La semana pasada saltaba la noticia de que Kobe Steel Ltd había admitido haber falseado los datos sobre la resistencia y durabilidad de algunos de sus productos. Por el momento se estima que se han falsificado estudios sobre su producción de aluminio y cobre durante los últimos 10 años, afectando aproximadamente a 500 compañías de todo el mundo.
La industria del transporte, la principal demandante de sus productos, se ha visto seriamente afectada puesto que se desconoce el alcance del fraude y sus posibles consecuencias, especialmente a largo plazo. Por eso, la Agencia Europea de Seguridad Aérea ha recomendado a los fabricantes de aviones del viejo continente que si existe alternativa dejen de emplear los productos del fabricante japonés.
Toyota, Mazda y Honda confirman que sus coches no están afectados
No hay una certeza de cómo los datos no ajustados a la realidad en cuanto a durabilidad y resistencia de los metales de Kobelco pueden llegar a afectar a los vehículos que hayan empleado esta materia prima. En cualquier caso supone un riesgo potencial para la seguridad que EASA pretende atajar hasta que se demuestre que no hay de qué preocuparse, si es que no lo hay. Según informa Reuters, EASA lanzó esta recomendación a través de un boletín de información de seguridad el 17 de octubre en el que se recomienda suspender el uso de los productos de Kobe Steel hasta que se pueda determinar la legitimidad de las partes afectadas.
Por el momento es sólo una recomendación, no una obligación, pues consideran aún no hay de qué preocuparse. La Oficina de Aviación Civil de Japón está investigando también el problema, al igual que gigantes de la talla de Boeing y Airbus, pero de momento no han llegado a hacer ningún tipo de manifestación al respecto. Mientras que el portavoz de Kobe Steel Ltd se negó a hacer ninguna declaración al respecto de este comunicado, las investigaciones se suceden, desde la propia interna de la compañía como las que están llevando a cabo las empresas del sector de la automoción del transporte, localizando los lotes que pudieran haberse visto afectados para comprobar que la rigidez y longevidad de las estructuras fabricadas con los metales japoneses son correctas.
Conociendo que General Motors, Daimler, PSA, Toyota, Lexus, Nissan y Honda al menos se han visto afectadas por los suministros fraudulentos, los fabricantes de coches japoneses han anunciado que el aluminio empleado para la fabricación de capós y piezas exteriores está en orden y no supone ningún tipo de riesgo, mientras que Nissan y Subaru de momento están aún investigando. En Estados Unidos la cosa pinta mucho peor para la siderúrgica. El Departamento de Justicia de Estados Unidos está recabando información y ha solicitado todos los datos de lo productos vendidos a fabricantes estadounidenses, estudiando algún tipo de acción conjunta si se diera el caso contra Kobe Steel Ltd.
Lo que parece más que cierto es el principio del fin de Kobe Steel Ltd, o al menos el fin de su reputación. El conglomerado nipón acumula ya dos años en números rojos y a partir de ahora su demanda se verá seriamente resentida en el mejor de los casos y suponiendo que no se lleven a cabo medidas legales. Como primera consecuencia Kobelco ha contratado a una financiera especializada para deshacerse de dos tercios de Shinko Real Estate Co, división inmobiliaria y financiera por un valor de aproximadamente 375 millones de euros.
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