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Aston Martin Valkyrie

Sin duda recordarás al Aston Martin Valkyrie. Era aquel hiperdeportivo de infarto que, con sus 1.145 CV, dejó en la miseria de la potencia al proyecto inicial, cuyo motor debía desarrollar unos anodinos 900 CV. Bien, pues en el episodio de hoy, el Aston Martin Valkyrie se renueva, y lo hace buscando un aligeramiento de masa, porque una relación masa potencia inferior a 1:1 nunca es suficiente, aumentando sus capacidades aerodinámicas y montando un interior de verdad.
Así, el principal rasgo que cambia desde hace unas semanas tiene que ver con la ganancia en altura, en lo que se refiere a las líneas principales del exterior. Ahora su habitáculo permite un acceso más cómodo, mientras que los laterales han sido simplificados, incluyendo unos flancos más sencillos en sus canalizaciones y esas llantas cuya forma plana obviamente obedece a un mejor comportamiento.

Además, se ha incrementado su carga aerodinámica y se ha mejorado en general la canalización del flujo de aire modificando varios elementos que van de los pasos de rueda delanteros a la espectacular zaga. Todo, para un hiperdeportivo que parece basado en el lema olímpico: más rápido, más alto, más fuerte. Por otra parte, se insiste en la supresión de espejos retrovisores, ya que se utilizan cámaras traseras para observar el mundo que se aleja, y apreciamos las ópticas, que son nuevas. O, mejor dicho: ahora el Valkyrie ya tiene unas ópticas como está mandado, llenas de bombillas, cables y cosas, y son como un 30 o un 40% más ligeras que en cualquier otro Aston Martin.
El dato no es baladí, ya que el hiperdeportivo ha buscado la contención de masas en los pequeños detalles. Por ejemplo, en la placa que identifica este histórico fabricante con la icónica presencia de las alas del esfuerzo. Así, en el Valkyrie el emblema de Aston Martin se reduce a una calcomanía de aluminio que mide sólo 70 micras de espesor. Para que nos hagamos una idea, el ojo de una persona suele tener un limite para ver partículas de hasta 100 micras, que es lo que puede medir, de promedio, el diámetro un cabello humano. No nos consta que el motor ha ganado potencia, aunque visto lo visto es de esperar que en el típico reajuste de última hora se haga con unos 100 caballos más del tirón, o así. Lo que parece probado es que el trabajo que vienen haciendo en Gaydon tiene como único objetivo lograr el súmmum de la hiperdeportividad.
Un interior a prueba de circuitos
Y si es hideportivo en el exterior, no puede serlo menos en el interior. El renovado Aston Martin Valkyrie por fin cuenta con un habitáculo que se puede enseñar. ¡Y qué habitáculo! Aston Martin se ha planteado el Valkyrie como un prototipo equiparable a los prototipos que se utilizan en el mundo de la competición, ya sean de Fórmula 1 o de resistencia, y hacen referencia explícita a Le Mans. No es de extrañar, por lo tanto, que el tablero sea algo espartano, mientras que los mandos se concentran en el volante rectangular. Los asientos son realmente deportivos. Tanto, que van anclados al suelo y cuentan con dos posibilidades para los cinturones de seguridad: o montan un arnés de cuatro puntos de serie, o cuentan con seis puntos de anclaje como opción.
Por cierto, que Aston Martin no descarta dar a conocer algunos cambios más de aquí hasta que este monstruo llegue definitivamente al mercado, a un precio que rondará los 3 millones de euros. De hecho, el Valkyrie tal y como lo vemos aquí equivale al Valkyrie definitivo en un 95%. Con todo y con eso, no son demasiados los datos que ha aportado el fabricante británico en esta ocasión. Por eso, si te has quedado con sed de más siempre puedes leer algo sobre cómo el Aston Martin Valkyrie quiere romper las leyes físicas con 1.145 CV y una relación peso-potencia menor a 1:1. Prepara el babero, eso sí.

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