Citroën C-Aircross Concept es la manera en la que Citroën entiende que debe ser un SUV compacto, y la apuesta de la marca de los engranajes para diferenciarse en cada segmento, retomando la estética y el espíritu que ya conocimos en el nuevo Citroën C3.
Se presenta a punto para que lo veamos al natural en el Salón de Ginebra, y a primera vista llama la atención tanto por sus características morfológicas como por la paleta cromática empleada por el equipo de diseño de Citroën. Pero como se trata de un concept-car, hay que ver más allá y leer entre líneas.
Un diseño exterior inédito en el mundo SUV
En las dimensiones del Citroën C-Aircross Concept queda patente el trabajo realizado para buscar un SUV de cotas compactas. En lo visual, el concept-car habla de aventura y de salidas ocasionales de la rutina, aunque eso, en lenguaje de diseñador, lo mismo se traduzca en protecciones de todo tipo que en llantas diamantadas de 18 pulgadas. También el trabajo de aerodinámica está presente en este vehículo. Según cuenta Citroën, cada superficie se ha pensado teniendo en cuenta los flujos de aire inducidos.
Así, integra tomas de aire en el paragolpes delantero, en la parte baja de las puertas laterales y también un difusor en la parte trasera. La línea de identidad de Citroën queda reflejada en el uso de la doble óptica que se remonta a los tiempos del Citroën Technospace y también en la firma luminosa que vemos en la parte trasera, con faros 3D formados por tres anillos flotantes.
También son flotantes la decoración de la zaga y el techo, y las custodias traseras realizadas en un vistoso color Coral Fluor, cuyas formas evocan unas persianas aerodinámicas que permiten el paso de la luz al interior. Fuerza, originalidad y frescura son las claves que defiende Citroën al hablar de un SUV que recupera la estela del Citroën Aircross y que se aleja del último Aircross Concept, que evocaba formas mucho más rotundas y una estética más conservadora, dentro de lo que es, o vuelve a ser, Citroën.
En el Citroën C-Aircross Concept se dan cita elementos gráficos fuertes y zonas puntuales de color, tal y como define Citroën a los detalles exteriores. Estos combinan los elementos de protección, inspirados en la estética de los Airbump, con el uso de colores vivos y muy contrastados. Y ese lenguaje de diseño exterior sirve como anticipo para un interior que promete no dejar indiferente a nadie.
Citroën Advanced Comfort
La apertura de puertas contrapuesta y la ausencia de pilar B constituyen toda una declaración de intenciones acerca de la accesibilidad que promete Citroën para su futuro SUV compacto. En el interior encontramos un habitáculo espacioso, con un uso de materiales y colores con el que Citroën quiere transmitir tecnología, líneas depuradas y relajación. Espacio, amplios asientos envolventes de Alcántara con efecto acolchado, y luminosidad gracias a un techo panorámico practicable son los elementos que sirven para lograr ese objetivo.
A esto se suma una estructura interior que queda dominada por la horizontalidad que proporciona visualmente una sensación de fluidez, de modernidad y de espacio, según explica Citroën. Citroën Advanced Comfort es el programa que da sentido a todo esto, un programa de diseño en el que la tecnología sirve al propósito estético, ya sea por medio de un futurista Head-Up Display, de una amplia pantalla de 12 pulgadas, de un volante monobrazo con mandos intuitivos, de un retrovisor por cámara o de la recarga de smartphones por inducción.
En el puesto de conducción encontramos una combinación de tonos gris claro y naranja dando luz a una banda flotante que hace las veces de salpicadero. Siguiendo las mismas premisas, los tonos Coral Fluor y naranja se combinan en el suelo del habitáculo.
Rétro-vision high-tech es la denominación con la que la marca cuenta que han emplazado dos cámaras a modo de retrovisores exteriores, más una tercera cámara ubicada en el alerón. Estas captan las imágenes del entorno, que se muestran en la pantalla que ocupa el lugar del retrovisor interior.
En el salpicadero, un amplio espacio portaobjetos sigue la línea de facilitar la vida a los ocupantes del vehículo, recuperando un elemento emblemático del Citroën C4 Cactus. Otro lo conforman las correas que sujetan el doble cajón, y que Citroën defiende como elementos que evocan el universo de los viajes y de las maletas.
Bolsas integradas en los asientos, portaobjetos ocultos bajo la consola central y grandes huecos vaciabolsillos en las puertas, entre otros, completan esta prometedora dotación, además de un amplio despliegue de tecnologías de navegación y conectividad que van en la línea que comenzó el Citroën C3, en cuanto al uso del vehículo como un dispositivo móvil más, capaz de convertir la experiencia de viajar en un fenómeno social que valorar a golpe de likes.
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