La presentación del Land Rover Discovery Concept nos
ha dejado con una importante, a la par que interesante, visión del todoterreno
del mañana. No hablamos de SUV, todocaminos o crossovers, sino de un automóvil
capaz de enfrentarse a terrenos abruptos con el 100% de posibilidades de salir
victorioso.
Lejos de diferenciales, defensas o neumáticos repletos de tacos, Land Rover nos descubre como el
off-road se rinde ante la última tecnología para dar vida al todoterreno más
geek que hemos conocido.
Una de las
grandes innovaciones que podremos conocer en el nuevo Discovery será la
adopción de iluminación adaptativa con ópticas láser.
Esta tecnología cuenta con un sistema de proyección inteligente capaz de
adaptar su longitud, anchura y altura para así no obviar ningún obstáculo
dentro y fuera de asfalto. La distancia
máxima de iluminación podrá llegar a los 300 metros, duplicando de este
modo la longitud alcanzada por la iluminación LED.
Al mismo
tiempo, un sistema de medición láser
ubicado en el paragolpes delantero permitirá al vehículo analizar los
obstáculos presentes en el camino para asesorar al conductor. Este
sistema de medición consigue determinar la distancia y espacio disponible entre
los obstáculos para evitar problemas mayores a la hora de sortear cualquier
eventualidad.
La
conducción autónoma es ya una realidad, pues a
través de una aplicación instalada en nuestro smartphone o tablet, podremos
controlar el nuevo Land Rover Discovery como si se tratara de un gran coche de
radiocontrol. Esta herramiente pemite al usuario realizar maniobras como
el estacionamiento a muy baja velocidad sin necesidad de estar detrás del
volante.
Por último,
la gran innovación presentada en absoluta primicia no es otra que la integración de un parabrisas con
realidad aumentada. Gracias a unas diminutas cámaras ubicadas en el paragolpes
delantero, el conductor es capaz de ver a través del capó.
La idea, más
sencilla de lo que parece, emplea las imágenes
recogidas por las cámaras de vídeo, superponiéndolas sobre el parabrisas para
fundir la imagen virtual y la imagen real que tenemos sobre el frontal del
vehículo. De este modo, y aunque el resultado final es estar ante un
capó translúcido, el conductor es capaz de visualizar una imagen real de todo
cuanto oculta el capó delantero.
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