Las ventas de coches diésel no dejan de caer en Europa, principal mercado de este tipo de motorizaciones. Acusado de todos los males y bajo sospecha tras el fraude de las emisiones de Volkswagen, el motor diésel acaparaba en el primer trimestre de 2017 el 47% del mercado de Europa occidental, según el último informe de la ACEA, acusando un descenso continuo en las ventas en los últimos cinco años.
El diésel sigue representando una parte importante del mercado, pero en 2016 supuso el 49,8% de las ventas. Venimos de lejos, pues en 2012 el 55% de las matriculaciones se hacían con turismos diésel. ¿Es el fin del diésel?
El declive del diésel
En los diferentes mercados de Europa occidental contemplados en el informe de la ACEA, el diésel ha experimentado fuertes caídas en Francia y en España. En España, en el primer trimestre de 2017 la cuota de mercado del diésel fue de 51,4% cuando en el mismo periodo de 2016 era de 58,2%. El descenso es pronunciado. Ocurre lo mismo al otro lado de los Pirineos, con una cuota del 47,7% en el primer trimestre de 2017, la caída es notable con respecto al primer trimestre de 2016; entonces era de 52,2%. Pero en 2012 era del 75%. Ahí es nada.
El descenso se mantiene en países como Alemania, 43,8% en 2017 frente a 46,5% en 2016, o en Gran Bretaña, 43,9% en 2017 frente a 47,1% en 2016. Aún así, existen todavía particularidades como el crecimiento del diésel en Italia, que pasó de 54,8% de cuota de mercado en los tres primeros meses de 2016 a 57% en este primer trimestre de 2017.
Y todo ello en un contexto de crecimiento del mercado de la Unión Europea en el primer trimestre de 2017 reflejado en ellos principales mercados: +11,9% en Italia; +7,9% en España; +6,7% en Alemania; +6,2% en el Reino Unido y +4,8% en Francia.
Al mismo tiempo, la venta de modelos eléctricos ha progresado notablemente: +50%, con respecto al primer trimestre de 2016. De todos modos, siguen teniendo una cuota de mercado todavía anecdótica del 0,6%. En cuanto a las ventas de híbridos no enchufables, éstas han progresado un 61% con respecto al mismo periodo de 2016. Pero su cuota de mercado total es del 0,5%. Los modelos que funcionan con gas natural o GLP también han visto su cuota de mercado crecer: +10%, pero tienen un peso en el mercado de 2,5% y 1,3%, respectivamente.
Ataque al diésel
Durante el apogeo del fraude de las emisiones de Volkswagen se pudo pensar que el gobierno alemán protegía sus fabricantes, sin embargo ha recientemente puesto en marcha una consulta a gran escala para luchar contra las emisiones de Nox, las más nocivas, y de las cuales se culpa exclusivamente al diésel. En realidad y simplificando es una cuestión de inyección directa, pero como la inyección directa se popularizó primero en los diésel, pues son culpables, piensan nuestros dirigentes.
Así, el ministerio alemán de transportes y el de medioambiente anunciaron el pasado martes la creación de un foro nacional sobre el diésel para trabajar con los Länder y los fabricantes para reducir la contaminación de los diésel. Según Reuters, se habla incluso de una actualización masiva de los coches diésel en Alemania. Lo que supondría una llamada a revisión obligatoria para 12 millones de vehículos que tendrían que efectuar casi todos los fabricantes que tengan diésel en el mercado alemán.
Es poco probable que esa operación se haga, pero demuestra hasta qué punto el diésel ha caído en desgracia. En realidad, después de haber favorecido durante décadas el diésel mediante incentivos fiscales en toda la Unión Europea porque emitían menos CO2, ahora resulta que incluso podrían verse prohibidos en algunas ciudades, como Madrid en 2025.
A pesar de todos estos anuncios, muchas veces de cara a la galería, la realidad es que las normas de homologación en términos de contaminación son cada vez más severas para los diésel. Los fabricantes se ven entonces obligados a invertir todavía más en I+D y en sistemas de descontaminación de los gases para los nuevos modelos. Y eso, claro, repercute en el precio final del coche. Así, los fabricantes dejan poco a poco de incluir el diésel en las gamas de los modelos más populares y podría abandonarlo del todo, como Volvo. Y esa es la verdadera razón del declive del diésel en Europa.
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