El Tribunal de Justicia de la Unión Europea ha emitido el fallo acerca de la aplicación UberPop, la plataforma de Uber para compartir trayectos en entorno urbano con conductores locales. La conclusión a la que ha llegado el TUE es que el servicio de puesta en contacto con conductores no profesionales prestado por Uber está comprendido en los servicios en el ámbito de los transportes, y no dentro de la economía colaborativa.
El caso ha sido presentado por un juez de Barcelona, donde tiene lugar el litigio entre Uber y la Asociación Profesional Elite Taxi, que acusa a la marca norteamericana de competencia desleal por su servicio UberPop, que ha sido suspendido en España de forma cautelar.
El principio de la regulación
El fallo del TUE a favor del gremio del taxi supone un gran varapalo para la plataforma estadounidense, ya que de momento, la app que utilizan los particulares en tiempo real para poder desplazarse de un lugar a otro está suspendido, no el servicio que opera con licencias VTC. En consecuencia, el hecho de que este servicio sea considerado como un transporte, los Estados miembros pueden regular los requisitos de prestación y exigir licencia como si de un servicio taxi tradicional de tratara.
El tribunal con sede en Luxemburgo ha determinado así que la app móvil de Uber, no se limita a un servicio de intermediación consistente en poner en contacto, mediante una aplicación para teléfonos inteligentes, a un conductor no profesional que utiliza su propio vehículo con una persona que desea realizar un desplazamiento urbano. Por consiguiente, la justicia europea estima que este servicio de intermediación debe considerarse como una parte integrante de un servicio global cuyo elemento principal es un servicio de transporte y no un servicio de la sociedad de la información.
Para Uber este revés no supone un gran obstáculo puesto que hay millones de europeos que no pueden usar apps como UberPop. Como dijo recientemente nuestro nuevo CEO, conviene regular servicios como Uber y por ello continuaremos el diálogo con países y ciudades en toda Europa, ha afirmado un portavoz de la compañía. Para la justicia europea es la plataforma la que genera el negocio, y no los conductores, por lo que debe ser la empresa la que esté bajo regulación.
Este fallo abre la puerta a que los conductores de Uber dejen de ser trabajadores por cuenta propia para pasar a ser trabajadores asalariados, con los derechos y deberes laborales que eso implica. En noviembre, un tribunal rechazaba el argumento de la compañía de que sus conductores británicos trabajan por cuenta propia y no son empleados asalariados.
Por su parte, el bufete de abogados responsable de la demanda considera de gran trascendencia jurídica la decisión del TUE, y aprovecha para recordar que el fallo se puede extender a otros negocios que siguen eludiendo sus responsabilidades legales.
La demanda de Élite Taxi se remonta a 2014, cuando la asociación demandó a Uber por competencia desleal tras implantarse en Barcelona su modelo de negocio UberPop, con el que cualquier particular podía prestar servicios de transporte sin ninguna regulación, según denunciaban. Después de que el juzgado de Barcelona elevara el caso a la justicia europea y la fuerte polémica en España, Uber cambió de estrategia y lanzó el servicio UberX donde los conductores han de tener licencia VTC.
Lo que dice Cabify: nosotros somos una agencia de viajes
En relación a la sentencia emitida por TUE, Cabify ha querido aclarar a través de un comunicado que la cosa no va con ellos ni afecta a su actividad. Y puntualiza: Desde su fundación en Madrid 2011, el modelo de negocio de Cabify es, y ha sido siempre, 100% legal. La compañía española defiende que está constituida como agencia de viajes, tal y como estipuló la Dirección General de Turismo y la Dirección General de Transportes Terrestres de la Comunidad de Madrid en mayo de 2012.
Cabify defiende que cumple con todos los requisitos fiscales, laborales, mercantiles y administrativos pertinentes en todos los países en los que opera, y que su plataforma solo facilita la intermediación entre sus usuarios y un sector profesional preexistente: los transportistas titulares de licencias VTC. A diferencia del competidor, desde sus comienzos hasta la actualidad, la actividad de Cabify está estrictamente sujeta al marco legal existente, ha comunicado la compañía.
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