Toyota, Subaru, Mazda y BMW han llegado a un acuerdo con el Gobierno de Estados Unidos para compensar el dinero que perdieron los dueños de nada menos que 15,8 millones de vehículos llamados a revisión por los airbags defectuosos de Takata. Según los documentos de una corte federal en Miami, los fabricantes han acordado pagar 495 millones de euros.
El acuerdo, que aún tiene que ser aprobado, afecta a 9,2 millones de vehículos Toyota, 2,6 millones de vehículos Subaru, 2,3 millones de vehículos BMW y 1,7 millones de unidades Mazda, desde el año 2000 hasta 2016. Será Toyota quien pague la mayor parte de la cantidad establecida: alrededor de 240 millones de euros.
Responsabilidad en cascada
El fabricante japonés Takata se declaró culpable formalmente en febrero ante un tribunal de Detroit de defraudar a compañías de automóviles, y a ciudadanos estadounidenses, por instalar airbags defectuosos en unos 42 millones de vehículos en Estados Unidos.
Horas después de que el fabricante japonés declarara formalmente su culpabilidad, The New York Times se hacía eco de una demanda en la que se afirma que al menos cuatro fabricantes sabían durante años que los airbags de Takata eran peligrosos, pero siguieron usándolos para ahorrar costes. Las alegaciones se centraban en Honda, que lo negó, Ford, Nissan, Toyota y BMW.
El acuerdo estableció que Takata pagaría 761 millones de euros a los 19 fabricantes que instalaron sus airbags en automóviles, y abonará otros 111 millones a las víctimas. A su vez, Subaru, BMW, Mazda y Toyota van a tener que compensar el tiempo y el dinero de los dueños que tuvieron que prescindir de sus vehículos tras la llamada a revisión.
Entre los modelos que se han considerado de mayor riesgo en Estados Unidos son: BMW Serie 3, Mazda 6, Subaru Legacy y Toyota Corolla. Los airbags son causantes de la muerte de al menos 16 personas y de 180 heridos a nivel global. Se trata de la mayor llamada a revisión de la historia, con 42 millones de unidades afectadas.
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