su
segunda victoria consecutiva y la presentación de su candidatura al título tras
perder los rallyes de Monte-Carlo y Suecia. Otros de los que en pretemporada
sonaban como gran rival de Sébastien Ogier por el título de 2017, Kris Meeke, se reincorporaba a la
carrera tras el vuelco con la intención de sumar el máximo número de
scratchs para dedicárselos a sus sufridos mecánicos. El
norirlandés de Citroën lograba dos de tres mejores tiempos esta mañana,
sin embargo, un nuevo
vuelco en el TC14 le
obligaba a sumar su segundo abandono del rally. De nuevo las dos unidades de la
firma de los dos chevrones quedaban fuera de carrera antes de tiempo y se
vuelve a poner en tela de juicio la capacidad de Kris Meeke de luchar a la larga por los títulos
por su ya tradicional irregularidad en su pilotaje. Incluso más que la de su
padrino deportivo, Colin McRae.

Prácticamente
nadie podía predecir a la llegada de la asistencia que Elfyn Evans
fuera a desperdiciar una ventaja de más de un minuto ante la que podría ser su
primera victoria en el Rally de Argentina 2017. Sin
embargo, tras los problemas sufridos cuando se le desprendió el paragolpes
trasero y el difusor, la renta con la que contaba el galés de DMACK se situaba
en apenas una decena de segundos a falta de tres tramos, la etapa
del domingo. Allí, Thierry
Neuville daría la vuelta a la situación y terminaría logrando su segunda
victoria de la
temporada acompañado por su inseparable Nicolas Gilsoul. Ya en los dos primeros tramos
decisivos, el primer paso por El Cóndor y la única pasada por Mina Clavero – Giulio Cesare la carrera se dinamitaba. Neuville
conseguía los dos scratchs, mientras que Elfyn Evans, ya con el difusor nuevo y
la carrocería reparada, reportaba ciertos problemas de frenos y
sobrecalentamiento. El belga de Hyundai se quedaba a
falta de los 16 kilómetros de la Power Stage a sólo seis décimas de dar caza al piloto de M-Sport, algo
que por la progresión mantenida por el belga durante la última jornada y media
parecía perfectamente posible.

No era una buena Power Stage
sin embargo para Hyundai. A los problemas que ya traía Hayden Paddon de transmisión, se sumaba un fallo de la dirección asistida que dejaba al
neozelandés sin poder luchar por la Power Stage precisamente 12 meses después
de su hazaña en este mismo escenario. A ello se sumaba unos minutos antes Dani Sordo, el cual pinchaba la
rueda delantera derecha y llegaba sobre la llanta al final del tramo lamentando
al igual que el Kiwi la mala suerte que les ha acompañado durante los últimos
rallyes. Sébastien Ogier era otro de los que no terminaba contento este fin de semana. El Ford Fiesta RS WRC sigue sin
terminar de ser todo lo competitivo y fiable que le gustaría al tetracampeón,
algo que se ha demostrado este fin de semana con una prueba que ha demostrado una vez más ser la
absoluta bestia negra del
piloto nacido en Gap. Por primera vez fuera del podio en lo que llevamos de
temporada, a Ogier no sólo le está creciendo un duro rival en la figura de
Neuville, sino que también Ott Tänak ha demostrado que no tiene ningún respeto
a los teóricos galones del francés. Aquí cuarto y a pensar ya en Portugal que
se disputará en unas semanas. Por su parte, Citroën sólo
reincorporaba a Craig Breen, mientras que Toyota ha seguido con sus problemas
de temperatura, especialmente en el Yaris WRC de Juho Hänninen. Lorenzo
Bertelli debía abandonar por problemas de caja cambios, mientras que Mads
Ostberg se reenganchaba por Rally2 y ataba una novena plaza tras Dani Sordo.
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