Con el Dodge Challenger Demon como el más brutal de los Challenger, el poderoso Hellcat se había quedado algo descafeinado o, al menos, eso piensa Dodge, por lo que ofrece para el Hellcat 2018 un kit de ensanche de la carrocería para hacerlo aún más agresivo. Básicamente, se trata de los mismos pasos de rueda del Demon, que añaden casi 9 centímetros a la anchura total del modelo.
Aún así, no todo es estética, ya que estos pasos de rueda ensanchados sirven para alojar llantas de aluminio Devil's Rim de 20 pulgadas y con neumáticos Pirelli P Zero en dimensiones 305/35. Además, debido a la adherencia adicional de estas gomas, Dodge ha incorporado una nueva dirección asistida eléctrica y modos de conducción SRT.
El Dodge Challenger SRT Hellcat cuenta también con un capó de aluminio con toma de aire central y dos extractores de aire, los faros Air-Catcher con entradas de aire integradas, un splitter frontal heredado del mismo Demon, una parrilla exclusiva para el Hellcat o un equipo de frenos Brembo con discos de 391 milímetros y pinzas de seis pistones en el eje delantero.
Bajo el capó se mantiene el espectacular 6.2 litros HEMI V8 con compresor, caracterizado por una nota muy particular con el característico zumbido del compresor. La potencia de 717 CV se mantiene, al igual que el par motor máximo de 881 Nm. De serie se puede asociar a una caja de cambios Tremec manual de seis velocidades o bien una transmisión automática Torqlite de ocho marchas.
Según Dodge, el 2018 Hellcat con kit de ensanche es bastante más rápido en circuito que el Hellcat normal. De hecho, en el circuito de pruebas del fabricante estadounidense, de 2,7 kilómetros, el Widebody consigue un tiempo 2 segundos más rápido que el convencional.
También mejora una décima de segundo en el 0-96 km/h, tres décimas en la aceleración en el cuarto de milla y aumenta considerablemente la fuerza G lateral que es capaz de generar: 0,97G frente a 0,93G. Además, alcanza una velocidad máxima de 314 km/h.
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