Por si no había quedado lo suficientemente claro, Volkswagen ha declarado que a los afectados europeos por el escándalo de emisiones se les ofrecerá una garantía extra de dos años. Punto. La negativa a compensar a los consumidores europeos desesperaba a Bruselas mientras Angela Merkel se mostraba indecisa ante qué situación afectaría menos a su industria.
Finalmente, desde la Comisión Europea nos llega la noticia de que la firma alemana no se ocupará de los consumidores europeos, tal y como se había dado a entender en un principio. Por su parte, alrededor de 220.000 conductores holandeses e ingleses se han unido en una demanda contra Volkswagen para conseguir una compensación.
Europa no es Estados Unidos
La comisaria europea de Justicia, Consumidores e Igualdad de Género, Vera Jourova, así como otros funcionarios europeos, se han estado esforzando en avanzar las negociaciones con el grupo alemán. El director ejecutivo de Volkswagen, Matthias Müller, alegó por su parte en 2016 que no era viable económicamente compensar a los 8,5 millones de afectados en Europa hasta que no hubiera necesidad de hacerlo.
Según Müller, no se ha violado la ley en Europa y no ve la necesidad de compensar a los consumidores al otro lado del charco. La oferta de una extensión del periodo de garantía será la única concesión hecha por la empresa en respuesta a la creciente presión de Bruselas por equiparar a los propietarios europeos con los estadounidenses.
Una demanda paneuropea a la vista
Mientras tanto, alrededor de 220.000 conductores en los Países Bajos y Reino Unido se han unido en lo que podría convertirse en una ola de litigios coordinada contra el Grupo Volkswagen para recibir una compensación. Volkswagen ha ofrecido una actualización de software para todos los vehículos afectados, pero para los consumidores europeos no es suficiente. La compañía ya se ha comprometido a gastar hasta 25.000 millones de dólares en Estados Unidos para hacer frente a las reclamaciones de los propietarios de 11 millones de vehículos equipados con sofware ilegal, así como a reguladores de medio ambiente, Estados, reparaciones y concesionarios.
Austria, Alemania, Suiza así como España, Francia, Italia, Polonia, República Checa y los países escandinavos también están en proceso de conversaciones para llevar a cabo la demanda colectiva, en la que también se acusa a Bosch de ejercer un papel fundamental en el engaño. Volkswagen por su parte ha afirmado, según recoge Automotive News, que todos los vehículos afectados son y han sido técnicamente seguros y aptos para circular. Pueden ser conducidos en las carreteras sin ningún tipo de limitaciones y se pueden vender sin pérdida en el valor residual. Se estima que en Europa hay 8,5 millones de automóviles afectados.
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