Parece que el tiempo apremia para intentar salvar un modelo vital para España: el Opel Corsa. El pasado jueves, la dirección y el comité de empresa de la planta Opel en Figueruelas, Zaragoza, retomaron las negociaciones del convenio colectivo, que han alcanzado, tras meses, un punto muerto. En este escenario, el Grupo PSA anunció que iba a frenar el plan del nuevo Corsa y que descartaba más inversiones en la planta de Figueruelas. Tras largas e infructuosas jornadas de negociación y según fuentes de El Confidencial, los trabajadores han decidido aceptar rebajas salariales y de pluses a cambio de estabilidad. Tal y como informa Automotive News, PSA, que adquirió Opel de General Motors el año pasado, dice que la fábrica de Zaragoza es menos competitiva que sus otras dos plantas en España, en Vigo y Madrid, debido a los mayores salarios, las menores horas y la menor flexibilidad.