
No fue sin polémica. Llegábamos al fin
de semana con las
quejas de nuevo provenientes del equipo Peugeot-Hansen Motorsport acerca
del desnivel
provocado por la llegada de Volkswagen Motorsport al World RX.
En este caso era Sébastien Loeb el que repetía a la prensa británica las
palabras de Bruno Famin de los últimos meses: ellos han llegado con un coche que fue
desarrollado para el WRC, con un presupuesto de WRC y lo han adaptado al
rallycross. Están compitiendo con equipos privados que intentan hacer coches
que no están al mismo nivel.

El de Arvika sentaba las bases para ello desde la Q1.
Escoltado por su compañero de equipo, Petter Solberg, lograba el triunfo en la
primera manga y tras ser sexto en Q2 llegaba a
la clasificación intermedia del primer día como líder consolidado por delante de Loeb y
Ekström. En el caso de Petter, una mala carrera le hacía retrasarse,
viendo una vez más como el empuje de su compañero le restaba
protagonismo en un fin de semana en el que el PSRX-Volkswagen Suecia también
podía coronarse campeón.

En el caso del alemán, un conato de incendio
dejaba muy afectado su Ford Fiesta Supercar, y al ex-DTM con un buen
susto en el cuerpo al ver las llamas avanzar y él no poder abrir la puerta del
conductor. Destacar que en lo que también puede ser la recta final de vida del
equipo EKS RX, los cuatro Audi S1 Supercars presentes del equipo se
conseguían colar en semifinales, un récord en la categoría en el que contribuía
el novato Nico Müller. La primera semifinal era dominada de cabo a rabo
por Kristoffersson, seguido por Mattias Ekström y Andreas Bakkerud. El
peor parado era Timmy Hansen, el cual se quedaba fuera por primera vez de la
final, superado incluso por un Niclas Grönholm que está mostrando más confianza
en la segunda recta de la temporada.
La segunda semi estaría marcada por el
accidente en el inicio de la carrera, en el que el peor parado era Petter Solberg,
trompeado por un toque con Loeb en la frenada de la primera curva y después
recibiendo un fuerte golpe por parte de Janis Baumanis que le dejaba fuera de
juego y obligaba a sacar la bandera roja. En la segunda salida, Loeb se anotaba
el triunfo y el derecho a primera fila en la final sin demasiados problemas.
Nico Müller y Janis Baumanis le escoltaban Johan Kristoffersson ganaba de forma incontestable la final, mientras que Loeb y Ekström pelearían
por las sobras, la segunda plaza que terminaba siendo para el piloto de Audi. Era el sexto triunfo en lo que llevamos de año, convirtiéndose
en el piloto más regular al sumar ya nueve podios seguidos. Los 62 puntos con los
que terminaba el fin de semana le daban matemáticamente el título,
quedando únicamente 60 puntos como máximo por sumar en las dos últimas citas de
la temporada.
Su victoria, la actuación de Solberg y la
penalización a Peugeot-Hansen también les daba el Campeonato por equipos con
112 puntos de ventaja sobre los franceses. Petter no podría disfrutar del éxito
de su estructura al ser trasladado al hospital para realizarle los pertinentes
chequeos tras su accidente en semifinales y en los que se revelaría que tiene rota una clavícula. En el resto de categorías, Anton Marklund completaba
el fin de semana grande para Volkswagen Suecia al llevarse el título de Euro RX
en la última cita del campeonato, mientras que el húngaro Krisztian Szabo lograba
el triunfo entre los Super1600 y es el nuevo líder con 12 puntos sobre un Artis
Baumanis que no podía competir en la final, frente a sus compatriotas, por un
problema con el acelerador.
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