Opel aumenta su familia alimentada por Autogas incorporando una variante GLP del Crossland X. Con la inclusión del crossover llegado hace un año y producido en la planta de Figueruelas, la marca del rayo ya cuenta con seis modelos en su gama BiFuel GLP. Emisiones comedidas como habitual carta de presentación sumado a un sistema innovador que ayuda a mejorar la conducción cuando el nivel de gas es bajo. Son varias las marcas que han optado por el GLP, como alternativa a los combustibles convencionales y lo cierto es que en España, a diferencia del gas natural, se ha consolidado poco a poco: más de 50.000 coches de GLP circulan hoy por nuestras carreteras.
La infraestructura acompaña, con 550 estaciones repartidas a lo largo y ancho del país, y los fabricantes no son ajenos a ello. Entre las firmas que más apuestan por el GLP, destaca la misma Opel, con seis coches que montan mecánicas bifuel: Adam, Corsa, Crossland X, Astra sedán, Mokka X y Zafira. Pero no es la única, Fiat o Dacia también cuentan con una numerosa familia alimentada por gas licuado de petróleo.
Poco más de 110 gramos por kilómetro de CO2
Este Opel Crossland X GLP, un B-SUV nacido para la urbe más que para el campo, equipa una mecánica de carácter híbrido que puede funcionar tanto con gasolina como con GLP al igual que ocurre con los modelos de gas natural entre los que se destaca el reciente estreno del Seat Ibiza TGI. La autonomía anunciada es de 500 km con gas, pudiendo llegar a los 1.400 km en combinación con gasolina. Se trata de un propulsor tricilíndrico de 1.2 litros y 81 CV de potencia que, según la marca, destaca por su eficiencia.
Los consumos que homologa en función de la normativa NEDC si está usando el GLP como combustible son de 8,4 l/100 km en ciudad, de 6,0 l/100 km en carretera y de 6,9 l/100 km en ciclo mixto. Por su parte, cuando funciona con gasolina el Opel Crossland X BiFuel GLP consume 6,8 l/100 km en suelo urbano, mientras que lo cifra en 4,5 l/100 km en conducción extraurnana y en 5,4 l/100 km en combinado. En lo que toca a las emisiones, cuando circula con Autogas las cifra en 111 gramos de CO2 por kilómetro y, en el caso de hacerlo con gasolina, en 123 gr de CO2/km.
El bajo nivel de gas afecta menos a la conducción
Respecto a sus hermanos, el Opel Crossland X BiFuel GLP destaca por incorporar un nuevo sistema de depósito electrónico multiválvulas, que optimiza la conducción en cuando el nivel del gas es bajo. Esta tecnología se vale de un sensor óptico que mide de manera más precisa la cantidad de gas restante en el tanque, lo que permite mejorar la respuesta del coche en comparación a otros modelos Autogas. Opel también ha puesto especial cuidado en no restar espacio al habitáculo, y el menor posible al maletero, ubicando el depósito de GLP, con una capacidad de 36 litros, en el vano de la rueda de repuesto. A través de un testigo en el panel de instrumentos, el Crossland X alimentado por GLP avisa al conductor si el tanque de gas se ha quedado vacío, empezando así a operar con gasolina.
Asimismo, informa de los niveles de ambos depósitos a fin de que sepamos qué cantidad de gasolina y Autogas tenemos en cada momento. El Crossland BiFuel GLP se beneficia del recién estrenado Plan MOVALT, que el caso de los modelos de Autogas se beneficia de ayudas a la compra, con hasta 1.000 euros de ayuda por parte del Estado y otros 1.000 por parte del fabricante. Al ser catalogado con la etiqueta ECO, no le afectan las restricciones de los diferentes escenarios de contaminación y, durante los primeros seis años, disfruta de una reducción del 75% en el Impuesto sobre Vehículos de Tracción Mecánica, así como un descuento del 20% en las de estacionamiento regulado.
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