
Por razones que no están demasiado claras, el aparcamiento del Pontiac Silverdome se convirtió en el mes de enero en el hogar de cientos de modelos Audi y Volkswagen afectados por el escándalo de emisiones del grupo alemán. Ahora, hasta 60 de estos coches han desaparecido. Fueron robados y enviados a otros estados para su reventa de manera ilegal.

De momento, la policía del estado de Indiana, junto a otros cuerpos policiales, ha recuperado al menos 22 de estos vehículos, 12 de ellos cuando estaban a punto de subastarse en un evento en la localidad de Clarksville. Desde Volkswagen, que recompró todos estos vehículos a los usuarios afectados, no se han querido pronunciar al respecto. No podemos hacer comentarios sobre esta investigación en curso, afirmaba un portavoz de la compañía alemana el pasado martes.
El escándalo y la recompra de vehículos

Hace unos meses la EPA o Agencia de Protección Medioambiental Estadounidense anunciaba que los miles de vehículos recomprados por Volkswagen que reposaban en campas podrían volver a ser vendidos, en concreto 67.000 modelos diésel de 2015, aunque parece que los ladrones de Pontiac jugaron sus cartas un paso por delante que el gigante alemán.
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