La división australiana de General Motors no se anda con tonterías. Allá por el mes de mayo de 2016 anunciaron que su berlina extrema de tracción trasera pasará a mejor vida en el mes de octubre, pero lo haría por todo alto. Holden, y más concretamente HSV, han presentado al brutal HSV GTSR W1.
El anterior HSV GTS Gen-F2 con 540 CV se queda en una hermanita de la caridad contra el nuevo misil de cuatro puertas australiano frente a la última evolución con la friolera de 635 CV. El tope de una nueva gama de tres modelos que recuperan el nombre estrenado en 1996 por el primer GTSR, el vehículo más radical de Holden hasta entonces. Y sí, esto que ves está montado sobre la plataforma E2XX de General Motors, la misma que utiliza el Opel Insignia Grand Sport.
GTSR W1, el fin de fiesta más brutal
Esta bestia de las antípodas equipa un motor LS9 V8 de 6.2 litros sobrealimentado procedente del Corvette C6 ZR1 y es capaz de transmitir a sus rodillos traseros una inmensa fuerza de 635 CV y 815 Nm de par motor. Se nota que la cultura de los V8 Supercar cala hondo en las islas al otro lado del globo.
Con estas enormes cifras y asociado exclusivamente a una caja de cambios manual de seis velocidades, HSV asegura que el GTSR W1 es capaz de alcanzar los 100 km/h desde parado en 4,2 segundos y completar el cuarto de milla en 12,1 segundos. La velocidad máxima limitada es de 250 km/h, pero sin limitación será capaz de poner a cuatro ocupantes a 292 km/h sin despeinarse demasiado. Lo que sí afirman es que podría haber sido una velocidad superior, pero han querido primar la aceleración con unos desarrollos más cortos.
Para el apartado de suspensiones también hay novedades, y vienen heredadas directamente de la experiencia acumulada por Holden en competición. De sus coches de carreras se han tomado unos nuevos amortiguadores ajustables SupaShock que sustituyen al Magnetic Ride Control utilizado en el resto de HSV. El gran beneficio de este material es una menor fricción para un comportamiento más efectivo.
Exteriormente el W1 se puede diferenciar por un aspecto aún más agresivo que el resto de sus predecesores, con paragolpes más exagerados y aerodinámicos con entradas de aire de mayor capacidad, el empleo de fibra de carbono y un splitter integrado. También son específicos los frenos AP Racing, las llantas de 20 pulgadas y los neumáticos Pirelli P Zero Trofeo R.
Por dentro también hay novedades con el empleo de una tapicería específica de Alcántara que se extiende por los asientos, el volante y la palanca de cambio, y el logotipo W1 sobre los reposacabezas. El HSV GTSR W1 será una tirada realmente corta, pues sólo se producirán 300 unidades a partir del mes de abril para los mercados de Australia y Nueva Zelanda a un precio de 130.000 dólares australianos, unos 92.286,21 euros al cambio.
No rompas el cerdito, están todas vendidas. Y aún hay más, porque si este monstruo te parece demasiado, HSV comenzará a comercializar también otros dos modelos bajo las siglas GTSR que equipa el motor LSA 6.2 V8 con una potencia de 583 CV, en versiones sedán y pick up.
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