Parece que el tiempo apremia para intentar salvar un modelo vital para España: el Opel Corsa. El pasado jueves, la dirección y el comité de empresa de la planta Opel en Figueruelas, Zaragoza, retomaron las negociaciones del convenio colectivo, que han alcanzado, tras meses, un punto muerto. En este escenario, el Grupo PSA anunció que iba a frenar el plan del nuevo Corsa y que descartaba más inversiones en la planta de Figueruelas.
Tras largas e infructuosas jornadas de negociación y según fuentes de El Confidencial, los trabajadores han decidido aceptar rebajas salariales y de pluses a cambio de estabilidad. Tal y como informa Automotive News, PSA, que adquirió Opel de General Motors el año pasado, dice que la fábrica de Zaragoza es menos competitiva que sus otras dos plantas en España, en Vigo y Madrid, debido a los mayores salarios, las menores horas y la menor flexibilidad.
Según una portavoz de Opel España, la producción del Corsa podría trasladarse a otra fábrica si no se llega a un acuerdo: Solo habrá inversión si una planta es rentable, pero la planta de Opel en España está en desventaja con respecto a otras fábricas de PSA en España, dijo la portavoz el jueves. La planta proporciona 6.000 empleos directos y unos 25.000 en la industria auxiliar, y ante la amenaza de llevarse la fabricación del Corsa a otra planta, los trabajadores están asumiendo con resignación rebajas y congelación de salarios.
También podrían estar dispuestos a aceptar una mayor flexibilidad organizativa y a ver recortados pluses como nocturnidad o festivos a cambio de un plan que asegure carga de trabajo para los próximos años, así como la producción en Figueruelas de algunos nuevos modelos. Por su parte, el alcalde de la localidad ha declarado que el pueblo y la planta de Figueruelas es un matrimonio de carácter indisoluble y que debe seguir así durante muchos años porque Figueruelas ya no se entendería sin la fábrica de Opel España.
El ministro de Economía, Industria y Competitividad, Luis de Guindos, también se ha pronunciado al respecto, al igual que lo hizo tras la compra de Opel por parte de PSA. Espero que se consiga un buen acuerdo que permita mantener el plan de inversiones y el empleo del grupo PSA en la planta de Figueruelas y el desarrollo de un proyecto industrial estable y competitivo a largo plazo, ha afirmado.
La jornada del lunes se alcanzó un preacuerdo votado por los empleados en referendum durante el martes para aceptar o denegar la propuesta, siendo esta decisiva para el futuro de la planta de Figueruelas, ya que expira el plazo marcado por la empresa para cerrar el convenio colectivo. Figueruelas se encuentra así en manos del fabricante de coches del que más depende España, y su futuro está por decidir.
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