El chorreo de multas al que está haciendo frente Volkswagen en Estados Unidos puede verse incrementado al otro lado del charco. Según informaciones de Le Monde, el fabricante alemán puede ser condenado en Francia a pagar una multa de 19,7 mil millones de euros según se desprende en un informe judicial al que ha tenido acceso la cabecera francesa.
La cifra está calculada a partir de la facturación de la firma alemana en los ejercicios de 2012 a 2015. En total, Volkswagen vendió en Francia 946.087 vehículos con el ya conocido dispositivo fraudulento, que les permitió ahorrar 1.520 millones de euros por año en ese periodo. De hacerse efectiva la multa, los primeros afectados serán los trabajadores.
Los beneficios del fraude
En octubre de 2015 comenzó una investigación judicial del caso en Francia, encargada por el Gobierno francés, en el que se investigaba a Volkswagen por daños al medio ambiente y la salud pública y por fraude. En el corazón del caso, un informe de 24 páginas en el que los investigadores han evaluado el fraude en casi 20.000 millones de euros. Dicho informe establece que Volskwagen tuvo una facturación de 22.780 millones de euros gracias a los motores pirateados que engañaban en las pruebas de certificación de emisiones de los vehículos diésel.
En total, la firma alemana vendió 946.087 vehículos equipados con este dispositivo fraudulento, que ahorró al grupo una media de 1.520 millones de euros por año entre 2012 y 2014, ya que el desarrollo de un sistema legal de limitación de emisiones no se produjo. Les permitió así reducir en un 35% sus gastos. De los vehículos vendidos en Francia, 600.000 eran marca Volkswagen, 192.000 eran Audi, 93.000 Seat y 65.000 Skoda. Tras afirmar el CEO de la compañía, Matthias Müller, que no habrá compensación para Europa, este informe puede suponer un revés a su estrategia de recortes y más aún a las cuentas del gigante alemán. Según Le Monde, la sanción puede alcanzar el 10% de la facturación total del grupo.
Un informe que no verá la luz
En Alemania las aguas tampoco están demasiado calmadas. Müller está siendo investigado por la fiscalía alemana junto a su antecesor, Martin Winterkorn, por una presunta manipulación del mercado y las últimas declaraciones del grupo en Hanover no han dejado con buen sabor de boca a los inversionistas. El presidente del consejo directivo, Hans-Dieter Pötsch, afirmó que no se publicará un informe final con las conclusiones de una investigación externa relacionada con el escándalo de emisiones, puesto que de lo contrario podrían enfrentarse a multas masivas.
También en Alemania, Volkswagen vaticina un enfrentamiento con los líderes sindicales por los recortes en plantilla. El objetivo para 2020 es eliminar 14.000 puestos de trabajo y ahorrar 3.000 millones de euros en costes laborales para alcanzar los objetivos de productividad. Si la multa por parte del gobierno francés se hace efectiva, van a necesitar mucho más que eso para hacer frente al pago.
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