
No en balde, Citroën, con su gama Picasso, ha sido una de las más firmes defensoras de
la arquitectura monovolumen. El C3 Aircross es un coche completamente nuevo, desarrollado en colaboración con Opel, cuyo acuerdo entre ambos grupos es previo a la compra de Opel por parte del Grupo
PSA e incluye también el co-desarrollo del Grandland X de Opel sobre
la base del Peugeot 3008.

El C3 Aircross mide 4,15 metros de largo, 1 cm
más que el C4 Cactus, por 1,74 de ancho y 1,63 de alto y tiene una altura libre al suelo de 17,5 cm que,
sin ser la propia de un SUV 4x4 sí es más generosa que la de algunos de sus
rivales directos. El coche ofrece un amplio habitáculo para cinco plazas, con
una notable modularidad interior y un
maletero que, en configuración de 5 plazas oscila entre los 410 y los 520
litros en función de la posición del asiento trasero que es
deslizante, sobrepasando los 1200 con la segunda fila de asientos abatidos.

Esta modularidad del habitáculo es
una de las principales apuestas de la marca para desmarcarse de sus principales
rivales. Disponer de una banqueta trasera corrediza permite ofrecer al usuario la posibilidad de
gestionar el espacio interior en función de sus necesidades ampliando
cuando sea necesario el volumen del maletero. Además, esta solución atraerá,
sin duda, a los usuarios del C3
Picasso que busquen renovar su coche sin perder la funcionalidad.

La trasera es similar a la del C3
pero con unos parachoques mucho más prominentes. Sorprende que el C3 Aircross renuncie a los famosos
airbumps de protección lateral que usan tanto el C4
Cactus como el C3 pero lo que sí
mantiene es la posibilidad de
personalizar su estética con un techo en negro y detalles de color en
las carcasas de los retrovisores y las llantas.

Citroën anuncia un importante
esfuerzo en el apartado de equipamiento, sobre todo en el de las ayudas a la
conducción. Así, el coche podrá montar, de serie o en opción, asistente de
arranque en pendiente, head-up display, asistente de aparcamiento automático,
frenada de emergencia, aviso de presencia en el ángulo muerto y aviso de cambio
involuntario de carril. Además, se ofrecerá un gran techo de cristal panorámico
en opción y, para los más aventureros, el sistema Grip Control de mejora de la motricidad y un control de
descensos, elementos, ambos ya vistos en el Peugeot 3008.

El nuevo C3 Aircross estará a la venta a finales de este año y
se fabricará en la planta de Figueruelas, en Zaragoza, propiedad de Opel y
junto al Crossland X con el que comparte, en palabras de los responsables de
Citroën casi todo lo que no se ve
y nada de lo que queda a la vista, tanto por dentro como por
fuera. Cabe señalar que, ante la posible
competencia interna con el C4 Cactus, Citroën tiene otros planes para este último modelo que permitan
desmarcarle del C3 Aircross, planes que no podemos desvelar por ahora.
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