
El objetivo de ABT debía ser equiparar el Volkswagen Golf R con su primo el Audi RS 3 Sportback, o al menos esa es la sensación que nos queda después de que su motor 2.0 litros turboalimentado pase de los 310 CV y 400 Nm de serie hasta nada menos que 400 CV y 500 Nm. Esta mejora de potencia del 30% se consigue básicamente gracias a cambios en la gestión electrónica del motor de cuatro cilindros, y sólo está disponible para versiones equipadas con la caja DSG de doble embrague.

Además, hay un equipo de frenos adicional con pinzas de seis pistones. El conjunto queda redondeado por un silencioso trasero ABT que mejora el sonido del escape, colas de escape de color negro, llantas de aleación en diseño ABT de 18, 19 ó 20 pulgadas, así como elementos aerodinámicos que incluyen taloneras o un difusor trasero.
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