A principios del año pasado Audi presentó su todocamino más bestia, el Audi SQ7 TDI, que gracias a un motor 4.0 litros turbodiésel sobrealimentado por dos turbos y un compresor eléctrico, arroja unas cifras de escándalo para un SUV: 435 CV y 900 Nm. Ahora, el especialista alemán ABT Sportsline propone una importante mejora para aquellos clientes a los que el modelo les sabe a poco. El paquete de modificaciones para el SQ7 TDI contempla una enorme inyección de potencia y par para el motor turbodiésel de ocho cilindros, que pasa de las cifras ya citadas a un total de 520 CV y 970 Nm, que se dice pronto. Gracias a esto, ABT afirma que el todocamino es capaz de despachar el sprint de 0 a 100 km/h en 4,6 segundos, es decir, una décima antes que un Audi S4, por ejemplo.
Además, el especialista ofrece un juego de llantas de 22 pulgadas con gomas 295/35 de altas prestaciones, un kit de molduras de fibra de carbono para los paragolpes o un modulo de control para la suspensión activa que permite reducir la altura de la carrocería en 2 centímetros, rebajando ambos ejes. Por último, ABT ha modificado el generador de sonido del sistema de escape por su propio sistema de control de sonido, para mejorar aún más la nota de escape del SQ7, que a pesar de ser diésel tiene un sonido más que interesante.
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