
Se trata de un gran coupé de cuatro puertas, completamente eléctrico, que promete una autonomía de hasta 600 kilómetros gracias a una batería de iones de litio de alta capacidad, y geniales prestaciones: 0 a 100 km/h en cuatro segundos y una velocidad máxima de más de 200 km/h. El futuro es eléctrico, pero no menos deportivo o elegante, asegura la marca alemana.

¿Y por qué estos riñones frontales? Según BMW, es una forma de esconder los sensores de los sistemas del vehículo en esta superficie inteligente. A esto se suman unos faros LED que también reinterpretan la mirada típica de cuatro ojos de los modelos BMW, o los pilotos traseros en forma de L. De momento la marca no ha ofrecido más información, pero ya podemos hacernos una idea del futuro de BMW i a través de las imágenes de este concept.
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