
Y entre sus características está la posibilidad de utilizar comandos gestuales con la expresión facial. De su diseño cabe destacar la vuelta a las formas altas-pero-no-SUV propias de los MPV, muy próximas a las del Chevrolet Bolt, cuyo espíritu casa más con la idea de los jóvenes urbanitas que la estética de los todocaminos que hoy por hoy pueblan las ciudades. También es evidente y muy elocuente la supresión del pilar B, que quizá no haya que entender tanto de forma literal como de forma metafórica, en referencia al espacio interior que da el concept-car; un espacio que Chrysler cifra en 180 pies cúbicos, o 5,10 m³.
El Chrysler Portal te entiende por la cara

Finalmente, y como es casi una exigencia en un vehículo de este corte, la integración con redes sociales para compartir música, fotos, vídeos y lo que surja es una característica que no necesita mucha presentación. Lo que sí nos llama la atención es el sistema de comunicación de pasajero a pasajero, que servirá para que los adultos que se sientan en la primera fila puedan comunicarse con los ocupantes de la tercera fila de asientos. ¿Quién dijo que la tecnología acabaría con el diálogo en las familias?
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