Las cámaras de visión trasera son cada vez más
habituales e incluso serán obligatorias en EE.UU en todos los vehículos que se
comercialicen a partir de 2018. Estas cámaras se activan al insertar la marcha atrás mostrando en una
pantalla del salpicadero todo aquello que se sitúa o que puede aparecer
súbitamente detrás del vehículo.

Además no siempre y en todas las
circunstancias es fácil determinar o ver claramente qué hay o qué no hay detrás
del coche o a qué distancia se sitúa al estar mirando a través de una cámara y
en una pantalla de dimensiones normalmente más bien reducidas.

El desarrollo consiste en un sistema de detección de
imagen que es capaz de identificar
diferentes objetos, sean obstáculos estáticos, vehículos en movimiento o
peatones, siempre que éstos estén situados dentro del campo de visión de
la cámara del coche. O de las cámaras, porque según Fujitsu el sistema de
detección está diseñado para funcionar también con múltiples cámaras situadas en el vehículo, sean traseras o frontales e
incluyendo aquellas que ofrecen una visión periférica de 360 grados alrededor
del vehículo.

Además de identificar los objetos que está viendo, el sistema puede alertar al conductor en el
caso de que aparezcan nuevos objetos o de que éstos se aproximen hacia el
vehículo mediante el reconocimiento de imagen por software, una
asistencia necesaria dado que aumenta la información que recibe el conductor
sobre lo que sucede en el vehículo y a su alrededor.
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