Con la renovación de la gama Range Rover Sport de cara a 2018 y junto al nuevo híbrido enchufable de la casa, la marca británica lanza también el nuevo Range Rover Sport SVR, la variante más deportiva de la oferta que se convierte en el más potente hasta la fecha, con 575 CV. Por primera vez, el Range Rover Sport SVR equipa un capó de fibra de carbono con generosas tomas de ventilación, que según la casa ayuda a aligerar el tren delantero.
La marca ofrecerá la posibilidad de pintar el capó, o bien lucir la fibra de carbono expuesta para una estética aún más llamativa. Entre los cambios estéticos destacan paragolpes de nuevo diseño, detalles en acabado negro brillante para las entradas de aire, por ejemplo, o placa SVR en la zaga. Las llantas, por su parte, son de aleación y 21 pulgadas, aunque opcionalmente se ofrecen también en 22 pulgadas y con dos acabados diferentes.
También en opción, un paquete exterior de fibra de carbono suma más elementos de este material. Como hasta ahora, este producto de la división SVO recurre al motor 5.0 litros V8 sobrealimentado por compresor, que además de 575 CV desarrolla un par motor máximo de 700 Nm, facilitando así un 0 a 100 km/h en sólo 4,5 segundos y una velocidad punta de 283 km/h, que se dice pronto para un vehículo de sus dimensiones.
El fabricante asegura haber mejorado también las capacidades dinámicas del SVR, aumentando el control de la carrocería y disminuyendo el cabeceo en aceleraciones y frenadas, mediante cambios en ciertos componentes de la suspensión. En el habitáculo estrena asientos ligeros Supersport que reducen su peso en 30 kilogramos con respecto a los asientos normales e incluyen climatización en ambas filas, pedalera de aluminio, listones SVR en los umbrales de las puertas, tapicería en piel Windsor o logotipos SVR y bordados en los reposacabezas.
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