En un fin de semana
donde la Fórmula 1 y la IndyCar dejaron bastante que desear, jamás podía imaginar que el entretenimiento
para los aficionados al motor lo ofrecieran categorías tan habitualmente
criticadas como el Europeo de
Fórmula 3, el Mundial de Turismos o el GT Open. Cierto es que las
dos primeras compitieron en un trazado que rara vez decepciona como Monza, pero en el caso del WTCC
este fin de semana cayó como agua de mayo después del aburrimiento de Marrakech.
La sesión de
clasificación tuvo cierta polémica por las dudas sobre si todos los pilotos
habían respetado los límites de la pista en sus vueltas rápidas, pero
finalmente los tiempos de cabeza no se vieron afectados por decisiones de los
comisarios y asistimos a una pole de Thed Björk y Volvo, por
delante de Tiago Monteiro y Rob Huff. La marca sueca refrendó posteriormente su
potencial con una nueva victoria en MAC3. Además la pole para la primera
carrera volvió a recaer en Tom Coronel, como en Marruecos.
Sin embargo el
neerlandés volvió a desaprovechar esa posición de privilegio. Si en aquella
ocasión la culpa fue de las frenos, esta vez caló en parrilla y permitió que en
cabeza se colocaran los Citroën de Mehdi Bennani y Tom Chilton, seguidos del
Honda de Norbert Michelisz y el Volvo de Néstor Girolami. Y nada más
completarse la primera vuelta se desataron las hostilidades entre ellos. Primero cayó Girolami por
un problema en el eje trasero de su Volvo; luego Bennani cerró la puerta a
Michelisz en la Parabólica, acabando los dos KO.
Chilton se quedó al frente en
solitario, mientras por detrás veíamos un precioso duelo entre Björk y
Monteiro, así como varios adelantamientos al Chevrolet de Esteban Guerrieri,
que pasó de 2º a 5º, superado por un Huff que trató sin éxito de arrebatar la
victoria a Chilton, Monteiro y Björk, que le superó en la recta de meta para ser posteriormente
sancionado con un
segundo e intercambiar así posiciones con el argentino. Al igual que Guerrieri
perdió posiciones regularmente Catsburg, aunque en el caso del neerlandés de
Volvo la causa no fue una falta de ritmo natural sino un capó motor suelto,
finalizando octavo, por delante del debutante Kevin Gleason al volante del
segundo de los Lada de RC Motorsport. Su compañero Yann Ehrlacher destacó pero
fue sancionado con diez segundos por saltarse la salida.
En la carrera principal del
fin de semana Tiago Monteiro arrancó mejor y superó a Björk en la salida, pero
el sueco arregló su problema en la segunda vuelta: gran velocidad punta del S60
camino de la Parabólica y liderato hasta la bandera a cuadros sin que ni
siquiera un Safety Car por avería en el Citroën de Chilton pudiera inquietarle.
Sin embargo los otros Volvo no tuvieron tanta facilidad a la hora de
adelantar y para
ver un cambio de posición tuvimos que esperar hasta el último metro de carrera:
tras Björk, Monteiro, Huff y Catsburg, el argentino Girolami logró arrebatar el
quinto puesto a Michelisz por tan sólo una milésima. La zona de puntos quedó
completada por Bennani, Guerrieri, Ehrlacher y Filippi.
Tras cuatro carreras y cuatro
marcas vencedoras distintas, como en el Mundial de Rallyes, Tiago Monteiro es
líder con 15 puntos de ventaja sobre Thed Björk. En cambio en el
certamen de marcas Volvo disfruta de idéntica renta sobre Honda. Entre los
independientes, cuatro pilotos quedan separados por cuatro puntos: Huff,
Chilton, Guerrieri y Bennani. Hungaroring será el siguiente escenario que
visite el WTCC, dentro de dos semanas.
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