
Y es que ya sabíamos que el Honda CR-V no tendría versiones diésel en Europa, pero que a cambio presentaría este concept en Frankurt, en el que la tecnología híbrida de Honda estará disponible en una carrocería de tipo SUV. El estilo de este prototipo mantiene las líneas típicas del SUV y anticipa las especificaciones europeas del nuevo CR-V con un diseño evolucionado de estilo deportivo. El exterior es más ancho, más alto y más largo que la versión anterior.

El sistema híbrido no requiere una transmisión convencional, ya que cuenta en su lugar con una única relación de engranajes de conexión directa, lo que permite una transferencia fluida del par. Este sistena i-MMD determina cómo consumir el combustible y la energía eléctrica de la manera más eficiente, lo que significa que el conductor no tiene que ajustar los tres modos de propulsión posibles: EV Drive, Hybrid Drive y Engine Drive.
En el modo EV Drive, el motor de propulsión obtiene la energía únicamente de las baterías, por lo que no se producen emisiones. En el modo Hybrid Drive, el motor de gasolina propulsa al motor-generador eléctrico alimentando al motor de propulsión eléctrico. Aquí, el exceso de energía del motor de gasolina se aprovecha a través del motor-generador para cargar la batería. En el modo Engine Drive, entra en funcionamiento el motor de gasolina. En este modo y en el caso de demanda de máxima potencia también se cuenta con el apoyo del motor de propulsión eléctrica.

Durante la conferencia que ha tenido lugar en el Salón de Frankfurt, el Presidente y CEO de Honda Motor, Takahiro Hachigo, ha confirmado que todos los nuevos automóviles que se lancen en Europa a partir de 2018 incorporarán algún tipo de sistema de propulsión eléctrica. A nivel global, el objetivo de Honda es contar con algún sistema de propulsión eléctrico en dos tercios de las ventas en el año 2030, mientras que en Europa el año clave para cumplir este objetivo es 2025.
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