
Los
equipos ya avisaban desde el inicio que el shakedown podía ser de transición si la FIA no
permitía tener algunos juegos extra para utilizar durante las pasadas de
prueba. Recordemos que los 32 neumáticos que tienen disponibles para el fin de
semana son también los que pueden utilizar durante el shakedown, algo que ha
llevado a muchos a tomarse con mucha calma la mañana. Entre ellos el propio Sébastien Ogier,
ganador de la primera cita de la temporada, que ya
advertía que se lo iba a tomar con mucha calma, casi como si fuera un
enlace.

Terminaría
siendo Ostberg el que se anotaba el mejor tiempo en el shakedown en el que era su debut
al volante de un Ford Fiesta RS WRC de 2017. ¿Volverá a ser competitivo el
noruego tras dos temporadas oscuras? Sólo el tiempo lo dirá. Los apenas 7,23 kilómetros del recorrido también daban grandes noticias a
Citroën y especialmente a Craig Breen, el cual también afrontaba su primera
prueba con el C3 WRC después de salvar el honor de la marca en el pasado Rally de Monte-Carlo todavía con el DS3 WRC. En
cuanto al resto, Neuville completaba un crono en su segunda pasada
sólo medio segundo peor que
el de Sordo y habría que bajar hasta la séptima plaza para encontrarnos con el
segundo Ford oficial, en este caso el de Elfyn Evans, ya que tanto Ott Tänak,
como Sébastien Ogier decidían tomárselo con mucha calma.

El
tramo se disputó con un orden de salida invertido para agradar a las
televisiones y el deterioro
del piso hizo pensar en algún momento que quienes antes salieron al mismo
podían tener algo de ventaja. Pero finalmente la impresión fue
totalmente equivocada y el Gordo cayó tarde: en el último duelo entre World
Rally Cars llegó el inesperado scratch de Latvala, que se impuso así a los
Hyundai de Neuville y Sordo y los Ford de Tänak, Ogier y Ostberg, todos ellos
en apenas 1,2 segundos. El mejor Citroën fue el de Kris Meeke, séptimo, apenas
una décima por delante de Evans y Hänninen. El inicio de
la jornada del viernes de Thierry Neuville recordaba al del Rallye de Monte-Carlo. Muy a
gusto con el nuevo Hyundai i20 WRC, el belga se anotaba los dos primeros tramos
representativos de la cita escandinava. Todo ello a pesar de que los reglajes
no terminaban de estar a su gusto y a unas
notas demasiado rápidas en la segunda especial. A la espera de llegar a plazas más representativas, donde sacar conclusiones más precisas, Neuville está
demostrando ser el piloto que más rápido se ha amoldado a los
nuevos World Rally Cars.

En el caso
del piloto galo de M-Sport, la nieve recién caída y su posición abriendo pista la hacían perder
poco a poco el tren de la cabeza a la espera de que pudiera sacar provecho del nuevo reglamento de orden de salida. El último
tramo de la mañana nos dejaba los problemas de Dani Sordo. El cántabro perdía buena
parte de sus opciones de podio al sufrir un pequeño
trompo en uno de los cruces tras una distracción y después tuvo
problemas para dar la vuelta debido a la estrechez de la sección. Esto se
traducía en la pérdida de 29,5 segundos y la cuarta plaza que hasta el momento
ostentaba en la general. Terminaba la mañana séptimo.

Después
de alternarse en el liderato con Jari-Matti Latvala durante el bucle matinal,
los cuatro tramos del viernes por la tardepermitieron a Thierry Neuville
retomar la cabeza de la carrera y abrir hueco al frente del Rally de Suecia
2017. El piloto de Hyundai se fue al hotel con un colchón
de medio minuto de renta sobre
Latvala tras aprovechar un segundo bucle en el que quienes abrieron pista se
quejaron mucho del delicado estado de los tramos. Entre
los más reivindicativos, como de costumbre, estuvo Sébastien Ogier. Primero en
pista, explicó que las trazas dejadas por los vehículos históricos complicaron
aún más la vida a quienes abrían pista. Y ello
explica en parte que Ott Tänak le superase en la clasificación general:
el vigente campeón del mundo ocupaba el quinto puesto, tras su
compañero de equipo, autor del último scratch de la jornada, y Kris Meeke.

Con
dos centímetros de nieve fresca caídos durante la noche, comenzaba la etapa del sábado del Rally de Suecia
2017, con los pilotos invirtiendo su orden de salida a los tramos
respecto a la clasificación. Algo que hacía que Valeriy Gorban fuera el
primero en salir a las especiales, mientras que Juho Hänninen, Mads Ostberg o
Lorenzo Bertelli, reenganchados por Rally2 salían al final del grupo. En estas
condiciones, el recorrido con el que empezaba el día beneficiaba a los que salían
detrás, entre ellos el autor del scratch, Ott Tänak. El
estonio, que siempre se ha encontrado muy cómodo en este tipo de especiales muy
rápidas, conseguía completar el recorrido a una velocidad media de
137,8 km/h, lo que se convertía automáticamente en el mejor
registro de la era moderna del Mundial de Rally. Tänak se anotaba el scratch, seguido
de Sébastien Ogier, mientras que Thierry Neuville y Jari-Matti Latvala, los dos
principales candidatos a la victoria, reconocían haberse tomado con calma este
inicio de etapa.

Antes
de la disputa del último tramo de la mañana, llegaba el comunicado por parte de
los organizadores del Rally de Suecia de que se cancelaba
la segunda pasada por Knon, el que iba a ser el 12º del rally,
después de la recomendación de la FIA a la que se llegaba tras estudiar las
velocidades medias conseguidas en el primer paso. Una buena muestra de la nueva filosofía de la Federación Internacional,
los cuales no van a dejar nada a la suerte, afianzando la aplicación de la
seguridad proactiva. Tänak volvía
a recortar 3,5 segundos a Latvala en
el último tramo del bucle, Vargåsen, algo que le
permitía irse a la asistencia a menos de 10 segundos del piloto finés. Neuville
mantenía la cara y lograba afianzar su ventaja con 32,8 s de renta sobre
Jari-Matti. El belga
tenía por delante seis tramos y
una renta de poco más de medio minuto sobre el piloto de Toyota. Sin embargo,
empezaba a parecer que era Ott Tänak el principal candidato a terminar a espaldas
del belga de Hyundai.

La cancelación de la segunda pasada por Knon nos dejaba seriamente mermada la
jornada de tarde del sábado. El tramo según la FIA era
demasiado rápido. Sin embargo, no se puede culpar a la
Federación el querer tener algo
de control de la situación. No se puede permitir copar los
periódicos y telediarios por un nuevo accidente por segundo rally
consecutivo y es por ello que han preferido cortar de raíz. Sin
que el mercurio subiera a valores positivos, la tierra
empezaba a hacer acto de aparición en algunas secciones sin poner en riesgo seriamente a los
neumáticos con clavos, pero si ofreciendo algo mejor agarre que el de la mañana cuando todavía había una capa superficial de nieve virgen de apenas dos
o tres centímetros. Mientras Neuville mantenía su liderato, la atención se
centraba en dos luchas, las que mantenían Jari-Matti
Latvala y Ott Tänak por
la segunda posición y algo más atrás Sébastien Ogier y Kris Meeke por la cuarta.

Los
26 kilómetros de Vargåsen volverían a ser una buena vara de medir las fuerzas
de cada uno a estas alturas de rally. Mientras que Ostberg se divertía tratando
de superar el record en el salto del Colin Crest, Latvala
cedía aún más tiempo. No sólo decía adiós a prácticamente
cualquier opción de lograr la primera victoria para Toyota, sino que veía como
se dejaba 6 segundos con Tänak y el piloto de M-Sport se le echaba encima en la
general. Sólo 4,3
segundos entre ambos y con Ogier también situándose al acecho.
La razón de la pérdida del tiempo del finlandés era haber llegado a ese
tramo con los neumáticos en peores condiciones que sus rivales, e incluso
admitía haber levantado un poco en la zona en la que Kris Meeke se encontraba
varado. La superespecial de Karlstad no parecía que iba a suponer grandes
cambios hasta que Thierry Neuville se iba contra las barreras y dañaba la
dirección. El belga
decía adiós a la victoria. De nuevo durante la tarde de sábado y tras haber dominado prácticamente
toda la prueba.

La
insultante superioridad de Latvala y el Toyota Yaris WRC en esta última etapa
se explica también por los problemas que Ott Tänak sufrió en curvas de alta
velocidad. Y como el
propio estonio llegó a declarar al final del segundo tramo del día, terminó
arrojando la toalla y
optando por conformarse con el segundo puesto. Por ello no es de extrañar que
ni siquiera rascara algún punto en la definitiva Power Stage. En
el último tramo del rally Latvala volvió a marcar la pauta, seguido de
Sébastien Ogier, finalmente tercero de la general, y Thierry Neuville, que
logra así tres puntos tras su clamoroso fallo cuando lideraba una vez más una
prueba del Mundial. Meeke y Paddon cerraron esta zona de puntos en la Power
Stage. Dani Sordo se quedó a las puertas del punto, a tres décimas de su
compañero de equipo, pero al menos
puede celebrar ser una vez más el mejor Hyundai de la general,
al alcanzar el cuarto puesto. Tras
él Craig Breen vuelve a obtener un buen resultado al finalizar quinto, seguido
de Elfyn Evans, Hayden Paddon, Stéphane Lefebvre al volante del Citroën DS3 WRC
viejo y los dos primeros clasificados entre los WRC2,
que logran además colarse en el Top Ten: Pontus Tidemand y Teemu Suninen.
Comentarios
Publicar un comentario