El Citroën C3 Aircross, cuyos vídeos promocionales se han realizado en las islas de Tenerife y Lanzarote, en Canarias, es la constatación del fracaso
de los monovolúmenes del segmento B y el triunfo de los SUV como
alternativa a los polivalentes convencionales. Esta tendencia, apuntada ya por
otras marcas como Renault, que lanzó el Captur
como sustituto del
Modus, u Opel, que ha presentado el Crossland X como relevo del Meriva, se consolida ahora
de manera definitiva.
No en balde, Citroën, con su gama Picasso, ha sido una de las más firmes defensoras de
la arquitectura monovolumen. El C3 Aircross es un coche completamente nuevo, desarrollado en colaboración con Opel, cuyo acuerdo entre ambos grupos es previo a la compra de Opel por parte del Grupo
PSA e incluye también el co-desarrollo del Grandland X de Opel sobre
la base del Peugeot 3008.
Este nuevo modelo se enmarca en el dinámico segmento de los SUV de segmento B donde
a la multitud de modelos ya existentes, se sumarán, en un corto plazo de
tiempo, el mencionado Opel Crossland X, el Seat Arona,
que se presentará el 26 de junio, y dos modelos coreanos; el Hyundai Kona y el Kia Stonic, cuya revelación al público
está prevista para el día 20 de este mismo mes.
El C3 Aircross mide 4,15 metros de largo, 1 cm
más que el C4 Cactus, por 1,74 de ancho y 1,63 de alto y tiene una altura libre al suelo de 17,5 cm que,
sin ser la propia de un SUV 4x4 sí es más generosa que la de algunos de sus
rivales directos. El coche ofrece un amplio habitáculo para cinco plazas, con
una notable modularidad interior y un
maletero que, en configuración de 5 plazas oscila entre los 410 y los 520
litros en función de la posición del asiento trasero que es
deslizante, sobrepasando los 1200 con la segunda fila de asientos abatidos.
El maletero tiene además un doble fondo que permite enrasar el piso de carga con el portón trasero o
aumentar el volumen útil situándolo en la posición más baja. La bandeja
cubremaletero, que es rígida, puede
plegarse contra el respaldo trasero cuando necesitemos usar toda la altura
disponible y el abatido de la banqueta trasera es por mitades
asimétricas pero con la posibilidad de abatir la zona central para
cargar objetos largos manteniendo dos plazas en la parte trasera. Además, el asiento del acompañante puede abatirse
hacia delante.
Esta modularidad del habitáculo es
una de las principales apuestas de la marca para desmarcarse de sus principales
rivales. Disponer de una banqueta trasera corrediza permite ofrecer al usuario la posibilidad de
gestionar el espacio interior en función de sus necesidades ampliando
cuando sea necesario el volumen del maletero. Además, esta solución atraerá,
sin duda, a los usuarios del C3
Picasso que busquen renovar su coche sin perder la funcionalidad.
Externamente, el coche es muy parecido al nuevo C3, con un
frontal muy similar aunque un poco más elevado y con una parrilla más grande y las
habituales protecciones de plástico de este tipo de modelos. En el perfil
destaca el tamaño de las ruedas, la generosa altura libre, la altura,
incrementada por la presencia de barras de techo y una tercera ventanilla que puede decorarse con una especie de
celosía del mismo color que la carrocería mediante un elemento
adhesivo.
La trasera es similar a la del C3
pero con unos parachoques mucho más prominentes. Sorprende que el C3 Aircross renuncie a los famosos
airbumps de protección lateral que usan tanto el C4
Cactus como el C3 pero lo que sí
mantiene es la posibilidad de
personalizar su estética con un techo en negro y detalles de color en
las carcasas de los retrovisores y las llantas.
El
habitáculo es similar al de los últimos modelos de la marca. Se mantiene el salpicadero de diseño plano,
muy limpio, con la pantalla central a media altura y una instrumentación convencional. El cambio está situado en una posición más elevada que en el C3 y los asientos son muy similares, muy anchos y
con un mullido muy confortable. La marca ofrecerá cinco diferentes tipos
de tapicerías, entre ellas una mixta tela-cuero y diferentes colores para el
habitáculo.
Citroën anuncia un importante
esfuerzo en el apartado de equipamiento, sobre todo en el de las ayudas a la
conducción. Así, el coche podrá montar, de serie o en opción, asistente de
arranque en pendiente, head-up display, asistente de aparcamiento automático,
frenada de emergencia, aviso de presencia en el ángulo muerto y aviso de cambio
involuntario de carril. Además, se ofrecerá un gran techo de cristal panorámico
en opción y, para los más aventureros, el sistema Grip Control de mejora de la motricidad y un control de
descensos, elementos, ambos ya vistos en el Peugeot 3008.
La gama mecánica estará integrada por motores ya conocidos en el Grupo PSA.
En el apartado de gasolina, la
gama arrancará con el 3 cilindros 1.2 atmosférico de 82 CV y culmina con las
variantes turboalimentadas de 110 y 130 CV de este mismo motor
Puretech. Por lo que respecta a los diésel, la marca ofrecerá las versiones de 100 y 120 CV de su propulsor
1.6 BlueHdi. En ambos casos existirá la posibilidad de combinar
alguno de los motores con una caja automática y no habrá versiones 4x4.
El nuevo C3 Aircross estará a la venta a finales de este año y
se fabricará en la planta de Figueruelas, en Zaragoza, propiedad de Opel y
junto al Crossland X con el que comparte, en palabras de los responsables de
Citroën casi todo lo que no se ve
y nada de lo que queda a la vista, tanto por dentro como por
fuera. Cabe señalar que, ante la posible
competencia interna con el C4 Cactus, Citroën tiene otros planes para este último modelo que permitan
desmarcarle del C3 Aircross, planes que no podemos desvelar por ahora.
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