Hasta hace unos años si se nos antojaba un acabado mate para nuestro vehículo no teníamos muchas opciones disponibles. La más extendida, quizá, era acudir a un especialista en vinilado que podía transformar la pintura de nuestro coche en otra mate, de cualquier color.

Entre las principales marcas que ofrecen este tipo de pinturas con acabado mate destacan el trío alemán formado por Audi, BMW y Mercedes-Benz, pero también hay otros fabricantes como Hyundai que disponen de pinturas de este tipo para modelos muy concretos, en este caso el Veloster Turbo, o la gama DS de el grupo PSA.

Si bien es cierto que este tipo de pinturas mate resultan muy exóticas y permiten diferenciarse de la gran mayoría de vehículos que circulan por las carreteras, lo que también es ciertamente exótico es el precio que debemos pagar por ellas. Y no es porque la pintura en sí resulte mucho más costosa, sino porque está menos extendida que otros tipos de pintura como la metalizada.

Por lo tanto, no son especialmente baratas, pero habrá quien no pueda resistirse a un acabado de este tipo.
¿Muchos cuidados?
Los fabricantes que ofrecen este tipo de pintura aseguran que no hacen falta tantos cuidados como podríamos imaginar para mantener como nuevo nuestro vehículo, aunque es cierto que hay algunas limitaciones o inconvenientes. No podemos, por ejemplo, meterlo en un túnel de lavado. Con este tipo de coches se nos acabó la vaguería.

De hecho, se desaconseja utilizar paños o trapos de microfibras sintéticas, puesto que pueden dañar la pintura. Ésta no es más delicada que una pintura metalizada, pero nos encontramos con un problema si se araña, puesto que no podremos repararla con ningún producto mágico como haríamos en una pintura normal y corriente.

Si comparamos esta clase de pinturas con pinturas brillantes, las de acabado mate necesitan ser lavadas más a menudo y con más mimo, evitando dejar marcas o rayones. Algunos fabricantes ofrecen sus propios productos de limpieza, específicos para estos acabados, aunque se pueden limpiar utilizando simplemente agua y jabón, y como en cualquier otro coche, a la sombra es lo ideal.
Resulta muy importante eliminar el polvo u otros residuos que se hayan podido depositar sobre la carrocería antes de frotarla, ya que podríamos crear algún arañazo indeseado. Algunos fabricantes recomiendan un manguerazo previo y todos coinciden en que, obviamente, no se debe utilizar el mismo paño o trapo con el que se limpien las llantas, precisamente para evitar que la suciedad se acumule en el mismo y acabemos arañando la pintura.

Otra opción, aunque nunca deberemos despreocuparnos de los cuidados necesarios para la pintura, es aplicar una capa protectora de cera o laca especial, sólo si está indicada para pinturas mate. De esta manera evitamos que gran parte de la suciedad y el polvo se adhiera a la carrocería.

Así que, si te encantan las pinturas mate pero no vas a poder dedicarle el tiempo necesario, quizá no sea la mejor opción para ti. Si por el contrario, eres de los que a menudo pasa el rato lavando el coche y dejándolo impoluto, y no te importa poner especial atención en su cuidado, una pintura mate no será un problema.
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