
El modelo piloto en España se llevará a cabo en Madrid, donde se monitorizarán 700.000 vehículos al año con dos dispositivos RSD+, una nueva herramienta basada en la tecnología de teledetección. La Unión Europea afronta el desafío de disminuir los niveles de NO₂, CO₂ y NOX entre otros, pero se enfrenta a Alemania y España, que han mostrado reticencias a eso de hacer público cómo se trabaja a nivel interno para garantizar que los fabricantes cumplan y que se resisten también a que un revisor independiente analice el trabajo de control estatal sobre la industria de la automoción.

Es precisamente en esta ciudad donde se pondrá en práctica el nuevo dispositivo de teledetección, cuyo objetivo es identificar vehículos altamente contaminantes, monitorizar la evolución de los niveles de emisiones empíricas y cuantificar el ahorro de volúmenes de emisión. Tal y como recoge el centro tecnológico Cartif, se monitorizarán 700.000 vehículos al año con dos dispositivos RSD+. Los vehículos identificados como emisores altos recibirán una notificación para que reparen el vehículo. Si vuelve a ser identificado como emisor alto, el propietario será apercibido.

Incluso si sólo se repara la mitad de estos vehículos, sería posible reducir las emisiones de CO₂ hasta 16 millones de toneladas al año. Dolores Hidalgo, investigadora de Cartif y responsable del proyecto, explica que es la primera vez a nivel mundial que se va a aplicar este tipo de política para identificar vehículos altamente contaminantes. En el proyecto también colabora la DGT. Por su parte, el modelo piloto austriaco se medirá en una flota controlada de 150 autobuses, un tipo de vehículo al que podemos ver con frecuencia expulsar grandes cantidades de humo, y que esperamos sea objeto de estudio también en el caso de Madrid.
Comentarios
Publicar un comentario