La vida es una tómbola, de luz y de color. En el automóvil no iba a ser menos. El color es un atributo estético que puede ser una forma de expresión del dueño, una elección pragmática o incluso algo irrelevante. Hasta encontraremos gente que distinga a los coches por sus colores y no por otra cosa.
Tengamos en cuenta que los colores en automoción son más complejos de lo que parecen. Hay colores sólidos, metalizados, de triple capa, mate. Pueden costar desde nada a varios centenares de euros, según su complejidad, carácter exclusivo. Probad a pedir un utilitario en marrón tricapa, el vendedor puede reírse en nuestra cara.
Para saber cuáles son los colores más demandados no podemos guiarnos por el ojo de buen cubero, sino recurrir a fuentes serias de la industria, como las empresas que proporcionan los colores a los fabricantes de coches. Ellos son los que realmente saben cuáles son los más demandados.
Si os parece, nos centraremos principalmente en el mercado europeo, que es el que más cerca nos pilla. Los colores más demandados históricamente son blanco, negro, gris, plata y rojo, no necesariamente en ese orden. Al ser los más demandados, son los más económicos e incluso sin coste.
En los últimos años el diseño ha cobrado mucho protagonismo en automoción, y el color es un atributo más importante. Estamos asistiendo al amanecer de la personalización, del distinguir mi coche de los demás. Los vinilos, carrocerías de doble tono y las combinaciones exterior/interior ganan protagonismo poco a poco.
Este gráfico ha sido elaborado por Axalta Coating Systems y representalos colores más demandados desde 1953, primero en Norteamérica. Posteriormente se extendió su análisis a Asia/Pacífico desde 1973, luego Europa desde 1980 y Sudamérica desde 2000. Habla por sí solo.
Podemos observar que en la década de los 80 los claros protagonistas fueron el rojo y el negro. Mientras el verde y los amarillos/dorados iban en decadencia, asistimos a la creciente popularidad del blanco, así como del azul. Los grises y plateados permanecen al acecho.
En los años 90 el negro sigue ganando la partida al rojo todos los años, y el azul gana protagonismo ninguneando al blanco. Los tonos verdes vuelven al top 5 después de unos años de ausencia. A final de década, los grises y platas vienen para quedarse. Fijaos en lo que pasa a partir del nuevo siglo.
Desde 1999 hasta 2012 protagonismo absoluto de grises y platas, con coprotagonismo de azules y negros. Los rojos se quedan cómodos en el quinto puesto, pero el blanco recupera terreno desde 2006 hasta llegar al color mayoritario en 2013. Muchos lo explican por el efecto exclusivo asociado a productos de alta tecnología.
Curiosamente, en Norteamérica y Asia/Pacífico el blanco ya se había ganado el primer puesto con años de antelación, con menos protagonismo aún del rojo. ¿Nos llevan años de ventaja? Es una forma de interpretarlo. También habrá quien piense que no tiene nada que ver el tocino con la velocidad, y que sobre gustos no hay nada escrito.
En los últimos años se está extendiendo la gama cromática en cada modelo. En las novedades que vamos publicando, ya sean modelos nuevos o restylings, mencionamos dos o tres colores nuevos para elegir. Una parte relevante de los compradores no comprarán si no pueden llevarse un coche del color x.
Eso me recuerda mucho a un conocido que solo se plantea la compra de un coche marrón, todo lo demás pasa a ser secundario. No es un ejemplo representativo, desde luego. Pero si los fabricantes aumentan las tonalidades, es por algo, la clientela quiere colores que se salgan de la famosa lista de los más demandados.
Cuando se inició la producción en serie del Ford Model T, el cliente podía elegir cualquier color siempre y cuando fuese negro. Hoy día tenemos los colores más demandados, que son masivos, y quien busca personalización se verá tentado a escoger tonos que no tengan nada que ver con ellos, como el amarillo FR/piolín.
Si nos ceñimos a los coches híbridos y eléctricos, los fabricantes han querido asociarlos al blanco, al azul o al verde. En algunas gamas encontraremos tonos que se pueden elegir solo para modelos de motorización alternativa, como una forma más de expresar el carácter del coche.
¿Buscamos definirnos o indefinirnos? Es una buena pregunta. Desde luego con un tono minoritario, como el verde, no buscamos precisamente la discrección, sino todo lo contrario.
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