50 años lleva celebrándose el Rally de Portugal, y en esta especial edición se han celebrado dos eventos importantes: el 30 aniversario de la carrera deportiva en el WRC de Carlos Sainz y la 40ª victoria de Ogier en la competencia, una victoria que empezó con buen tiempo y muchas variaciones. Cielos despejados para recibir de nuevo a los pilotos en el Rally de Portugal 2017.
El tramo que se disputó en el Circuito de Baltar permitió tomar algunas
sensaciones, aunque los 4,61
kilómetros del Shakedown no
pueden ser considerados de representativos de lo que los pilotos se encontrarían. En este terreno, Dani Sordo ha sacado provecho una vez más
de las largas jornadas en el Karting La Roca para conseguir el mejor tiempo.
Aunque sin duda, gran parte de los ojos se
fijan en la presentación del Opel Corsa R5 de
Holzer y la exhibición que realizaron Carlos Sainz y
Luis Moya en el tramo
de Fafe, pilotos que salieron a ajustar sus máquinas y comprobar que todo está
correctamente. En especial
Ogier, que estrena chasis o Esapekka Lappi y Khalid Al-Qassimi,
que se ponían por primera vez al volante de uno de los nuevos World Rally
Cars 2017. Con todo ello, Dani Sordo comenzaba a marcar los mejores registros a partir de la segunda pasada,
superando en su tercer paso por el tramo de pruebas el tiempo de Sébastien
Ogier en una décima. Tercero, ya a más de medio segundo, se situaba Elfyn Evans, mientras que el otro
piloto DMACK en este rally, Mads Ostberg, lo hacía en cuarta
plaza, justo por delante del ganador de las dos últimas citas del Mundial,
Thierry Neuville.
Tenemos que bajar hasta la décima plaza para encontrarnos al primer Citroën C3
WRC, mientras que Jari-Matti Latvala, abonado a realizar su
mejor tiempo al final, escalaba a la tercera plaza a espaldas de su
ex-compañero Sébastien Ogier. También Kris Meeke conseguiría bajar su tiempo en
una última pasada, la quinta, subiendo hasta posiciones de cabeza justo por
detrás del piloto de Toyota. De nuevo casi 20.000 personas se agolpaban en las
laderas y las gradas del Circuito de Lousada para ver comenzar el Rally de Portugal 2017 con una superespecial que ya se ha
convertido en tradición. Los cara a cara se han ido sucediendo sin mayor
problema a pesar de que han sucedido algunos incidentes con el salto antes de
que salieran los pilotos oficiales. En estas condiciones, Mads Ostberg, que estrenaba aquí sus nuevas DMACK, se hacía con
el scratch empatado a tiempo con el dominador de los últimos dos rallyes del
Mundial, Thierry Neuville.
Tras ellos, Hayden
Paddon, Elfyn Evans y Dani Sordo. El español, apoyado por los
aficionados que se han desplazado desde otros puntos de la península, conseguía
situar el tercer Hyundai i20 WRC dentro de los cinco primeros, luciendo una
sonrisa que demuestra
haber pasado página al sinsabor de Argentina. Justo tras él Sébastien Ogier, el
cual ha superado en su duelo a un
Jari-Matti Latvala que ha comenzado la prueba lusa algo mermado por dolores en las costillas. Los
Citroën de nuevo han pasado algo desapercibidos, siendo Lefebvre el mejor
clasificado en octava plaza. El Rally de
Portugal 2017 ha disputado los tres primeros tramos del viernes con una gran igualdad entre los
pilotos y con un factor de limpieza del recorrido menor del que se esperaba para
el resto de la prueba. En esta situación, Jari-Matti
Latvala se alzaba
con el liderato tras un fugaz paso por el primer puesto de Hayden Paddon. A
pesar de la buena forma mostrada por el finlandés de Toyota, su liderato se
reducía únicamente a cinco décimas sobre Kris Meeke después del primer bucle.
Hayden Paddon comenzaba con el pie derecho el
día. En los 26,70 kilómetros de Viana do Castelo,
el neozelandés marcaba su tercer scratch de la temporada, bajando en un segundo
el crono realizado por Jari-Matti Latvala. El finlandés, segundo en salir a los
tramos, se levantaba recuperado de sus dolores en
la espalda y llevaba al Toyota a los primeros puestos tras unos resultados en México y
Argentina que no estuvieron a la altura de Hyundai y M-Sport, el Yaris WRC
llegaba con nuevas piezas y más conocimiento de un terreno con mayor parecido
al que se han utilizado en los test de desarrollo. Paddon, con Seb Marshall a la derecha sustituyendo a
John Kennard, se colocaba líder, con Latvala
tras él a sólo 2,4 segundos del
piloto de Hyundai, el cual explotaba todo el potencial del i20 WRC Coupé en una
especial con poco agarre y secciones muy
anchas y rápidas. La buena noticia de Hayden se contrarrestaba una vez más con
las sensaciones del resto de pilotos del equipo. En este caso a Neuville le caían 13 segundos
perdidos y
llegaba a meta recitando el mantra que repiten una y otra vez los pilotos de
Hyundai: tenía la sensación de que estábamos haciendo un buen tiempo en el
tramo, pero no. No tengo ni idea por qué.
El buen resultado del primer tramo del día no se
correspondía en la segunda especial. Paddon
perdía 9,7 segundos respecto al scratch marcado por Jari-Matti Latvala,
el cual era secundado por los pilotos M-Sport Elfyn Evans y Ott Tänak. El
finlandés de Toyota se colocaba entonces al frente de la general, demostrando
que en la primera pasada los primeros pilotos también podían realizar tiempos
competitivos. Stéphane Lefebvre volcaba y llegaba con el
Citroën C3 WRC magullado y con casi tres minutos perdidos a meta. En esta
ocasión eran Kris Meeke y Craig Breen los que le darían una alegría a Yves Matton, empatando junto a Ott
Tänak en el mejor tiempo de la cuarta especial. El norirlandés se iba a la
asistencia con sólo medio segundo de desventaja respecto a Jari-Matti Latvala,
cuyo liderato comenzaba a tambalearse después de reconocer que no había tenido
su mejor tramo.
Dani Sordo, en octava posición, reconocía haber sido demasiado
agresivo durante los tamos de la mañana. Aun así, el cántabro se mantenía dentro de los 10 segundos de desventaja respecto a Latvala, mientras que Ogier,
a pesar de abrir pista se encontraba a sólo 4,8 segundos de su ex-compañero. La superespecial
urbana de Braga cerraba una primera jornada en la que se volvía a confirmar el abandono de Kris
Meeke tras la rotura
de la suspensión de su Citroën C3 WRC. Una vez eliminados el norirlandés,
Hayden Paddon y Jari-Matti Latvala de la ecuación, el Rally de Portugal 2017 quedaba mucho más definido y con menos
elementos susceptibles de dar la sorpresa. Sin embargo, las diferencias seguían siendo
prácticamente imperceptibles, manteniendo
Ott Tänak el liderato tras
recorrer las dos pasadas por la superespecial de Braga. El estonio, que ya
demostró en Argentina que no le va a poner las cosas fáciles a su compañero de
equipo, tomó el testigo de Elfyn Evans, y
trató de estrenar su casillero de victorias de una vez por todas en una
prueba que suele tener reservadas muchas sorpresas.
En el caso de Dani Sordo,
siempre ha demostrado ser muy competitivo en Portugal, más con el aliento
incondicional de los aficionados españoles que se desplazan al país vecino para
seguir O melhor rali do mundo. En este caso, con Paddon fuera de las diez
primeras posiciones tras dejarse más de 10 minutos en el TC7, eran Neuville
y el propio Sordo los que estaban llamados a sumar para el apartado de marcas,
principal objetivo de Hyundai esta temporada y en el que actualmente cuentan
con cierta desventaja respecto a M-Sport. Será vital la fiabilidad que no ha
acompañado a Dani esta temporada en momentos clave. Por su parte, Sébastien
Ogier viene con mucha hambre de victoria. Tras cuatro pruebas
sin subirse a lo más alto del podio, el piloto de Gap quería llegar de una vez
por todas a las 40 victorias
en el Mundial y poner algo
de orden en un campeonato en el que con Neuville en alza puede presentar una de
las situaciones más peligrosas para Ogier de los últimos años. Precisamente el belga tendrá que esperar para ver si los
comisarios le devuelven algo de tiempo por los 20 segundos perdidos al rodar
a la estela de un Latvala que llevaba problemas en su Yaris WRC. Con los
tiempos tan apretados, era vital saber la decisión de los responsables.
Otros tres tramos para comenzar la
segunda jornada del Rally de Portugal. Con los
cielos despejados y sin nubes de lluvia amenazantes en el horizonte, la
elección de neumáticos era la misma para todos. Los pilotos Michelin montaban cinco neumáticos
blandos, a excepción de Stéphane Lefebvre que llevaba seis, en
previsión de tramos muy arenosos. A pesar de retirarse y reengancharse por Rally2
con el objetivo de que Hyundai solucionara los problemas eléctricos de su i20
WRC Coupé, Hayden
Paddon salía dentro del primer grupo a los tramos, perjudicado
al tener a Valeriy Gorban y su MINI WRC como liebres. Los comisarios le
otorgaban tres minutos de cortesía entre ambos tramos, conscientes de que el
neozelandés podría verse perjudicado por el peor ritmo del ucraniano. Meeke en
cambio, pasaba al final de los prioritarios.
Vieria do Minho, con sus 17,43 kilómetros
contra el cronometro, era el desayuno perfecto para los competidores, los
cuales hablaban de una especial con partes muy anchas, con muchas menos rocas
que los tramos disputados. En estas condiciones, Sébastien Ogier era el más rápido, endosándole 7,3
segundos a Dani Sordo que
perdía la segunda plaza. Tänak por su parte, mantenía el liderato por apenas
1,1 segundos, mientras que Neuville, después de la corrección de su tiempo en
el TC7 se situaba cuarto, a sólo
nueve segundos del piloto estonio de M-Sport. Mientras tanto, en Toyota, Juho Hänninen reconocía el gran trabajo realizado
por Esapekka Lappi, el cual, a pesar de perder mucho tiempo por un agujero en el Intercooler, se las había ingeniado para mantenerse
a sólo 20 segundos de su compañero. Peor lo estaba pasando Jari-Matti Latvala,
el cual aseguraba no encontrarse bien por una fiebre que le viene acompañando
desde el jueves y que le ha impedido dormir durante las últimas noches.
La segunda especial de la mañana, Cabeceiras de
Basto era prácticamente nueva en su totalidad, únicamente repitiendo una
pequeña sección ya utilizada en 2015, algo que tranquilizaba a hombres como Ott Tänak o Craig Breen,
con poca experiencia en esta prueba. El estonio mandaba su respuesta al scratch
anterior de Sébastien Ogier, dilatando su ventaja hasta los 6,3 segundos,
mientras que Sordo, debía ceder su tercera posición en manos de Neuville. Para cerrar la mañana, Amarante, el tramo más largo del
rally con sus 37,55 kilómetros que prometía poner a prueba a los pilotos con
sus secciones estrechas, rodeadas de árboles y alguna que otra sección corta de
asfalto. Era allí donde Sébastien
Ogier buscaba sorprender, imprimiendo un fuerte ritmo que
descolgaba en parte a los dos pilotos de Hyundai. Se esperaba la respuesta del
otro piloto de M-Sport, sin embargo, Tänak sufría
un toque en
el que dañaba una de sus ruedas, algo que empeoraría cuando se
equivocaba en un cruce, algo que se traducía en la pérdida del liderato después
de ceder en una especial 1 minuto y 23 segundos.
Ogier pasaba a ser líder, primera vez en todo
el rally que lo lograba, con Neuville y
Sordo como principales rivales, ambos por debajo del medio
minuto perdido. Craig Breen seguía siendo el salvador de Citroën Racing
situándose en cuarta plaza a 46,2 segundos de Sébastien y por delante de Ott
Tänak. Llegó el ataque de Sébastien
Ogier y pocos
tuvieron respuesta al mismo. Tänak no pudo pasar del primer bucle de esta segunda
etapa, mientras que los intentos de reacción de Thierry Neuville no se han
visto compensados en el cronometro. Es más, ha sido el piloto de M-Sport el que
ha seguido ampliando su ventaja sobre los dos hombres de Hyundai. Sordo y Neuville eran los dos i20 WRC Coupé
supervivientes después de que Hayden Paddon en el TC13 tuviera que abandonar antes de completar la especial por lo
que según Hyundai es un fallo en la dirección. El neozelandés, aquí acompañado
por Seb Marshall, golpeaba
fuerte en una compresión, algo que terminaría desembarcando en
problemas mecánicos que le dejaban fuera de carrera por segunda ocasión este
fin de semana. Una piedra más para la desafortunada primera mitad de campeonato
que está realizando el kiwi.
Neuville pasaba al ataque, imprimiendo un ritmo
muy fuerte en la segunda pasada por el tramo de Vieira do Minho, sin embargo, sólo podía recortar en un
segundo la ventaja con la que contaba Ogier, algo que el
francés le devolvería una especial más tarde, cuando en los 22
kilómetros de Cabeceiras de Basto era capaz de marcar el scratch y endosarle
cuatro segundos y medio al belga. Sébastien admitía haber reservado gomas para
atacar en un tramo en el que sabía que iba a poder sacar un botín mayor. En cuanto al resto de pilotos, decidían tomarse con calma
dicho tramo para conservar neumáticos, especialmente teniendo en cuenta
que todavía restaba la segunda pasada por Amarante. Tras la igualdad del primer
día, las posiciones quedaban muy definidas con Ott Tänak marcándose como mayor objetivo el tratar
de dar caza a Craig Breen y
su cuarta posición, mientras que Esapekka Lappi, en su debut, se encontraba 20
segundos por delante de Hänninen en la general tras el TC14, marcando cronos muy cercanos a los de un Latvala que llegaba completamente vacío de
energía al final de cada tramo.
Thierry
Neuville quería dar algo más de emoción a la prueba y le recortaba 6,2 segundos a Sébastien Ogier en el último
tramo del día, sorprendentemente después de que el francés llegase a tener
hasta dos segundos de ventaja en el segundo split. Según el piloto, tal vez había sido demasiado cauto con sus neumáticos en algunos puntos. Esto convertía
la cómoda ventaja que ostentaba Ogier en una preocupación. Apenas 16,8 segundos de renta a falta de los cuatro
tramos del
domingo, dos de ellos, las dos pasadas por Fafe. Dani Sordo
llegaba con la trasera del Hyundai dañada y ya diciendo adiós al tres de cabeza. Aun así, el cántabro
mantenía casi cuarenta segundos de ventaja sobre Tänak, el cual había conseguido
superar a Breen. No estaba dispuesto Sébastien
Ogier a dejar escapar su quinta victoria en Portugal. El
francés se adapta a la perfección a los tramos lusos, tanto en su etapa en el
sur como norte, y por ello, sabía perfectamente que no
podía desaprovechar la oportunidad de aumentar ligeramente su ventaja sobe
Thierry Neuville después de dos rallyes en los que el belga había reducido
claramente la brecha que había entre ambos en la general.
Con sólo cuatro tramos por delante, todos ellos
de menos de 12 kilómetros, parecía difícil que el tetracampeón cometiera el error de permitir a
Thierry Neuville ampliar su racha de victorias a tres consecutivas. El
tetracampeón salía decidido a mantener el margen y después de ver al piloto de
Hyundai recortarle ocho décimas en la primera pasada por Fafe, decidía acabar
con cualquier esperanza logrando el scratch en Luilhas, con
3,2 segundos de ventaja sobre Neuville y dejando
visto para sentencia el rally a
falta de dos especiales que entre ellas sumaban únicamente 20 kilómetros
cronometrados. El propio Thierry lo reconocía: Nadie puede cazar a Ogier en el último día con una ventaja de 16
segundos. Dani Sordo, tercer clasificado, comenzaba demasiado relajado el día,
algo que permitía que Ott Tänak le recortara hasta siete segundos en el primer
tramo. El cántabro reconocía que el ataque del piloto estonio le había
sorprendido ya que pensaba que iba a ser más cauto para conservar sus
neumáticos y tratar de luchar por la Power Stage. Habría reacción por parte del
segundo mejor Hyundai clasificado, marcando el mismo tiempo que Neuville en el
TC17 a pesar de que seguía sintiendo la trasera del i20 WRC Coupé demasiado
suelta.
Con sólo una especial para terminar el
Rally de Portugal 2017, la mayoría de competidores ha mezclado
estrategias, algunos reservando neumáticos de cara a la Power Stage y otros
probando cosas nuevas y reglajes de cara a Cerdeña, sabedores de que no tenían la velocidad
para luchar por los puntos extra. Jari-Matti
Latvala reconocía sentirse mucho mejor después de haber podido descansar tras
visitar al final de la jornada el hospital. Con unas condiciones menos deslizantes se disputaba la Power Stage,
en la segunda pasada por Fafe, la cual regalaba un espectáculo indescriptible a
todos los presentes y los que lo han seguido a través de la pantalla. Hyundai conseguía un podio muy perseguido en
Portugal, el primero desde que el equipo decidió volver al
Mundial de Rallyes con el i20 WRC Coupé, y lo hacía con Neuville y Sordo
acompañando en los dos escalones inferiores. El francés conseguía los hitos que
se había marcado para esta carrera, igualar a Markku Alén con cinco triunfos en
Portugal y llegar a las 40 victorias en el Campeonato Absoluto. Los puntos
extra se los repartían Tänak, Neuville, Evans, un sorprendente Lappi y
precisamente Sébastien Ogier que tan sólo arañaba un punto.
Comentarios
Publicar un comentario