Este año, el trío de utilitarios PSA/Toyota se renueva, y viene el Citroën C1 de segunda generación. Se abandona parte de la filosofía de utilitario puro y duro que representaba, y recibe tecnología y equipamiento antes impensable en segmento A.
El nuevo C1 se ofrecerá en carrocería de tres y cinco puertas, tanto con un techo rígido normal, como uno de lona que se pliega en la parte trasera como en el DS3 Cabrio. La gama de colores tiene ocho tonos de carrocería, tres de capota y se puede elegir bitono en algunos casos.
Independientemente del número de puertas, mide 3,46 metros de largo, una anchura de 1,62 metros y una altura de 1,45 metros. Es capaz de girar 180 grados entre aceras en solo 9,6 metros. El C1 de primera generación es algo más corto, pero un poco más ancho y con mayor altura. Su diseño es moderno y agresivo, muy juvenil.
Poco peso y más opciones de motor
De 900 kg ha bajado a 840 kg, una rebaja importante. Por ejemplo, solo en el eje trasero se han ahorrado 4 kg. Poco a poco se están reduciendo los pesos de las carrocerías en general gracias al uso de aceros más rígidos, por lo que se puede usar menor cantidad, y por tanto, pesan menos.
La oferta de motores es solo de gasolina. En la primera generación había un HDi de 54 CV, pero ya se descartó hace unos años por baja demanda. Se conserva el 1.0 VTi de 68 CV, un tres cilindros marchoso y con buen sonido, pero que va justito en autopista.
Se añade una opción más enérgica, el 1.2 VTi de 82 CV, también tricilíndrico, capaz de hacerle llegar a 100 km/h en 11 segundos. El consumo homologado es 4,3 l/100 km, dato similar al motor de acceso. Por cierto, dispondrá de una versión automática o ETG con el motor de 68 CV, como en el modelo actual.
Espacio interior más aprovechado
La mayor mejora del coche en este sentido es el mayor maletero, que pasa de 139 a 196 litros. Al levantar el portón la cortinilla superior también sube. El volumen máximo de carga, abatiendo las plazas traseras, es de 780 litros frente a los 751 litros que entraban antes.
Los asientos equipan diferentes tapicerías, a combinar con el resto de colores elegidos para el vehículo, y son de una sola pieza, es decir, el reposacabezas está integrado. Además, los plásticos del salpicadero van a juego con el color de la carrocería. Los tres puertas contarán con memoria de posición, y opcionalmente podrá haber calefacción en las plazas delanteras.
Opcionalmente tendrá un climatizador automático, el modelo vigente solo podía tenerlo manual. Las ventanillas traseras son siempre de apertura de compás. Otra gran conquista es la disponibilidad de una guantera con tapa, donde según la marca cabe una botella de un litro.
Mientras que en el modelo previo la mayor concesión a las nuevas tecnologías fue el conector auxiliar del equipo de música, ahora hay más énfasis en lo de los teléfonos de última generación. Puede tener una pantalla táctil de 7” que clona la imagen del teléfono mediante una aplicación especial, denominada Mirror View, que exige conexión USB.
Eso permite disponer de navegación, información metereológica, música y un eterno etcétera sin invertir más dinero. La misma pantalla sirve para la cámara de estacionamiento trasera, aunque por las dimensiones del coche, es algo totalmente prescindible en un modelo económico aunque útil para aparcar en lugares estrechos.
Entrar y salir del coche sin sacar las llaves del bolsillo también será posible. La llave convencional del modelo actual se quedó muy lejos. Arrancar cuesta arriba sin molestar al embrague será muy fácil con la tecnología Hill Assist, otra novedad en la gama. Además, dispone, como ya es habitual en la marca, de luces diurnas de LED en posición vertical, igual a las de un DS 3, lo que le aporta mayor sensación de apoyo y anchura.
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