Si cualquier coche quiere ganar, ya sabe lo que le toca. No hay deportivo que se precie que no pase la prueba del cronómetro en el circuito más exigente y referencia para competidores y aficionados. Aunque les pilla lejos, a General Motors no se les ha olvidado y han llevado a una de sus bestias más pardas, el Chevrolet Camaro ZL1 1LE, a enfrentarse contra el tiempo en Nürburgring.
El implacable Infierno Verde ha emitido su veredicto y ha dejado al especialísimo ZL1 1LE como uno de los coches dignos de aproximarse a la barrera psicológica de los 7 minutos, coto de caza de coches de muy buena reputación. Al final su enorme V8 LT4 de 6.2 litros, compresor y 659 CV de potencia parece que han sido capaces de sacar los colores a más de uno. Ya anunciaron que esta generación daría mucho que hablar.
7 minutos 16 segundos, 13 segundos más rápido que el ZL1
A finales del año pasado, el Camaro ZL1 ya hizo un gran tiempo en Nürburgring parando la aguja en 7 minutos y 29 segundos. Desde entonces han pasado 8 meses y el Camaro ZL1 1LE ha rebajado notablemente ese crono con unos espectaculares 7 minutos y 16 segundos. Para que luego digan que los americanos sólo saben correr en línea recta. La diferencia entre ambos modelos es de 13 segundos, 13 eternidades para una versión que sólo equipa de diferente el alerón trasero de mayor carga aerodinámica, frontal con apéndices aerodinámicos, neumáticos Goodyear Eagle F1 Supercar 3R, suspensión Multimatic con amortiguadores DSSV, barra estabilizadora y 27 kg más ligero que el ZL1 normalito.
¿Y esa cifra qué quiere decir? Pues para poner un poco de contexto, un 7:16 es tan bestia que se coloca a rueda de un Lexus LFA con 7:14 y por delante de pepinos como el Corvette C6 ZR1 de 2011 con 7:19, Ferrari Enzo con 7:25, Pagani Zonda F con 7:27, McLaren MP4-12C con 7:28, Porsche Carrera GT con 7:28 o Ferrari 458 Italia con 7:32. Ahí es nada.
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