Recién estrenado 2018,
toca echar la vista atrás: este año celebran aniversario dos modelos
icónicos para la historia del automóvil en general y para la
de Citroën en particular: el 2CV y el Méhari. Ambos
son protagonistas en el Salón Rétromobile 2018. Celebramos su cumpleaños recordando un poco su historia. Siempre recordaré
el Citroën 2CV, con su palanca de cambios integrada en
el salpicadero y su asiento corrido.
Ahora que
el 2CV cumple 70 años ese primer recuerdo aflora para
recordarme que los coches de hoy no son como los de antes. Los coches de ahora no
son como los de antaño porque en la actualidad se arriesga poco y se apuesta
sólo sobre seguro. ¿Que los SUV funcionan? Pues hagamos toda nuestra gama SUV.
Nada que ver a ese momento en el Salón de París de 1948 en el que
el Citroën 2CV era presentado al mundo. El primer Citroén
2CV apostaba por un diseño original donde imperaban las formas
redondeadas. Además equipaba tecnologías revolucionarias en aquel entonces como
la tracción delantera, la suspensión flexible de largo recorrido o el motor de
dos cilindros refrigerado por aire.
Sencillez, ligereza, confort o versatilidad
eran varias de sus máximas. Y a pesar de alguna
mirada con sorna durante aquel Salón de París ante una apuesta que consideraban
arriesgada, el Citroën 2CV se convirtió en todo un éxito: familias,
jóvenes, agricultores, fue el coche de muchos durante sus 42 años de
existencia, registrando 5,1 millones de unidades vendidas. A día de hoy es objeto de
deseo entre coleccionistas, los hay que lo han restaurado sustituyendo su motor
por corazones V8, ya sean de Chevrolet o Ferrari, y cuenta con su convención bianual de fans desde 1975. El proyecto
TPV nació en 1936 y sus siglas son el acrónimo de Toute Petite
Voiture que se traduce como todos los autos pequeños.
El
objetivo de este proyecto era crear un automóvil para todo el mundo, en una
época en la que el automóvil era considerado un producto de lujo. Desde coche familiar para
las clases populares hasta vehículo agrícola para el trabajo del día, el
objetivo era claro: transportar a cuatro personas y cincuenta kilos de
patatas o un barril, a una velocidad máxima de 60 km/h. Sobre esta máxima nació
el TPV, aunque su estreno se vio truncado. El Citroën
TPV escogió mal año para nacer: en 1939, cerca de
250 TPV estaban listos para su presentación en el Salón de París,
pero la 2ª Guerra Mundial lo paró todo. La mayoría de estas unidades fueron
destruidas o se esconden en un cobertizo perdido: a día de hoy solo cuatro TPV
se encuentran en paradero conocido y uno de ellos, completamente restaurado, se
podrá ver en el Salón Rétromobile 2018.
El Citroën Mehari también
cumple años
Ha querido la historia
que el Méhari y el 2CV celebren
aniversario juntos. Aunque en el caso del transgresor vehículo de recreo
son 50 años. Nada tenía que ver el Citroën Méhari a los cabrios de
entonces, fundamentalmente porque había sido concebido para ser barato. Basado en el Dyane
6, contaba con una carrocería de
plástico que le permitía ser todo un peso pluma: 525 kilos. Es por ello
que el Méhari se limpiaba estupendamente por manguera y servía tanto como para
ir a la playa como para trabajar en la granja. Además de fácilmente aseable, su
carrocería era inmune a la corrosión.
Su clara funcionalidad,
ya fuese para el ocio o el trabajo, se completaba con colores llamativos en los
que se ofrecía. Ambos ingredientes le convirtieron en una fenómeno social para
una generación que clamaba por más libertades y el disfrute de vivir.
El Citroën Méhari estuvo casi veinte años en producción y alcanzó las
145.000 unidades. Poco tiene que ver esta
filosofía con el actual Citroën e-Méhari, aunque se ha mantenido el
diseño algo arriesgado, como lo hace el Cactus, su carácter de vehículo para el
ocio y sus colores chillones. Otros tiempos.
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