El
Mundial de RallyCross también superaba el ecuador de la temporada este fin de
semana y se iba de vacaciones en el que es sin duda uno de los trazados más
espectaculares del calendario. Holjes es una gran fiesta, tanto
para aficionados como para los pilotos. La cita sueca perdía uno de sus grandes
atractivos cuando Mattias Ekström se veía obligado a competir en
Norisring renunciado a ejercer su condición de local.
Johan Kristoffersson tomaría el testigo y de paso se iba al parón del verano con un buen
colchón de puntos sobre el jefe de EKS RX y su compañero en el equipo PSRX,
Petter Solberg. A los pilotos suecos habituales, entre los que nos encontramos
también a Timmy Hansen, había que sumar en esta ocasión a los dos
pilotos de Olsbergs MSE en el GRC, Sebastian y Oliver Eriksson,
los cuales tomaban dos unidades del Ford Fiesta ST Supercar del equipo para
competir en la que para ellos también era la prueba de casa.
Con
todo ello, el nivel en pista era muy alto, en un circuito en el que la estrategia con la Joker
Lap tiene gran incidencia en los tiempos y en el que la
primera curva supone un embudo importante en el que sólo entra un coche. En
estas condiciones, nos encontramos a muchos de los favoritos fuera de los 12
mejores. Posiblemente el más damnificado era el equipo de Mattias Ekström, el cual
ponía a Reinis Nitiss como segundo piloto para sumar
puntos de cara al mundial, así como la llegada de Per Gunnar Andersson a la
unidad del piloto del DTM.
El
fin de semana fue completamente para olvidar en el caso del EKS RX, quedando por
primera vez todos los coches fuera de las
semifinales, algo que no sucedía desde mayo de 2015. Junto a
PG, Topi Heikkinen y Reinis Nitiss, también caían Kevin Hansen, Guy Wilks y
Oliver Eriksson, mientras que Johan Kristoffersson, con dos victorias y dos
segundos puestos, pasaba a la fase final liderando la clasificación intermedia
por delante de Petter Solberg y Sébastien Loeb.
La
primera de las semifinales era dominada desde el primer metro precisamente
por Kristoffersson. Loeb trataba de seguir el ritmo del sueco,
sin embargo, este hacía brecha desde la primera vuelta y el alsaciano debía
pasar a defender su segunda plaza de Timmy Hansen y Ken Block, ambos con una estrategia
de Joker Lap muy temprana. No habría cambios y el
estadounidense se quedaba fuera de la gran final junto a Timerzyanov y un
inspirado Niclas Grönholm que estrenaba patrocinadores.
En
la segunda de las dos carreras previas, la clave estaba en la salida,
concretamente en el cajón de la pole, en el que Petter Solberg se quedaba clavado después
de que el semáforo se tornara verde y perdía cualquier opción de superar el
corte. El noruego trataba de recuperar a la desesperada, sin embargo, se
encontraba con el tapón de Timo Scheider y hasta ahí llegaba
su recuperación en una carrera ganada por su compatriota, Bakkerud y seguido
por Kevin Eriksson y Janis Baumanis.
En la gran final, Kristoffersson estaba decidido a conseguir su
tercera victoria consecutiva y así dar un golpe sobre la
mesa en el campeonato. Los Peugeot 208 WRX tomaban en la primera vuelta la
Joker Lap, dejándonos sin saber si Timmy tenía algo más de ritmo que Loeb para
tratar de poner en aprietos al Volkswagen Polo GTI Supercar. No habría mucha
más historia y Ktistoffersson celebraba la victoria frente a sus
compatriotas al más puro estilo Petter Solberg a pesar de
estar renqueante de su lesión producida en Hell por un accidente con uno de sus
mecánicos.
El Volkswagen sigue evolucionando y se está mostrando como el mejor
coche del mundial y a la espera de nuevas soluciones heredadas del Polo WRC
2017. Sin duda el sueco se ha convertido en el hombre a batir. En
el resto de categorías, Dan Rooke frenaba la racha
victoriosa de Cyril Raymond, mientras que Artis Baumanis se apuntaba el
triunfo entre los S1600 y Anton Marklundhacía lo propio entre
los competidores del Euro RX Supercars. El sueco está demostrando que el paso
atrás dado ha sido lo correcto, liberándose de la presión y demostrando su
talento.
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