Mitsubishi
amplía por debajo la gama Outlander ofreciendo una versión de siete plazas con
acabado Motion y el motor diésel de 2,2 litros y 150 CV con tracción al eje
delantero. La
no disponibilidad de tracción integral implica también una serie de cambios
estéticos como la desaparición de los protectores inferiores delantero y
trasero y de los de los pasos de ruedas.
Con
esta nueva estética, el Outlander se convierte en un coche con un aspecto más
asfáltico y supone
una buena alternativa, por precio y capacidad interior, a los monovolúmenes
compactos de siete plazas como el Opel Zafira Tourer o el Citroën C4
Grand Picasso, por ejemplo, aunque posea menos modularidad y estabilidad que estos al ser más alto.
Esta
versión, con el acabado Motion, dispone de
un equipamiento muy completo.
Además de las siete plazas ofrece de serie apertura y arranque sin llave, faros
de xenón, pantalla táctil con cámara de retrovisión, sistema de audio Rockford
Fosgate y llantas de aleación de 18 pulgadas además del pack eléctrico
completo, todo tipo de airbags y climatizador.
El
precio de tarifa es de 30.900 euros pero con el descuento en vigor de la
marca, cifrado en 4.000 euros, queda en 26.900 a los que todavía se pueden descontar
otros 1.000 en el caso de que el cliente pueda acogerse al plan PIVE.
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