La primera participación de Fernando Alonso en las 500 Millas de Indianápolis no ha terminado como esperábamos. El asturiano tras haber liderado durante gran parte de la primera mitad de la carrera, cayó algunas posiciones y afrontó las últimas vueltas entre los diez primeros puestos cuando de pronto, su motor Honda se rompió, dejándole tirado en la pista. Un final más parecido al que estamos acostumbrados a ver en la Fórmula 1, que al que esperábamos ver en la legendaria carrera estadounidense.
La victoria de la carrera ha sido para Takuma Sato, que se ha convertido en el primer piloto japonés en conseguir una victoria en Indianápolis. Todo estaba preparado en Estados Unidos para lo que iba a ser la carrera del año en el Circuito de Indianápolis. El tradicional ladies and gentelmen, start your engines se convirtió en drivers, start your engines, cambiando así la diferencia entre hombres y mujeres, algo que varias participantes había solicitado en el pasado.
Con los motores ya en marcha y el Safety Car con el actor Jeffrey Dean Morgan, al volante, Scott Dixon consiguió mantener la primera posición que logró en la segunda de las dos jornadas de clasificación. Por detrás, Fernando Alonso, se lo tomó con calma en los primeros metros y se situó en una cómoda novena posición. Tras las primeras vueltas, el de McLaren Honda Andretti comenzó a ganar posiciones paulatinamente hasta que tras las primeras paradas en boxes se colocó líder con su compañero de equipo, Alexander Rossi, atacando por detrás.
Los pilotos de Andretti parecían tener más ritmo que el resto. Alonso, Rossi, Takuma Sato y Ryan Hunter-Reay se repartieron las primeras posiciones en la primera mitad de la carrera en la que las banderas amarillas fueron protagonistas. Entre los accidentes más espectaculares que provocaron la salida de los pace car, el de Scott Dixon y Jay Howard fue sin duda el más impresionante. El coche del poleman salió despedido contra las protecciones y afortunadamente no se llevó a Helio Castronves en la caída.
A pesar de las banderas amarillas y las múltiples reagrupaciones, Fernando Alonso consiguió mantenerse durante varias vueltas en la cabeza de carrera. En uno de los pace car, el asturiano perdió algunos puestos a pocas vueltas del final y cuando trataba de ganar posiciones para llegar a la cabeza de la carrera el motor de Fernando Alonso se rompió. No era el primer Honda en hacerlo. El de su compañero Ryan Hunter-Reay ya le había dejado fuera de la carrera, vueltas antes. Una pena para el español, tras un inicio de carrera espectacular en el que, por momentos, pareció que podía ser el nuevo Campeón de las 500 Millas de Indianápolis.
Al que su motor Honda no le fallaba era al piloto japonés Takuma Sato, que se estrena en la victoria de las 500 Millas de Indianápolis y con el que Fernando Alonso había estado luchando durante gran parte de la carrera. El expiloto de Fórmula 1, se convierte en el primer piloto japonés en beber la leche en Indianápolis. El otro de los pilotos españoles, Oriol Servià, también vio su carrera finalizada a escasas vueltas del final. Tras un inicio complicado, se encontraba luchando entre los cinco primeros cuando una colisión múltiple provocó la última bandera amarilla de las 500 Millas de Indianápolis 2017.
Es cierto que era un riesgo que todos contemplábamos: el motor Honda era más potente que el Chevy para las 500 Millas de Indianápolis, pero como contrapartida existían serias dudas en cuanto a su fiabilidad. Sin embargo, no dejó de ser desalentador ver cómo cualquier opción de luchar por la victoria se esfumó por un fallo mecánico tras la exhibición de 179 vueltas que se marcó Fernando Alonso en Indy.
Las expectativas por ver de qué era capaz Fernando Alonso el día de la carrera en el óvalo de Indianápolis estaban por todo lo alto, y el piloto asturiano demostró en pocas vueltas el por qué. Salida al margen, en la que perdió diversas posiciones probablemente por un tema de precaución, Fernando se marcó unas primeras vueltas que quedarán para la historia. Lo piensa el que firma este artículo, y lo piensan quienes más saben de este tipo de carreras: los americanos.
Locura americana por Fernando Alonso
Tras la salida desde la recta principal, en las tribunas de la curva 1 se caldeaba el ambiente para vivir esas primeras vueltas de Fernando Alonso entre el apasionado público americano. Ni qué decir que a cualquiera que le dijeras que estabas allí para seguir el debut de Alonso en Indianápolis se ponía a tu entera disposición y sólo tenía palabras de admiración hacia el piloto español.
No es casualidad que el sábado ya no quedaran ni gorras ni camisetas de Fernando Alonso para llevarse como recuerdo a casa. Volaron de las infinitas tiendas de merchandising que puedes encontrar cada 5 metros en el circuito. La alonsomanía se contagió durante el glorioso mes de mayo en Indianápolis de una manera increíble. Uno de los nuestros dejaba a tan conocedor público con la boca abierta.
Liderando las 500 Millas de Indianápolis por primera vez
Sin perder el hilo, desde esa primera curva Alonso iba cogiéndole poco a poco el tacto al circuito, escalaba las posiciones perdidas en la salida con el paso de las vueltas, y sí, lideraba por primera vez unas 500 Millas de Indianápolis adelantando a Rossi en la entrada de la curva 1. Fernando Alonso estaba respondiendo a las expectativas que todos teníamos puestas en esta histórica cita.
Cada adelantamiento de Alonso venía acompañado por gritos, aplausos y brazos en alto. Como si Alonso hubiera nacido en Indiana. Esta gente reconoce el talento al volante mejor que nadie. Y lo viven de un modo especial. Lo disfrutan. Saben saborearlo. Pero ese adelantamiento fue especial por todo. Fernando Alonso completaba esa mini-remontada tras el mal arranque, se ponía líder por primera vez en Indianápolis, presentaba ante todo el mundo de lo que era capaz.
El injusto final a un merecido sueño
Después transcurrieron mejores y peores fases durante la carrera. Se le atragantaron algunas resalidas tras cautions, y le costó en ciertas fases quitarse de en medio a pilotos como Kanaan, pero estaba siempre en la pomada, en el lugar adecuado para atacar en las últimas vueltas. No nos engañemos: lo tenía bastante difícil con todos los coches que se tenía que quitar de delante en esas últimas vueltas, pero nos había demostrado que nunca podemos dudar de su capacidad, ni siendo rookie en un entorno tan desconocido como una carrera en óvalo.
Se había ganado, por lo menos, el derecho de luchar por esa victoria. Cuando de repente, su motor Honda dijo basta, impidiendo que el mundo entero disfrutara de ese último envite del piloto asturiano por sellar un debut legendario en las 500 Millas. Pero no pudo ser. Podría haber ganado o no, pero el derecho a la lucha se lo ganó durante 179 vueltas que, de nuevo, mantuvieron enganchados a un país entero ante el televisor contemplando una competición desconocida hasta entonces para muchos.
Gracias por todo eso, Fernando. Del mismo modo que los americanos te lo pedían constantemente cuando intentaban conseguir tu firma, te lo pido yo también: vuelve a las 500 Millas. Necesitamos sentir tu implacable instinto asesino cuando hueles a victoria. Necesitamos volver a disfrutar de jornadas como la de este inolvidable 28 de mayo de 2017. Fernando Alonso sigue en Estados Unidos, donde ha recibido el reconocimiento de la IndyCar por haber sido el mejor novato de las 500 Millas de Indianápolis de este año. El piloto español ha conseguido impresionar al jurado profesional a pesar de haberse visto obligado a abandonar a escasas vueltas del final después que su motor Honda se rompiese.
El de McLaren Honda Andretti se ha impuesto a otros rookies, entre los que destaca Ed Jones, que cruzó la meta en tercera posición tras Helio Castroneves y el ganador Takuma Sato. Alonso ha querido agradecer, en un emotivo discurso, al equipo la oportunidad brindada. Sin duda alguna el paso de Fernando Alonso por las 500 Millas de Indianápolis ha marcado un hito en la historia del automovilismo internacional. A pesar de que el asturiano no consiguió terminar las 200 vueltas estipuladas, su alto rendimiento y su progresiva mejora en lo que a rendimiento respecta, no ha dejado indiferente a nadie.
A este y el otro lado del charco, Alonso ha conseguido emocionar a aficionados y profesionales que no han dudado en alabar su actuación a la que su motor Honda, puso fin de forma abrupta. Los últimos en pronunciarse, han sido los responsables de la propia categoría. Ha sido en la gala de celebración de la victoria de la 101º edición de la Indy 500. Entre las numerosas alabanzas a Takuma Sato, que se ha convertido en el primer campeón japonés de las 500 Millas de Indianápolis, Alonso se ha llevado una mención especial que ha agradecido su posterior discurso. Alonso ha aprovechado la oportunidad para agradecer a todas aquellas personas que han hecho posible su participación y aunque no ha confirmado su presencia en la próxima edición, tampoco ha negado en ningún momento que vaya a repetir experiencia.
A pesar de las celebraciones y las alabanzas de pilotos como Tony Kanaan, Takuma Sato o Alexander Rossi, la decisión no ha convencido a todos los pilotos de la parrilla. Sébastien Bourdais, con el que Fernando Alonso ya compartió parrilla en Fórmula 1, ha criticado duramente la decisión. Para el piloto francés, que tuvo que ver la carrera en su casa tras un fuerte accidente en la sesión de clasificación, el merecedor del reconocimiento era su compañero del equipo Dale Coyne Racing, Ed Jones. De hecho, Bourdais ha llegado a enfrentarse en redes sociales a aficionados que le recriminaron su postura.
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