Después de que seis ejecutivos de Volkswagen fueran acusados por su presunta relación con la trama popularmente conocida como Dieselgate, el fraude de las emisiones, fuentes legales cercanas a la compañía han explicado que los altos cargos de Volkswagen están avisados para que no viajen a Estados Unidos. De hecho, según las mismas recomendaciones ni siquiera deberían salir de Alemania.
Oliver Schmidt fue detenido sin fianza días atrás, y ahora está a la espera de juicio. Los detalles de la detención, que se han dado a conocer en las últimas horas, resultan chocantes, casi de película: el FBI fue a por Schmidt cuando el ejecutivo de Volkswagen se disponía a viajar desde Miami hacia Cuba para tomarse unas vacaciones.
Volkswagen, sin ganas de jugársela
La noticia parece sacada de El Mundo Today, pero viene de Reuters, que mantiene el anonimato de su fuente porque el asunto es confidencial, según explican. También revela la agencia de noticias que el primer ejecutivo detenido por el Dieselgate ya había sido avisado de que no debía viajar a Estados Unidos.
Por su parte, un segundo informante ha detallado que este aviso se ha dado también a aquellos directivos que no han sido acusados de nada. Según estas informaciones no hay ganas de jugársela en Wolfsburg, y por eso el fabricante alemán habría recomendado a sus empleados la medida más conservadora posible, dadas las circunstancias.
Según la Constitución de Alemania, los ciudadanos que se encuentran en ese país solamente pueden ser extraditados hacia otro Estado miembro de la Unión Europea o bien pueden ser puestos a disposición de un tribunal internacional. La Oficina Federal de Investigación Criminal de Alemania ha explicado que no ha recibido ninguna orden de detención contra los cinco ejecutivos que busca la justicia norteamericana.
Sin embargo, abandonar Alemania podría suponer para los ejecutivos un riesgo de extradición hacia los Estados Unidos desde un tercer país. Esa es la razón principal por la cual Volkswagen habría avisado a sus empleados, según la información publicada. De hecho, a esta edición del Salón de Detroit sólo ha viajado Herbert Diess, responsable de la línea de turismos de Volkswagen, y porque se incorporó a la compañía en julio de 2015, sólo dos meses antes de que estallara el escándalo del engaño en las mediciones de NOx.
A por los responsables individuales
Volkswagen accedió a pagar la multa más elevada jamás impuesta en Estados Unidos por un asunto relacionado con la industria del Automóvil: 4.300 millones de dólares. Sin embargo, la Fiscal General de los Estados Unidos, Loretta Lynch, advirtió de que su acción continuaría contra los responsables individuales de orquestar esta dañina conspiración. Cabe recordar que la firma automovilística se reconoció culpable de tres cargos: conspiración, obstrucción a la Justicia e importación de vehículos utilizando declaraciones de conformidad falsas.
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