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Rally de Suecia: primer triunfo del regreso de Toyota

El 12 de febrero de 2017 pasará a la historia como el día en que el Toyota Yaris WRC consiguió su primera victoria con Jari-Matti Latvala. Justo 17 años después de la conseguida por Didier Auriol en el Rally de China de 1999. Se trata de la 44ª que consigue la marca nipona en el Mundial de Rallyes, las mismas que ha conseguido Volkswagen Motorsport tras cuatro años de completo ensueño. Y lo hizo antes de lo que muchos esperaban, en la segunda cita de un calendario que daba 13 intentos como margen a Tommi Mäkinen para demostrar resultados.

Los equipos ya avisaban desde el inicio que el shakedown podía ser de transición si la FIA no permitía tener algunos juegos extra para utilizar durante las pasadas de prueba. Recordemos que los 32 neumáticos que tienen disponibles para el fin de semana son también los que pueden utilizar durante el shakedown, algo que ha llevado a muchos a tomarse con mucha calma la mañana. Entre ellos el propio Sébastien Ogier, ganador de la primera cita de la temporada, que ya advertía que se lo iba a tomar con mucha calma, casi como si fuera un enlace.


Otros como Thierry Neuville, Hayden Paddon y Dani Sordo, decidían realizar al menos una pasada rápida para buscar sensaciones y comprobar que contaban con los reglajes adecuados para afrontar los tramos. Esto le permitía al cántabro colocarse en cabeza de la tabla de tiempos ya desde su primer paso, encarando el resto de sus pasadas obligatorias ya a un ritmo mucho menor. Con el objetivo cumplido, el de Puente San Miguel regresaba a la asistencia, mientras el resto de pilotos completaban sus respectivos shakedown. Habría que esperar hasta las terceras pasadas de Hayden Paddon y Kris Meeke para ver el tiempo de Sordo ser batido, en este caso por casi dos segundos. Esta brecha abierta por el neozelandés y el norirlandés la seguirían Mads Ostberg primero y Craig Breen después bajando los cronos.

Terminaría siendo Ostberg el que se anotaba el mejor tiempo en el shakedown en el que era su debut al volante de un Ford Fiesta RS WRC de 2017. ¿Volverá a ser competitivo el noruego tras dos temporadas oscuras? Sólo el tiempo lo dirá. Los apenas 7,23 kilómetros del recorrido también daban grandes noticias a Citroën y especialmente a Craig Breen, el cual también afrontaba su primera prueba con el C3 WRC después de salvar el honor de la marca en el pasado Rally de Monte-Carlo todavía con el DS3 WRC. En cuanto al resto, Neuville completaba un crono en su segunda pasada sólo medio segundo peor que el de Sordo y habría que bajar hasta la séptima plaza para encontrarnos con el segundo Ford oficial, en este caso el de Elfyn Evans, ya que tanto Ott Tänak, como Sébastien Ogier decidían tomárselo con mucha calma. 

Obviamente, las condiciones en las que se ha disputado han sido aún menos representativas de lo que acostumbran a ser los shakedown del WRC. En este caso no ha sido ni por las características del tramo ni por la situación meteorológica, sino por la polémica decisión de la FIA de no ofrecer neumáticos extra para los equipos prioritarios. Una superespecial anodina, pues ya conocemos de sobra el espectáculo con el que el Rally de Suecia suele arrancar en el hipódromo de Karlstad, ha dado bastante de sí. Y es que en la tarde del jueves Jari-Matti Latvala logró el primer scratch de Toyota en su regreso al Mundial de Rally. El finlandés batió en su duelo directo a Sébastien Ogier y arrebató a Thierry Neuville el mejor registro en la especial con que empezaba la prueba para convertirse así en el primer Toyota líder de una prueba del WRC en 18 años.

El tramo se disputó con un orden de salida invertido para agradar a las televisiones y el deterioro del piso hizo pensar en algún momento que quienes antes salieron al mismo podían tener algo de ventaja. Pero finalmente la impresión fue totalmente equivocada y el Gordo cayó tarde: en el último duelo entre World Rally Cars llegó el inesperado scratch de Latvala, que se impuso así a los Hyundai de Neuville y Sordo y los Ford de Tänak, Ogier y Ostberg, todos ellos en apenas 1,2 segundos. El mejor Citroën fue el de Kris Meeke, séptimo, apenas una décima por delante de Evans y Hänninen. El inicio de la jornada del viernes de Thierry Neuville recordaba al del Rallye de Monte-Carlo. Muy a gusto con el nuevo Hyundai i20 WRC, el belga se anotaba los dos primeros tramos representativos de la cita escandinava. Todo ello a pesar de que los reglajes no terminaban de estar a su gusto y a unas notas demasiado rápidas en la segunda especial. A la espera de llegar a plazas más representativas, donde sacar conclusiones más precisas, Neuville está demostrando ser el piloto que más rápido se ha amoldado a los nuevos World Rally Cars.

Sin embargo, aquí había muchos más invitados a la fiesta que en Monte-Carlo. Buena muestra de ello es que entre los 9 primeros clasificados había únicamente una diferencia de 14,1 segundos tras las dos primeras especiales, siendo el vigente Campeón del Mundo, Sébastien Ogier, el encargado de cerrar dichas posiciones, mientras que Juho Hänninen no tenía un inicio tan acertado y se dejaba 25,1 segundos nada más empezar. Era Latvala el encargado de mantener a Toyota en la lucha, sólo 4,6 segundos peor que Neuville a falta del primer paso por Svullrya. Mucho más cómodo con el Hyundai, Dani Sordo aguantaba el primer tirón, colocándose cuarto justo tras Kris Meeke y sólo cuatro décimas por delante de un Mads Ostberg que confirmaba las buenas sensaciones dejadas durante el shakedwon. El buen momento personal que está viviendo el noruego, así como la posibilidad de contar con el mismo material que tiene en la actualidad el equipo oficial, Ogier entre ellos, parecen haber recuperado al mejor Ostberg.

En el caso del piloto galo de M-Sport, la nieve recién caída y su posición abriendo pista la hacían perder poco a poco el tren de la cabeza a la espera de que pudiera sacar provecho del nuevo reglamento de orden de salida. El último tramo de la mañana nos dejaba los problemas de Dani Sordo. El cántabro perdía buena parte de sus opciones de podio al sufrir un pequeño trompo en uno de los cruces tras una distracción y después tuvo problemas para dar la vuelta debido a la estrechez de la sección. Esto se traducía en la pérdida de 29,5 segundos y la cuarta plaza que hasta el momento ostentaba en la general. Terminaba la mañana séptimo.

Con Evans y Tänak acumulando segundos por una pequeña salida de pista y problemas con la caja de cambios respectivamente, había que fijarse en la cabeza para ver el cambio de manos de la primera posición. Jari-Matti Latvala recuperaba el liderato después de marcar el segundo scratch con el Yaris WRC. 8,5 segundos de renta que le permitían terminar el primer bucle de nuevo por delante de Thierry Neuville. Sólo 3,9 segundos separaban al piloto de Hyundai del de Toyota, mientras que Kris Meeke ya cedía 18,8 segundos respecto al finlandés. Un cuarto tramo que le permitía a Sébastien Ogier recuperar terreno y situarse cuarto tras los problemas del propio Sordo y de sus compañeros de M-Sport. Cuatro fabricantes distintos entre los cuatro primeros clasificados.

Después de alternarse en el liderato con Jari-Matti Latvala durante el bucle matinal, los cuatro tramos del viernes por la tardepermitieron a Thierry Neuville retomar la cabeza de la carrera y abrir hueco al frente del Rally de Suecia 2017. El piloto de Hyundai se fue al hotel con un colchón de medio minuto de renta sobre Latvala tras aprovechar un segundo bucle en el que quienes abrieron pista se quejaron mucho del delicado estado de los tramos. Entre los más reivindicativos, como de costumbre, estuvo Sébastien Ogier. Primero en pista, explicó que las trazas dejadas por los vehículos históricos complicaron aún más la vida a quienes abrían pista. Y ello explica en parte que Ott Tänak le superase en la clasificación general: el vigente campeón del mundo ocupaba el quinto puesto, tras su compañero de equipo, autor del último scratch de la jornada, y Kris Meeke.

El primer tramo de la tarde fue especialmente duro, multiplicándose las salidas de pista y errores. La víctima más clara fue Juho Hänninen, quien por segundo rally consecutivo acabó chocando contra un árbol y tuvo que retirarse por los daños en su Toyota Yaris WRC. También los Citroën de Meeke y Breen se salieron de la pista en ese tramo, aunque para sufridores, Mads Ostberg: el noruego perdió el alerón de su Ford Fiesta WRC y las pasó canutas en el resto del bucle por falta de carga aerodinámica. De hecho optó por no tomar la salida de la última especial. Al igual que Tänak, otro de los que destacaron en el bucle vespertino fue Hayden Paddon, que se aupó al sexto puesto de la general por delante de un Dani Sordo que volvió a sufrir en condiciones de piso deslizante. Completaban la zona de puntos Craig Breen, Elfyn Evans y Stéphane Lefebvre, éste al volante del Citroën DS3 WRC de 2016.

Con dos centímetros de nieve fresca caídos durante la noche, comenzaba la etapa del sábado del Rally de Suecia 2017, con los pilotos invirtiendo su orden de salida a los tramos respecto a la clasificación. Algo que hacía que Valeriy Gorban fuera el primero en salir a las especiales, mientras que Juho Hänninen, Mads Ostberg o Lorenzo Bertelli, reenganchados por Rally2 salían al final del grupo. En estas condiciones, el recorrido con el que empezaba el día beneficiaba a los que salían detrás, entre ellos el autor del scratch, Ott Tänak. El estonio, que siempre se ha encontrado muy cómodo en este tipo de especiales muy rápidas, conseguía completar el recorrido a una velocidad media de 137,8 km/h, lo que se convertía automáticamente en el mejor registro de la era moderna del Mundial de Rally. Tänak se anotaba el scratch, seguido de Sébastien Ogier, mientras que Thierry Neuville y Jari-Matti Latvala, los dos principales candidatos a la victoria, reconocían haberse tomado con calma este inicio de etapa.

Dani Sordo escalaba por su parte hasta la sexta plaza, después de que Hayden Paddon sufriera un problema que le dejaría sin dirección asistida y que le hacía perder 1 minuto y 20 segundos respecto al cántabro. No estaba siendo el rally del neozelandés tras el regreso después del traumático Rallye de Monte-Carlo. El día en el que su copiloto cumplía años, Paddon sólo podía tratar de completar la mañana y reparar en la asistencia, aunque esto le estuviera costando acumular mucho cansancio en brazos y hombros al tener que luchar con la dirección. Ott Tänak por su parte seguía entonado. Ya sin los problemas con la caja de cambios que le acosaron, el estonio de M-Sport lograba su tercer scratch consecutivo, recortándole la renta a Latvala rápidamente y poniendo en presión también a un Ogier que trataba de seguir a su compañero a marchas forzadas. Neuville por su parte seguía liderando cómodamente, ampliando su ventaja al frente de la general debido a que Jari-Matti empezaba a mirar más hacia atrás que hacia delante, intentando mantener su posición privilegiada en el podio por segundo rally consecutivo ante la persecución de los Ford Fiesta RS WRC oficiales.

Antes de la disputa del último tramo de la mañana, llegaba el comunicado por parte de los organizadores del Rally de Suecia de que se cancelaba la segunda pasada por Knon, el que iba a ser el 12º del rally, después de la recomendación de la FIA a la que se llegaba tras estudiar las velocidades medias conseguidas en el primer paso. Una buena muestra de la nueva filosofía de la Federación Internacional, los cuales no van a dejar nada a la suerte, afianzando la aplicación de la seguridad proactiva. Tänak volvía a recortar 3,5 segundos a Latvala en el último tramo del bucle, Vargåsen, algo que le permitía irse a la asistencia a menos de 10 segundos del piloto finés. Neuville mantenía la cara y lograba afianzar su ventaja con 32,8 s de renta sobre Jari-Matti. El belga tenía por delante seis tramos y una renta de poco más de medio minuto sobre el piloto de Toyota. Sin embargo, empezaba a parecer que era Ott Tänak el principal candidato a terminar a espaldas del belga de Hyundai.

Mads Ostberg se llevaba una alegría en el salto del Colin Crest, posiblemente la única que se llevara en este rally tras los problemas sufridos con la caja de cambios y el alerón trasero. El noruego, que se reenganchaba por Rally2, realizaba un vuelo de 42 metros, insuficiente para alcanzar los 45 metros realizados por Brynildsen el año pasado. Thierry Neuville había completado gran parte de la segunda etapa apuntalando su ventaja antes de los tres tramos del domingo con los que se cerraría el Rally de Suecia, aprovechando claramente la lucha entre Jari-Matti Latvala y Ott Tänak por la segunda posición. Sin embargo, las cosas se podían torcer y mucho de nuevo para el de Hyundai que sufriría un accidente en la superespecial que lo dejaba fuera de carrera.

La cancelación de la segunda pasada por Knon nos dejaba seriamente mermada la jornada de tarde del sábado. El tramo según la FIA era demasiado rápido. Sin embargo, no se puede culpar a la Federación el querer tener algo de control de la situación. No se puede permitir copar los periódicos y telediarios por un nuevo accidente por segundo rally consecutivo y es por ello que han preferido cortar de raíz. Sin que el mercurio subiera a valores positivos, la tierra empezaba a hacer acto de aparición en algunas secciones sin poner en riesgo seriamente a los neumáticos con clavos, pero si ofreciendo algo mejor agarre que el de la mañana cuando todavía había una capa superficial de nieve virgen de apenas dos o tres centímetros. Mientras Neuville mantenía su liderato, la atención se centraba en dos luchas, las que mantenían Jari-Matti Latvala y Ott Tänak por la segunda posición y algo más atrás Sébastien Ogier y Kris Meeke por la cuarta.

Pronto saldríamos de dudas ya que una salida de pista del norirlandés en el segundo tramo de la tarde le dejaba atascado en la cuneta hasta que un grupo de aficionados lograba devolverlo a la pista. Dani Sordo se aprovechaba de ello y subía a la quinta plaza, mientras que Ogier tendría ya la seguridad de ser al menos cuarto y poder elegir si tomarse el resto del rally con calma o si buscaba inmiscuirse en la lucha entre su compañero de equipo y su antiguo compañero de Volkswagen. En cuanto a Citroën, de nuevo un rally para olvidar para los que se esperaban que fueran los verdaderos cocos del WRC 2017. Habrá que esperar a nuevos tramos sin nieve para ver su verdadero potencial. Latvala tomaría algo de aire en el TC13, anotándose un nuevo scratch que le permitía tener un colchón de aproximadamente 10 segundos respecto a Tänak. Por su parte, Neuville se mantenía a la expectativa. El belga creía que había sido la mejor elección el llevar dos neumáticos de repuesto ya que ese peso extra ayudaba a tener algo más de agarre, aunque el coche tuviera algo más de sobreviraje en ciertos puntos.


Los 26 kilómetros de Vargåsen volverían a ser una buena vara de medir las fuerzas de cada uno a estas alturas de rally. Mientras que Ostberg se divertía tratando de superar el record en el salto del Colin Crest, Latvala cedía aún más tiempo. No sólo decía adiós a prácticamente cualquier opción de lograr la primera victoria para Toyota, sino que veía como se dejaba 6 segundos con Tänak y el piloto de M-Sport se le echaba encima en la general. Sólo 4,3 segundos entre ambos y con Ogier también situándose al acecho. La razón de la pérdida del tiempo del finlandés era haber llegado a ese tramo con los neumáticos en peores condiciones que sus rivales, e incluso admitía haber levantado un poco en la zona en la que Kris Meeke se encontraba varado. La superespecial de Karlstad no parecía que iba a suponer grandes cambios hasta que Thierry Neuville se iba contra las barreras y dañaba la dirección. El belga decía adiós a la victoria. De nuevo durante la tarde de sábado y tras haber dominado prácticamente toda la prueba.

Latvala se quedaba como líder, con Tänak a menos de cuatro segundos a falta de los tres tramos del domingo. Toda la emoción y un nuevo golpe anímico para Thierry. Sordo por su parte se anotaba el scratch en el hipódromo, demostrando una vez más que se le dan muy bien estos tramos espectáculo. El cántabro escalaba a la cuarta posición y se quedaba de nuevo como salvador del equipo Hyundai tras el fallo garrafal de Neuville y los problemas de dirección asistida de Hayden Paddon. Cuando Thierry Neuville cometió su inexplicable error en la superespecial que cerraba la etapa del sábado en Suecia todo parecía indicar que viviríamos tres tramos de infarto y un maravilloso duelo entre Jari-Matti Latvala y Ott Tänak. Pero no ha sido así. El finlandés no dio opción y con tres scratchs dejó apuntalada junto a su fiel copiloto Miikka Anttila la primera e inesperada victoria mundialista del Toyota Yaris WRC. Se colocan además líderes del Mundial.

La insultante superioridad de Latvala y el Toyota Yaris WRC en esta última etapa se explica también por los problemas que Ott Tänak sufrió en curvas de alta velocidad. Y como el propio estonio llegó a declarar al final del segundo tramo del día, terminó arrojando la toalla y optando por conformarse con el segundo puesto. Por ello no es de extrañar que ni siquiera rascara algún punto en la definitiva Power Stage. En el último tramo del rally Latvala volvió a marcar la pauta, seguido de Sébastien Ogier, finalmente tercero de la general, y Thierry Neuville, que logra así tres puntos tras su clamoroso fallo cuando lideraba una vez más una prueba del Mundial. Meeke y Paddon cerraron esta zona de puntos en la Power Stage. Dani Sordo se quedó a las puertas del punto, a tres décimas de su compañero de equipo, pero al menos puede celebrar ser una vez más el mejor Hyundai de la general, al alcanzar el cuarto puesto. Tras él Craig Breen vuelve a obtener un buen resultado al finalizar quinto, seguido de Elfyn Evans, Hayden Paddon, Stéphane Lefebvre al volante del Citroën DS3 WRC viejo y los dos primeros clasificados entre los WRC2, que logran además colarse en el Top Ten: Pontus Tidemand y Teemu Suninen.

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