No, no es una broma. Hace cuatro meses Opel/Vauxhall se integraba oficialmente en el grupo PSA tras una adquisición de 1.300 millones de euros que fueron a parar a las cuentas de General Motors. Ahora PSA reclama la mitad de su dinero, según informaciones de Reuters.
¿Se ha arrepentido del marrón que le ha caído con Opel? ¿Vaticina pérdidas catastróficas? La razón de este bombazo reside en que PSA afirma haber sido engañada sobre la estrategia de emisiones de CO₂ de Opel antes de la adquisición. La cifra que reclama baila entre los 600 y los 800 millones de euros.
Bajo la amenaza de las multas
PSA anunció en septiembre que necesitaría trasladar los modelos Opel a su propia tecnología, más eficiente en el consumo de combustible, antes de lo planeado y con el fin de reducir las emisiones de CO₂ antes de que se establezcan los nuevos límites en la Unión Europea entre 2020 y 2021. Todos nuestros motores PSA actualmente se atienen a la normativa vigente en todos los mercados en los que hacemos negocio. Nos aseguraremos de que ocurre lo mismo con los motores Opel, comentaba el jefe de desarrollo de PSA.
Ahora, según relata Reuters, el grupo francés tiene la intención de presentar una demanda formal alegando que fue engañado sobre la estrategia de emisiones de Opel. Cree que General Motors tergiversó los desafíos de emisiones de CO₂ de Opel durante las negociaciones antes del acuerdo de adquisición de marzo. Entre las sorpresas desagradables que se encontró PSA estaba un plan de cumplimiento de CO₂ que dependía de las ventas del eléctrico Opel Ampera-e, que ha resultado en pérdidas significativas.
Bajo PSA, Opel ya suspendió las ventas noruegas del Ampera-e, que representa la mayoría de las 1.500 entregas del modelo hasta la fecha, y aumentó los precios en Europa en 5.700 euros. El presidente ejecutivo, Carlos Tavares, ha insinuado públicamente que PSA estaba la tanto del tema: Nos enteramos unas semanas después de finalizar el cierre que la compañía estaba a punto de de estrellarse en cuanto a emisiones de CO₂. Pusimos a nuestros equipos a trabajar para reconstruir por completo las estrategias de productos y tecnología, dijo Tavares.
Si no cumple con las normas de la UE, el peso de las multas que le afectan puede amenazar la existencia de la empresa. Tal y como informa Reuters, el acuerdo de adquisición de Opel proporciona pagos de compensación si cualquiera de las partes ha sido engañada. A efectos fiscales, un pago de General Motors a PSA se consideraría como una deducción del precio de compra. Por su parte, Opel no tiene conocimiento, aún, de ningún reclamo formal y prefieren no especular sobre temas que no han llegado de manera oficial.
Un escenario difícil
Para quienes no cumplan los objetivos marcados por Europa, las multas de 95 euros por vehículo, por exceso de gramo de CO₂, podrían sumar cientos de millones de euros anuales. Pero la situación real de Opel ha resultado ser aún peor, según PSA, con la compañía camino de perder su meta de CO₂ en más de 10 gramos, un múltiplo del ligero exceso discutido en las negociaciones de acuerdos.
Un margen tan grande incurriría en multas de la Unión Europea cercanas a los mil millones de euros. Los fabricantes de automóviles están luchando por reducir las emisiones de carbono antes de la fecha límite de 2021, cuando sus límites individuales impuestos por Europa caerán a un promedio de 95 gramos por kilómetro en comparación con los 130 gramos actuales.
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